Ha sido un ensayo, corto, breve, mal localizado, casi improvisado, pero a mi me
ha servido para mucho.
Es más al acabar he dicho de broma: “Yo
ya lo tengo todo claro, por mi estrenamos mañana” Nora ha ratificado antes de irnos, que lo que yo había dicho de broma, era cierto,
que la obra ya estaba para ser
estrenada, le quedan flecos que arreglar, pero ya sería posible estrenarla si
así fuera necesario.
Os cuento el por qué de todo esto, hoy lunes 31 de agosto de 2015, hubo un mal entendido con el horario de la quedada. Para Steven habíamos quedado a las
nueves de la mañana, yo esperaba que Nora me confirmara el horario y Nora
tampoco lo tuvo muy claro. Por lo tanto, hasta las ocho y media, no me avisaron
de la cita y yo no me enteré hasta las nueve, con lo cual estuvimos un poco
liados.
Pero como somos un gran equipo, donde se curra y mucho, somos verdaderos
amantes del teatro y con ideas muy claras, no ha habido ningún problema ni malas
caras, por el lio, ni porque yo haya
llegado más de veinte minutos tarde.
Otra cosa con la que no contábamos era con que, por las
mañanas, la Caverna, nuestro lugar habitual de ensayo, está ocupado, por lo
tanto, nos fuimos a las oficinas.
A estas alturas del montaje, no estamos como para
encerrarnos en la oficina, no sabíamos que hacer.
Hemos estado pensando si irnos o quedarnos. Al final el
ensayo ha sido de menos de dos horas, pero para mí, muy provechoso.
Hemos repasado texto y al hacerlo en un hábitat distinto al
de siempre, me ha servido para seguir manteniendo todo y darle seguridad. Después
hemos montado el final. Yo deseaba verlo
listo. Nora nos ha dado indicaciones,
ella siempre atenta a todo lo que hacemos y sacando detalles y perfilando todo,
es una monstrua.
Por último yo he tomado las riendas del ensayo, tenía muchas
dudas por resolver y Nora ha estado ahí, pacientemente, resolviéndolas. Casi todas
eran dudas de movimientos.
Tras eso nos hemos ido, ha sido un ensayo sin escenografía,
sin vestuario, sin todas las intenciones, sin medios, pero para mí ha sido el
definitivo, el que me ha resuelto todas las dudas.
Ya tengo la obra como un todo en mi cabeza ya no tengo dudas, ni inseguridades, con lo
cual me he ido con la sensación de que a partir de ahora solo me queda
disfrutarla.
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