Hasta hace un momento estaba hablando, por Whatsapp, de
dinerito. Porque en el mundo del teatro, también hay que hablar de esos temas
"feos" del dinero. Pagos, fechas de pagos, justicia en esos pagos. Es
que aunque mucha gente no lo crea, los actores tenemos la suerte de trabajar en
eso que nos apasiona pero también y por desgracia... somos personas... y
comemos.
Hasta hace muy poco lo tenía muy clarito en mi cabeza, pero ahora... estoy liado y no sé bien que poner.
Antes de escribir esta entrada he estado buscando palabras en euskera
y palabras castellanas en desusos, o sea, del siglo pasado.
Con ello quiero enriquecer mi texto de Rafael Echevarría. He conseguido 4 palabras de las unas y 9 de las otras, respectivamente.
Con ello quiero enriquecer mi texto de Rafael Echevarría. He conseguido 4 palabras de las unas y 9 de las otras, respectivamente.
Hoy martes 7 de junio del 2016, me he llevado a Rafael a la playa. Para ver si los dos, allí, relajados nos encon-
trábamos y nos ha-
cíamos amigos de una vez. Pero nada no acabo de pillarle el punto, no estoy a gusto con el Rafael que estoy creando.
De camino a la playa he trabajado mis dos primeros monólogos, el tercero me lo ha aprendido tumbado.
Este me ha costado, nada, aprenderlo. Allí tumbado en la playita, el sol, el silencio y la tranqui-
lidad, porque hemos ido tarde a la playa, ha hecho que en menos de diez minutos me sepa el texto perfectamente.
Ese texto prácticamente no es mío,
por eso creo que lo he aprendido tan pronto.
Me he dado cuenta que los dos primeros monólogos, al ser míos me han costado más estudiarlos, me da como vergüenza, no los
pillo, no me parecen buenos.
Estoy dándole vueltas y más vueltas, cambio el orden de los párrafos para darle un poco de más coherencia, pero nada me convence.
De vuelta a casa he venido reformando y repitiéndome los textos una y otra
vez, pero no les doy vida, parezco un papagayo repitiéndolos. El texto está
muerto y hablo como los niños chicos de memorieta y ya no se qué hacer con él.
Además creo que debo volver a los orígenes y empaparme de videos de Julen
Guerrero, porque el acento se me está yendo al gallego y cuando me sale el
acento vasco me queda monótono.
Por cierto, que al hablar así aprieto mucho la mandíbula, y se me va al
personaje al viejo gruñón y eso no es lo
que quiero hacer. Además me hago un poco de daño en la garganta y en la mandíbula
por forzarla.
Así que solo me queda trabajar y trabajar, porque ya lo tengo todo, texto,
intenciones, medio acento etc. pero no
me gusta nada, está muerto. Ahora a currar y resucitar a Rafael.
¿Estas en pelota, verdad?
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