Lo mejor del viaje fue el final, justo el final, cuando entré en esa calle que tanto me recuerda a Miraflores de los Ángeles, y estábamos a punto de doblar a la derecha para enfilar la calle del Hotel Urban Dreams donde se ve esa parada de metro tan significativa.
Estaba mandándole un beso malaguañil a Raúl, beso que mi madre me acabada de decir que le diera, pues hacía un segundo que había colgado de hablar con ella, cuando me llegó un mensaje de mi amigo David, donde me decía que qué haría esa noche que él iba a salir y nos podríamos ver.¡¡ Qué alegría me dio!! Primero porque no estaría solo y segundo
porque no estaba distante.
Respiré hondo y ya relajado tiré para adelante.
No es que durante el trayecto estuviera tenso, o muy nervioso
la verdad, pero si estaba con esa cosilla.
Creo que esa noticia fue tan alentadora que es lo poco que recuerdo
del viaje. La verdad, es que no recuerdo mucho más.
Recuerdo que en el anterior viaje hubo seriedad porque llegué un poco más tarde, que en el siguiente hacia frío pero de este no recuerdo nada, solo ese final.
Por tanto creo que todo fue normal, me recogieron en la
tienda de Harley Davison, me fui en la furgo con Raúl y nos pasamos todo el viaje
de charla.
Málaga/ Granada, sábado 2 de marzo de 2024.
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