El viaje de ida, una vez más, fue muy provechoso, pues
fuimos repasando la estructura de la pieza.
Una vez que llegamos empezó el primero de los fríos, nos bajamos
del coche y hacía muchísimo frio, estaba nublado, hacía un viento horrible, de
hecho durante la actuación pensé que parte del escenario se venía abajo o
mientras Coki y yo esperábamos en el
supuesto “camerino” una tienda desmontable, veíamos como la tienda estaba a punto de caerse y volar en
nuestras narices.
Un día más llegamos pronto, yo me di de nuevo un paseo,
donde le compré un recuerdo a mi sobrina, me gustó de nuevo pasear por allí,
despidiéndome un año más de Ventippo, pero eso sí, el paseo fue muy rápido,
porque las condiciones climatológicas eran bastante adversa.
En cuanto llegué al lugar donde nos cambiamos, me empecé a
poner muy nervioso, no tenía el personaje al cien por cien, nunca lo había
hecho, tampoco tenía partes muy graciosas y pensé que haría un poco el ridículo
y me puse muy nervioso.
Nos fuimos a realizar un pequeño pasacalle, pero Coki y yo
nos dedicamos a preparar atrezo y cambios de ropa, empecé a andar con el personaje y no
lo pillaba me daba vergüenza.
Nos presentaron y puntual comenzamos la actuación, no me
sentí nada bien, en un principio pensé que el escenario se nos caía encima, porque
el viento era imposible.
El teatro estaba abarrotado, aunque no veíamos mucho porque
estaban en total oscuridad y la luz de escenario nos daba directamente a la
cara. El público estuvo entregado en todo momento, riendo, participando y
comentando cada parte de la actuación, yo creo la pieza gustó bastante.
Ahora yo no me sentí
bien.
Ya he dicho muchas veces, que la Comedia del Arte, no es mi
fuerte, pero el personaje de Arlequino, ayer pudo conmigo. Yo solo he hecho dos
veces de Arlequino, pero como dije era otro cuerpo, otra forma de andar de
hablar y eso me hizo que me perdiera mucho.
Yo solo salía en cuatro escenas y todas seguidas, y ya no
salía más, Pantalone no es un personaje muy divertido, pero siempre le saco
algo, pero Arlequino es uno de los personajes fuertes de la Comedia del Arte y
el mío ayer pasó totalmente desapercibido, entre otras cosas porque yo no
estaba a gusto y dejé las escenas pasar.
El publico solo rió con dos o tres cosas mías pero muy
pocas, cuando hablé con ellos no logré que interactuaran conmigo.
En cuanto acabamos, si soy sincero, sentí casi vergüenza y
estaba deseando irme y quitarme de en medio.
Nos comimos los bocadillos y mientras lo hacíamos no estaba
nada relajado ni feliz, sino algo desilusionado, pero en el camino de vuelta Javi
comentaba cosas mías que a la gente le había gustado.
Mi actuación fue el segundo frio que viví ayer.
Rebequita de verano hio....
ResponderEliminar