QUE ORGULLOSO ESTOY DE MIS NIÑOS Y MIS NIÑAS.

Ay que ver, que orgulloso llegué ayer, domingo 12 de junio del 2016, del ensayo de Noches de  veranos en San Miguel. No tengo mucho que contar, porque realmente no pasó nada y eso fue lo bueno, todo fluyó  a su ritmo y de la forma que debía de hacerlo.

Ayer solo fuimos los actores que hacen de personajes. 

 

Tras una charla inicial de Eduardo,  este nos ofreció a Gertru y a mí el puesto de “directores” de la pieza. 

Yo tras aclarar algunas cosas con las que quiero evitar el estrés y los problemas de otras representaciones, empezamos las lecturas de  los monólogos.

Ayer trabajamos con José Luis Zumaquero, Blas, Gertru, María José  y un servidor.

Me quedé encantado con todos, José Luis hizo el trabajo de un buen actor, se dejó moldear por mí con una soltura impresionante. Tras una lectura lineal y algunas indicaciones, hizo una lectura perfecta. 

El texto de Blas, a parte de maravilloso, es un autentico dulce y muy difícil, pero él tras unas indicaciones supo mejorar, la primera lectura, pero le queda mucho trabajo.

Las niñas estuvieron muy bien, Gertru debido a que le faltaban sus compañeros de escena que le dan más vida al personaje, quedó un poco fria,  pero sé que lo hará muy bien no me preocupa absolutamente nada y María José lo hizo casi perfecto, poco tuve que indicarle, solo algunas cositas.

Luego llegó mi momento, pero me daba vergüenza, la verdad, sentí vergüenza porque debo hacer un acento diferente al español y estaba nervioso. Me dio corte y le dije a Eduardo que aun no lo tenía preparado. Hice una simple lectura y ahí lo dejé.

Me dio corte, dar tantas indicaciones y luego llevar lo mío tan mal, resolví dudas de mi texto con Edu y nos fuimos a casa.

Me fui orgulloso se trabajó muy bien y todos, escritores, actores y directores íbamos, aunque  no pasa siempre, el mismo sentido.

PD: Gracias Gertru, por tu foto robada.