Hoy, miércoles 18 de julio del 2018, descubrí que al final,
el jardín botánico de Málaga no es mágico, porque la magia del lugar no la
generaba él mismo, sino Rebeca.
Al contrario que en semanas anteriores, he pasado más tiempo con los compis en su
"baño-camerino-común" y eso ha hecho que haya hablado mucho con
Rebeca, cosa en este verano aún no había hecho. Hemos comenzado con nuestros
cotilleos, nuestros recordatorios, nuestros compis de la ESAD, nuestros sueños.
Ella me ha contado sus objetivos, sus deseos y te los cuenta, siempre, de una
forma tan maravillosa, con tanta ilusión y tanta energía que te llena de buen
rollo y hace que te ilusiones más que ella.
Además, me ha contado una historia de un cerdo y un
bocadillo y esto es lo que me ha llevado a pensar que la magia del jardín la ponía
ella y sobre todo hoy, que la he vuelto a vestir. Como siempre un honor, de
hecho Juammpe me ha dicho: " Por fin la vistes tu que luego te echa de
menos". Son grandes.
Antes y después de la visita a Rebeca, Juammpe y
Celia, he estado junto a Steven, paseando por el jardín, hoy lo he llevado a
ver "La vuelta al mundo en ochenta arboles”.
Hemos llegado al jardín a
las 20:08, hemos estado un buen rato hablando, abajo, con Álvaro. Steven se ha
cambiado de ropa y luego nos hemos subido al museo a poner las velas, yo he
ordenado todo mi vestuario, maquillaje y atrezo. Cuando hemos acabado aun nos
quedaban dos horas y media para actuar, así que nos hemos ido de paseo.
El
paseo ha sido fantástico, hemos recorrido el mundo entero, vegetalmente
hablando, solamente deambulando por el jardín, pero no solo se han visto arboles hoy he llegado, por primera
vez, a la puerta del final del jardín y he visto una alberca, un acueducto y paisajes que no conocíaeso acompañado de buena temperatura y mejor compañía
y conversación, ha dado lugar a un paseo de 10 y a un previo maravilloso.
Tras
el paseo y volver a visitar a los compis y nos hemos hecho una fotos.
Aun nos
quedaba a Steven y a mí, casi una hora de espera, así que, tranquilamente hemos
encendido las velas del museo, hemos saludado y deseado mucha mierda a Dani y
nos hemos venido a conversar mientras me maquillaba.
Con el maquillaje a medio
hacer, Steven se ha ido y ha comenzado
mi paseada soledad.
Supongo que ese acueducto sera un tramo del de San Telmo, realizado por Martin de Aldehuela para abastecer de agua a la ciudad.
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