Y de nuevo un domingo más, esta vez 2 de febrero del 2020, los miembros de la familia del Auto de la fe nos reunimos en Nueva Málaga para ensayar nuestra pieza.
Una vez acabada la charla/regañuza los dos grupos de trabajo se separaron, unos se fueron al hall y los del auto, nos quedamos en el escenario.
Fue un ensayo muy original pues nada tuvo que ver con los habituales del Auto de la fe. Esta vez no fue un paseito relajado por la pieza, sino que se trabajó y se creó.
La semana pasada os comenté que iba a ser más serio durante el ensayo y que si me dejaban me gustaría coordinar u organizar un poco.
Pues ambas cosas las puse en práctica. Como dije antes, después de la charla de Edu nos pusimos a trabajar. Antes de empezar, este anunció que yo llevaría el ensayo y por tanto me dejaba hacer y decidir, cosa que por un lado me alegró mucho, pero por otro me dio un poco de responsabilidad. Yo no soy nadie en el grupo solo un miembro más y ¿Si lo que monto no gusta al público? ¿Y si queda mal la culpa será mía?, ¿Y si a mis compis no les gusta lo que yo monto o que les mande? Pero bueno, yo me había ofrecido así que a apechugar.
Lo primero fue organizar, que me costó un poquito, puesto que el ruido, las risas, las bromas y el jaleo imperante era bastante. Así que mandé a callar y al orden en varias ocasiones, a veces alzando la voz, así que me sentía como en el cole. De hecho al acabar pedí perdón por si me había excedido en mis llamadas de atención, pero ensayos así no son muy frecuentes y había que aprovechar el tiempo, pues otro igual no pillaríamos.
Empezamos ensayando solo con la mitad del elenco, 6 chicas más Miguel. Con ellas monté cosas de movimientos, cosas con un ritmo suave, sutil, simétrico y con armonía. Como en todos esos temas soy cero experto, dejé libertad, sugerí cosas, pero insistí en qué eran ideas y sugerencias. En cambio si debo reconocer que a la hora de decir los textos, entonarlos o trabajar el cuerpo del personaje o su relación con el protagonista fui más tajante y lo tuve más claro, ahí si fui más dictatorial, sobre todo con Librada y Cristina.
Me dejó con la boca abierta, el uso tan bonito de las manos de Librada, la creatividad de Ana, como Cristina sabe poner en práctica las indicaciones que se le dan y como en un segundo cambió el matiz de su personaje y como se nota cuando se trabaja en casa y en la creación de personaje, Ana Luz e Inma estaban para comérselas.
En un principio me costó un poco fluir pero luego todo fue saliendo solo. Hicimos una primera pasada en plan montaje e ideas, otro pase ya para afianzar y de ahí pasé a trabajar con la otra mitad del elenco. Las primeras quisieron descansar pero yo les pedí que se fueran al hall para apuntar, repasar y marcar lo que habíamos hecho, para que se quedarán con los movimientos y detalles, sino la próxima semana habría que marcar otra vez y el trabajo de hoy sería inútil.
Trabajé después con la segunda parte del elenco, otras 6 chicas. Con estas llevo trabajando desde el primer día, son por decirlo de alguna manera mi equipo, y por tanto, estaba todo marcado y definido. Lo que hicimos fue limpiar todo, aclarar y mirar las intervenciones de cada una, a algunas no hizo falta marcarles nada.
Como a María José Vizcaíno que llevaba un personaje tan vulgar y con un matiz chabacano maravilloso de hecho la animé a hacerlo más.
Me conquistó también Ana Mate, como ha evolucionado y avanzado esa mujer, le dije algunos movimientos y gestos, pero llenó la escena, las dos Maricarmen avanzan muy bien y cada vez van mejor sus personajes, con Inma nos reímos mucho pues hicimos un juego de movimiento propuesto por Ana Luz que provocó un poco de fatiga en los participantes y Caro como una gran profesional que es, estuvo pidiendo consejos, colaboración y su personaje va por muy, pero que muy buen camino.
Tan especial fue este ensayo del Auto de la Fe, que ni fotos hay, puesto que Javi, no estuvo presente y luego estábamos tan enfrascado creando que se me olvidó pedir fotos, además lo consideraba un acto íntimo de creación y no debia verse. Pero pese a no tener fotos, quería hacer esta entrada porque estoy muy orgulloso de mis compañeras, su esfuerzo, su trabajo y sus ganas.
Cuando acabamos se dijo de hacer un pase completo, pero ya eran las 19:30 y algunos compañeros, entre otros yo, debíamos de marcharnos. Así que desde aquí pedir perdón a los compis, en concreto tres que fueron y no pudieron ensayar, Angel, Juanjo y Graciela.
A ver si este domingo se recuerda todo, por cierto, el enfoque personal que cambiaba el sentido de la pieza ya ha desaparecido ¡¡Qué alivio!! Y enhorabuena al compañero.
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