No sé cómo empezar esta entrada o qué contar en ella, porque tengo mucho que decir y no tengo ni idea cómo hacerlo. Quiero ordenar mis pensamientos, mis sensaciones, organizar un poco las emociones vividas en esa noche de drags, que tuvo lugar el sábado, 22 de febrero del 2020 en Alhaurin de la Torre. Durante la actuación era un actor haciendo su trabajo, con sus pros y sus contras, en el previo era Lolo preparando un personaje, pero desde el momento en que decidí sacar a "La Juana" de la jaima, ya no era yo sino ella, iba a empezar la gala y desde ese momento hasta que subí al escenario, fue un tiempo muy bonito que quiero recordar.
Tuve un previo a actuar, que no tenía nada que ver con los que suelo vivir , era totalmente diferente. Al ser un espectáculo de drags, los códigos, las formas, los procesos eran distintos, y como a mí me gusta mucho aprender estaba atento a cada detalle. No quería perderme nada de lo que pasaba a mi alrededor, era como un niño pequeño con la boca abierta. Ha sido el previo más divertido de mi vida.
Lo único que me sacó de mi estado de éxtasis fue el tema del sonido. El chico encargado del mismo, no sabía cuando yo salía , ní de donde, ní cuales eran mis necesidades, así que tuve que pasar parte de ese previo, arreglando y negociando el tema, por cierto, el chico del sonido, un chico argentino, del que no sé su nombre, pero quisiera decirle, si leyera esto, que se portó de maravilla, me aguantó cada vez que fui a verlo y me trató genial y otra cosa que me sacaba de mi ensoñación era el frío, pues hubo momentos donde fue insoportable. De hecho pasé un rato sentado con mi compi y tapado con una manta. Ahora entiendo porque las mujeres no se quieren poner falda en invierno, el frío me entraba por todas partes.¡¡¡ Qué frío más grandísimo!!!.
Sé que no soy el primer actor, ni el último, que hace de
mujer y aún menos el primer hombre que se viste de mujer en carnaval, pero sí
creo que seré de los pocos actores que han trabajado haciendo de mujer en un espectáculo
de drags y transformistas y lo han tratado como si fuera una más. Estaba rodeado de ellas, por cierto todas muy conocidas
y algunas hasta internacionalmente y tanto ellas, como el equipo técnico y el público
me trataban como a una más.
Recuerdo llegar junto con Tridola y mi otra compi ,"La Sebastiana" y ponernos en una especie de cola, que había junto al escenario, con el resto de las artistas y sus acompañantes, y como Suhaula Conache ( drag muy reconocida por su original forma de vestir), que estaba la primera porque le tocaba salir, se volvió y me soltó un "hola" muy cariñoso que acompañó con el gesto de salirse de la cola y venir hasta mí para darme dos besos y preguntarme cómo estaba.
Recuerdo llegar junto con Tridola y mi otra compi ,"La Sebastiana" y ponernos en una especie de cola, que había junto al escenario, con el resto de las artistas y sus acompañantes, y como Suhaula Conache ( drag muy reconocida por su original forma de vestir), que estaba la primera porque le tocaba salir, se volvió y me soltó un "hola" muy cariñoso que acompañó con el gesto de salirse de la cola y venir hasta mí para darme dos besos y preguntarme cómo estaba.
Siempre he oído que en su mundo suele haber mucha rivalidad,
pero yo no viví nada de eso, al contrario, entre ellas se conocían, pero a mí no y yo podría ser una nueva artista y por tanto,
competencia, pero fue Suhaula la que me saludó a mí. Al igual que otra grande con la que actué esa
noche, Nacha La Macha. Cuando en un momento del previo me dirigí a la jaima
para coger algo de abrigo. Estaba ella con su gente, concentrada, antes de
actuar y me saludó diciendo: " Hola
Juana ¿Qué tal estás?" Me sorprendió que me reconociera y ante mi sorpresa me respondió que
yo la había mencionado en Instagram y por eso me conocía eso me pareció otro gesto de humildad, de humanidad y de compañerismo.
Ya digo, me trataron muy bien, y me integraron como una más, pues
a lo largo del previo hubo gestos de compañerismo, sonrisas, guiños, apoyos, pero
yo no quería ser confundido por una transformista más y ¿Por qué?, pues porque lo mío era una actuación cómica, con un vestuario que no estaba a la
altura de ellas y no quería que nadie pensara, y menos ellas, que con mi
actuación quería menospreciar su
trabajo, ni ridiculizarlo, ni mucho menos ser una de ellas, puesto que ese es un mundo lleno de profesionales, donde hacen un gran esfuerzo para mantenerse, un gran trabajo en la elaboración del vestuario, mucha lucha, buenos montajes de espectáculos, gran trabajo musical.
Vamos dedican su vida a eso y yo lo único que iba a hacer era “jugar” a hacer
de mujer en una pequeña parodia.
Salió Suhaula y me lo pasé genial, interpretó tres canciones, una
de Fangoria y otra de Beth y yo no podía parar de bailar. Lo pasé bomba, estábamos
a un lado del escenario y había parte del publico que me veía, a mí no me gusta
que el publico me vea antes de actuar, pero como no iba a pasar toda la velada
encerrado en la jaima, me salí y me puse a bailar sin parar. El escenario
estaba en una plaza enorme, pero como solo me veían una esquina de la plaza
decidí no esconderme y disfrutar.
El escenario era muy pequeñito, y tenía tres paneles negros,
cuando llegué por la tarde y lo ví me pareció algo soso, respecto a lo que me había imaginado, pero cuando los presentadores se subieron al escenario, Rafa y
Tridola, esos paneles negros se convirtieron en pantallas con imágenes de miles
de colores, las luces se encendieron, sonó la música y empezaron a volar
papelillos, a salir juego desde el suelo y el público a aplaudir, ese momento
fue genial y me llené de vida, mi cuerpo solo me decía: “ Quiero salir ya,
quiero disfrutar ese escenario , quiero actuar y pasarlo bien”.
Desde que siendo pequeño veía en la feria de Málaga y
concretamente en la caseta de la Peña Trinitaria los pocos espectáculos de
transformistas que llevaban, esas artistas me parecían muy grandes y me provocaban mucha
curiosidad, quería saber más de ellas, de su trabajo, de cómo lo hacían, y el sábado tuve la suerte de estar codo a codo con cada una de ellas y ver como
sienten, como se preparan y por una pequeña parte sentirme como una más. Cada vez creo más que en la vida hay que luchar pero también esperar, pues muchas de las cosas
que soñabas de chico al final te llegan, o al menos a mí me pasa, y ya digo yo era feliz pues no dejaba que se me escapara un detalle.
Quizá el momento de la segunda actuación, fue el que más
desconecté de ese mundo mágico, pues fue el momento donde el frío y las
negociaciones del micro hicieron su presencia.
Y cuando la presencia del frío, dentro de mis huesos era tan fuerte que la noches estaba empezando a perder todo el encanto apareció Nacha la Macha en escena y su fuerza, su poderío y su arte hizo que me quedara con la boca abierta y no pudiera apartar mis ojos de su actuación.
Y cuando la presencia del frío, dentro de mis huesos era tan fuerte que la noches estaba empezando a perder todo el encanto apareció Nacha la Macha en escena y su fuerza, su poderío y su arte hizo que me quedara con la boca abierta y no pudiera apartar mis ojos de su actuación.
Siempre he oído decir a los actores eso de: “ Tenía el
personaje controlado pero fue meterme en el vestuario y el personaje se llenó
de matices y de verdad” pues eso me pasó el sábado pasado con “La Juana”.
Nunca jamás un vestuario me había hecho meterme tanto en un personaje, desde que salí de la jaima, “La Juana” salió fuera y Lolo desapareció, porque al llevar pecho, faldas, pelo largo, pendientes, maquillaje, tacones, etc. Todo eso hacía que el movimiento de las manos al estar constantemente apartándome el pelo de la cara, el sentarse cerrando las piernas por el tema de la falda, tener cuidado con los labios para que no se me fuera el carmín, el cuidar del bolso y la forma de andar y sentarse con los tacones, hacía que todo los gestos y movimientos naturales de Lolo quedaran totalmente anulados por los de Juana, y yo era una mujer. Evidentemente no había trabajado al personaje al 100% por tanto, ni era una mujer real ni lo parecía, pero también es cierto, que no era yo, que era otro ser y ese momento me gustó pues me hizo ver la importancia de un vestuario.
Nunca jamás un vestuario me había hecho meterme tanto en un personaje, desde que salí de la jaima, “La Juana” salió fuera y Lolo desapareció, porque al llevar pecho, faldas, pelo largo, pendientes, maquillaje, tacones, etc. Todo eso hacía que el movimiento de las manos al estar constantemente apartándome el pelo de la cara, el sentarse cerrando las piernas por el tema de la falda, tener cuidado con los labios para que no se me fuera el carmín, el cuidar del bolso y la forma de andar y sentarse con los tacones, hacía que todo los gestos y movimientos naturales de Lolo quedaran totalmente anulados por los de Juana, y yo era una mujer. Evidentemente no había trabajado al personaje al 100% por tanto, ni era una mujer real ni lo parecía, pero también es cierto, que no era yo, que era otro ser y ese momento me gustó pues me hizo ver la importancia de un vestuario.
No sé si era por la falta de presión porque tenía poco que hacer en escena o porque la noche estaba siendo
tan divertida y el personaje estaba tan alejado a lo que yo suelo hacer, que
hacía tiempo que no tenía tantas ganas de subirme a escena. Estaba deseando ser yo, el que disfrutara de ese escenario colorido y lleno de luces y ser yo el que hacía disfrutar al público.
Además las fotos que colgué de “La Juana” en Instagram tuvo
tanto éxito, me escribieron tanta gente, fueron tan vistas y tan bien recibidas
que, pese a ser un personaje, poco preparado, con el que solo he actuado 8 o 9
minutos, siento que debo darle las gracias porque me ha dado tanto en tan poco tiempo que ya amo a mi alhaurina llamada Juana.
Por cierto, una semana después aún me preguntaban algunas
personas por ella.
Fea la Juana con cojones.
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