Ayer, domingo 9 de agosto de 2015, tuvo lugar la primera lectura del guión de
Una copa con el arte, escrita y dirigida por Alberto Ríos e interpretada por él mismo y un
servidor junto a la grandísima Concha Galán, hasta ahora no había podido dar
esta información tan importante.
Era un día especial, de hecho mis compañeros me demostraron
que eran grandes compañeros, porque tuve un problema con el lugar del ensayo y ambos se
adaptaron a mi sin decir absolutamente nada, al contrario, todo esto, me hizo
tener más ilusión y más ganas de esta cita.
Antes de entrar recordaba a Candela Peña, cuando la llamaron
para su primera cita con Almodóvar, llevaba una camiseta con un color
inapropiado, comenzó a sudar por los nervios y entró en casa del director con
el “rodalillo”, como dice ella. Pues yo pese a que llegué a la cita en coche, la humedad, la jodida y pesada humedad de
este verano, hizo que empezara a sudar como un cochino, lo unico que quería era no entrar con Candela Peña, en casa de Concha.
Al final no ocurrió no sudé tanto, al rato de estar allí, llegó Alberto, llevaba
unos chupa chups, con lo cual, me pareció que aquello no iba de cita seria, como
yo pensaba, sino de algo más distendido.
Estaba nervioso, entraba en casa de una gran actriz, deseaba
que el tiempo pasara,ella tardó en coger el telefonillo, el ascensor no tardó
pero a mi se me hizo eterno, por fin, llegamosa su casa. Nos abrió la puerta, el primero en
entrar fue Alberto y tras él, vi su cabeza aparecer inclinada, con una enorme
sonrisa, buscándome y dándome la bienvenida.
Vi su cara, una actriz que conozco desde hace años, la que
vi en el congreso de teatro haciendo un fragmento de Acto imprevisto y que la
envidié por llevar toda la vida en ello, por tener la suerte de dedicarse a lo
que le gusta, la he visto en televisión, en el cine y ahora estaba yo en su
casa y ella frente a mí, sonriendome amablemente.
Poco hicimos, nos presentamos y rápidamente nos pusimos a
trabajar. Hicimos una primera lectura completa de la pieza.
Yo estaba como un niño
en una feria, no paraba de mirar
a mí alrededor, observaba cada detalle, soy un poco mitómano y ahora estaba en
la casa de una gran actriz, en su parte más privada , su casa ,y yo allí. Era uno
más, un actor más, uno como ella y eso era muy grande. Tan grande, que para no
ponerme muy nervioso mirándola, me refugié en mi papel y apenas sacaba la
cabeza de detrás de él.
La primera frase de la pieza la digo yo, “hola, hola” y
luego habla ella, cuando oí su voz, me subió un escalofrío de los pies a la
cabeza, que rotundidad.
Poco a poco, fui aflojando y aunque estaba un poco nervioso
pero, era la primera lectura y claro, tampoco estaba muy metido en el personaje.
Luego todo fue mucho más tranquilo, estuvimos hasta un buen
rato de charla, nos hicimos fotos y todo fue muy bien.
Me impresionó su amabilidad, su cercanía, sus ganas de saber
y aprender pese a quién es y que siempre que hablaba me metía a mí en la
conversación. Como siempre digo, los más grandes son los más pequeños.
Hoy lunes 10 de agosto de 2015, Alberto me ha llamado para
comentarme que ambos están muy contentos y que el proyecto sigue
adelante y CONMIGO, aunque creo que hasta septiembre no nos vemos.
Un placer, estoy deseando empezar ya en serio, GRACIAS
ALBERTO por darme esta oportunidad y ya mismo a estudiar.
Me alegro Lolo, ayyyy siempre con tus miedos. Eso es lo primero que hay que apartar,xxxxxx
ResponderEliminarY sudoso que asco hio....
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