jueves, 13 de febrero de 2020

DOMINGO TEATRAL Y SIN DESCANSAR III.


Me despedí de Ana y empecé la tercera etapa. El viaje fue maravilloso, sé que hay gente que odia la primavera, pero yo la adoro, estaba cansado, pero llevaba en mi cuerpo, horas de sol, almuerzo en una terraza, temperatura primaveral, había dormido poco la noche anterior, parecía el cansancio típico de Semana Santa, y todo era aun más "semanasantero" puesto que viajé con dos amigos, frikis cofrades, oyendo marchas y hablando de cofradías.

Fuimos a recoger unas cosas a casa de Emilio y de ahí al local de ensayo.

Era el ensayo al que llegaba más cansado pero también al que iba más animado y con ganas, pues era el más abierto, el más divertido, donde iba a trabajar con compañeros nuevos, sin presión, solo diversión, pero por otro lado me daba un poco de vértigo pues no sabía por donde tirar, como nos iría trabajar juntos, qué íbamos a montar, cuanto tiempo etc.

Aunque ya teníamos una idea y un guión de situaciones en la cabeza que había sido compartido y aprobado, oralmente, vía WhatsApp, ahora había que rellenarlo de texto y ponerlo en pie, a ver que salía.

Y salió porque a lo tonto a lo tonto y sin darnos cuenta nos tiramos 2 horas de ensayo. Entramos a dicho local sobre las 17: 20 y cuando salíamos, Dani preguntó la hora y el reloj marcaba las 19:15.

Sí, estuvimos casi 120 minutos aproximadamente ahí dentro  dale que te pego y nos nos dimos ní cuenta, al menos yo. Cuando se trabaja tranquilo y contento, todo fluye bien y uno no se cansa.

Me gustó mucho de trabajar con Emilio por lo resolutivo que es, puesto que nada más entrar en el local, nos dio parte del atrezo para que nos acostumbraramos a él y nos puso a trabajar.

Según lo que habíamos planificado, la minipieza la inicio yo solo, luego se me une Dani y finalmente Emilio.

Empezamos así, yo iba marcando un poco la temática de mi conversación y un poco el texto, después hicimos lo mismo Dani y yo. Fue en ese momento donde Emilio pidió que rellenarámos toda esa parte de texto.

Pero yo le sugerí que sería mejor marcar de nuevo todo: Los movimientos, la temática, los pies de texto y etc. Y este me respondió que como yo era el que sabía más de teatro que se haría tal y como yo dijera. Ese detalle  me gustó mucho, pues ponía al descubierto su disposición y su apertura en el trabajo, demostrando que no es nada egocentrico y eso mola mucho, porque realmente él es el coordinador, director y protagonista de todo pero en cambio sabe delegar.

Volví a repetir yo solo, después se marcó la parte entre Dani y yo, la entrada de Emilio y el clímax final, donde de nuevo Emilio se comportó muy abierto a consejos y sugerencias, se hizo un pase completo e improvisado del final, luego otro parando y marcando y dos más para fijar. Al acabar Emilio se fue a por unos zumos y paramos un ratito a descansar.

Tras el zumo y un poco de charla, empezó la segunda parte del ensayo, ahí estaba ya totalmente muerto, si en el inicio de la entrada os dije que tenía ganas, pero también vértigo y algo de miedo por la novedad, ahora esos nubarrones ya se habían ido, pues todo estaba saliendo a pedir de boca, se estaba trabajando sin tonterías y  había muy bien rollo, por tanto, ya solo iba a disfrutar.

De Dani os puedo decir que ya había trabajado anteriormente con él, pero siempre en el Botánico y ahora me encantaba verlo en ese nuevo perfil, en otro hábitat y con otra forma de trabajar. Por cierto, en esa segunda parte creo que él también ganó en seguridad, pues desplegó todo su arte, su improvisación y su gracia natural y yo no paraba de reír con él. La segunda parte fueron minutos de trabajos, pero también de risas.

De hecho muchas de sus improvisaciones se quedaron marcadas como fijas.

Hicimos la pieza completa dos veces más y el final como unas tres. En las dos últimas se fijaron cosas nuevas, Emilio hizo algo que me gustó mucho y se marcó como fijo, se grabó todo para recordarlo y a casa.

Por cierto que al día siguiente, lunes 10 de febrero del 2020, yo mandé al grupo de WhatsApp algunas frases para fijar en el texto, muy carnavaleras, el martes 11 de febrero del 2020, Dani y yo nos citamos para el jueves y así  echar otro día de ensayo y el miércoles 12 de febrero del 2020, envié a Emilio una posible prueba de vestuario y escribí el texto que debíamos estudiar y ensayar entre Dani y yo.

Ahí vamos…



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