Estoy sentado a la sombrita, corre aire fresco, espero. Tengo la percha con mi ropa en las piernas y mirando por si llega Rebeca, viene a recogerme para la presentación
oficial de Rafael Echevarría, por fin ha llegado el momento.
Tras almorzar y descansar, he realizado otro pase, después sesión de maquillaje y a la calle.
He
acompañado a mi madre, que iba por el mismo camino que yo y luego me he venido
a esta jardinera a sentarme y esperar.
Si pienso en otros temas u otras cosas estoy muy bien y muy tranquilo, pero cuando pienso que voy a
mostrar mi creación. Que miedito me entra y que nudito en el estomago.
Cuando represento algo delante de un público, ensayado y preparado me da igual
hacerlo, es más me crezco. Pero cuando
hago algo, por primera vez, delante de
un
director o ante compañeros me da una vergüenza enorme.
Me avergüenza que me lo echen para atrás, que me salga mal o
no guste. El tema de que me corrijan mucho me pone nervioso.
Ay que llegue ya Rebeca para comenzar con esto.
Así estaba antes de irme, ya estoy en casa, he acabado la
tan esperada y ansiada presentación oficial de Rafael Echevarría hoy, viernes
17 de junio de 2016, en La Finca de la Concepción.
Pero cuando he llegado allí todo ha cambiado, nada ha sido lo que yo esperaba.
Los chicos que iban a
ver mi representación, estaban realmente
cargados de trabajo, así que ha sido solo un chico, un guía, Rubén, el que ha
estado junto a Rebeca en la representación.
Realmente no ha sido representación, sino pase técnico y
como tal me lo he tomado, no me he
vestido, no he dicho el texto integro y no le he dado apoyo, ni fuerza a mi
voz.
Más bien hemos hecho, como digo, dos pases técnicos. Hemos estado viendo el
espacio donde me debo mover, el tiempo que tengo para ello, las posiciones más idóneas
etc.
Todo esto ha dado como resultado que debo de recortar y reformar mucho el texto.
Paso mucho tiempo acompañando al publico de un lugar a otro, me han
recomendado que en ese tiempo no hable mucho y por tanto, si digo el texto parado y luego realizo los traslados, me paso de tiempo y eso no puede
ser.
Cuando empecé el primer pase, me sentí muy frio, de hecho
había repasado el texto un segundo antes y sin embargo cuando empecé no sabía encadenar bien el principio, me quedé
en blanco y tuve que comenzar tres
veces. Nada estaba ocurriendo como yo lo había planeado y eso me hizo sentir
aun más frio.
Me arranqué e hice el primer pase, pero me daba tanta vergüenza
todo, tanto miedo que corrí el texto, el vasco y el todo.
En el segundo pase, por indicación de
Rubén, hablé más alto y más lento y por lo que él me ha dicho le ha gustado mucho más que el
primero, pero que
esperaba que le diera más en las represen-
taciones, a lo que Rebeca siempre apuntaba que era
normal era la primera vez y en los pases me
crecería.
Ya no debo ir más, hasta el 30, día del estreno.
Estoy muy seguro, el acento a gustado, el Echevarría
desastre, cercano y bonachón ha encantado, Rubén me repetía una y otra vez que
según las fotos, él veía a Echevarría así, como yo lo veo, que nunca lo imaginó estirado como todo el
mundo lo representa siempre, así que bien.
Es verdad que trabajar allí, como me dice Rebeca, será como
trabajar en familia, se les ve muy unido y con mucha familiaridad. Es cierto que yo hoy me he notado, en la actuación y con
ellos, muy frio y muy cortado, pero realmente estaba tímido. Mostraba mi
trabajo y eso siempre es algo complicado y sé que no estaba en mi salsa.
Pero vamos estoy deseando empezar, el primer día voy a
triunfar y lo sé . Interactuar con el público y jugar con ellos es mi fuerte, es
una de las cosas que más me gusta, mucho más en ese paraje y con el buen rollo
que hay.
Aun me queda mucho
que trabajar con Echevarría pero desde ahora todo será más fácil, cómodo y sencillo.
No se porque, pero este personaje me gusta.
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