La tarde del martes 6 de julio del 2021, vi al público acercase, crucé los brazos, miré al horizonte y me metí de lleno en Manuel Agustín Heredia.
De nuevo recobré la pose, la serenidad y la seguridad del personaje y llegó el grupo, acompañado del guía.
Ese chico tan genial llamado Keko, que hizo una presentación de mi personaje maravillosa. Realmente hablaba más de mí que del personaje y se lo agradezco de corazón. Yo lo estaba escuchando y no sabía qué hacer, si seguir en lo mío y al acabar, empezar el monólogo o volverme y empezar a aplaudirle. De verdad, que pensé:" Guau que chulada, qué tío, pero ahora qué responsabilidad, pues el público va a esperar mucho de mí".
A ver no puedo deciros las palabras textuales, pero fue algo parecido a:"Ahora vais a ver algo muy interesante, que espero que os impresione tanto como me impresionó a mí la primera vez que lo vi"Respiré hondo, debía cumplir las expectativas creadas por Keko, me volví y empecé el monólogo.
Nada más empezar me llevé una pequeña sorpresa, el público se había colocado de una forma muy extraña. Estaban en un lateral, todos haciendo un semicírculo y muy pegaditos.
Yo actúo frente a una especie de banco de azulejos, muy amplío, donde se va sentando el público. Se colocan en línea recta, uno al lado del otro.
Como los tengo justo en frente y alineados, me tengo marcado 3 movimientos: Del centro me voy al extremo de la izquierda, de allí, al extremo derecho y de nuevo al centro, donde permanezco hasta que me vuelvo de espalda para mirar de nuevo al mar. Como es un personaje muy sobrio tampoco le meto muchos más.
En cuestión de segundos y mientras me acercaba a ellos y sin dejar de hablar, buscaba una solución, puesto que si hacía mis movimientos tal cual los tengo programado, no me iban a ver. Entonces los adapté, pero sin perder su esencia; centro, izquierda, derecha, centro, por cierto, que cuando estaba en la derecha me daba todo el sol en la cara de pleno.Otra cosa que quiero decir es que al no colocarse, frente a mí, como si se tratara de un teatro, y estar colocados como más en familia, me acerqué mucho más a ellos. Fue una actuación más directa, pues la colocación incitaba a eso, bueno lo hice también porque todos y todas llevaban mascarillas.
Pienso que ha estado bien.
Ayer hablé a un volumen más alto, como un político en un mitin, más parecido a un discurso aprendido de memoria para así impresionar. En cambio hoy era más humano, más sencillo, con partes más tranquilas y otras más fuertes.
En cuanto al texto ha estado totalmente fluido y sin problemas.
A un nivel más corporal, la presencia, la serenidad y el estar en escena que quiero dar a este empresario hoy ha estado y de verdad.
Al final un buen aplauso. Estaba contento, había ofrecido aquello que había preparado y que quería mostrar, ahora era el público el que debía juzgar si lo compraba o no.
Lo que si está claro es que tuve una gran recompensa y esta fue caminar 20 metros, reunirme con Mariángeles en la arena de la playa, quitarme la ropa de personaje, ponerme el bañador y disfrutar de un magnífico baño, una charla tranquila y un atardecer en la playa con mi compi. Después corriendo a casa a ver Masterchef.
PD: El baño fue muy breve, el agua estaba helada.
Pues vete preparando, porque llegara el dia que te den el Goya y tendras que recordar a todas estas personas que te apoya, te presentan y te representan.
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