"Muy mal, esto está muy mal o al menos yo lo siento muy mal.
Hoy, jueves 15 de junio de 2016, he ido de almuerzo con
Anai. Hacía meses que no la veía. El almuerzo ha durado desde las 14:37
hasta las 18:09 horas. Vamos que nos hemos puesto al día de todo. Hemos
cotilleado, confesado, ideado, reído etc. En resumen, que lo hemos pasado muy
bien, que me encanta estar con ella, que la quiero mucho y como ella me ha
dicho hoy soy “su niño chico del teatro.”
Cuando hemos acabado, tenía ganas de pasear, de estar
relajado, para un día que no hace 40 grados hay que aprovecharlo. Pero de
pronto me he acordado de que mañana era la prueba, bueno la presentación oficial de
mi Rafael Echevarría, en el jardín Botanico.
Y aunque he estado todos los días con
Rafael, no le he dado el empujón final que se merece.
Esta semana quería hacer un repaso diario, con movimientos y
parte del vestuario.
Lo haría delante de un espejo y así vería como marchaba
todo y podría autocorregirme, pero debo de confesar que no lo he hecho.
Hoy si, pero llegué a casa a las 18.30,
había quedado con Alba a las 20:OO en el centro y debía ducharme, ensayar,
preparar el vestuario etc. Y había mucho que hacer.
Con lo cual, me he puesto en marcha, aunque nada relajado, a
prisas, sin pararme, sin decir el texto lento, a veces forzando y he acabado
con un dolor de garganta que apenas podía hablar.
Los movimientos no han
quedado seguros y el cuerpo de Rafael no tiene sentido, ni me gusta.
Así me fui ayer a un concierto benéfico de Manolo Medina,
con mi Alba. Desconecté al cien por cien.
Al volver a casa me senté a ojear el libro
del Jardín Botanico, que mi hermano me prestó tan amablemente y después me mucho
buscar, porque yo juraría que no había, encontré tres fotos del Sr. Rafael Echevarría.
Y sentí un crack en la cabeza. Si yo fuera un comic, se me
hubiera encendido la bombillita sobre la cabeza, lo vi todo claro.
Rafael no
era tan recto y duro como yo lo representaba, era un hombre con aspecto de bonachón,
de huevón, de tranquilo, de buena gente, es más, hay fotos posando con una
postura muy curiosa y nada estirada, vamos que era más desastre, como yo y menos
estirado.
Rápidamente me puse frente al espejo y todo fluyó más claro,
empezaron a salirme ideas, creé movimientos de brazos. Pienso tenerlos siempre
pegados al cuerpo. En las fotos él siempre los tiene así. Salieron mil cosas más pero era tarde y debía
madrugar.
Me acosté feliz, contento, con alegría y con ganas de
despertar para poner en pie todo lo que había descubierto.
De hecho hoy viernes 17 de junio del 2016, me he levantado y
antes de ir al gimnasio he hecho,con la nueva
postura corporal de Rafael, un primer pase de los monólogos y siento más a ese hombre de las fotos, me ha
salido todo más fluido, el acento más fácil, aunque sigue sonándome a gallego y con este cambio
no fuerzo la garganta y no me duele.
Al volver del gimnasio he hecho otro pase y me he sentido
muy cómodo.
Punto negativo, mi madre estaba oyéndome ensayar y al preguntarle
si parecía vasco… se ha hecho un poco la tonta: “no estaba muy atenta” me ha dicho….O sea, que mal.
Ya veremos estar tarde después os cuento.
Vaya pintas!!!
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