El miércoles 4 de julio del 2018 fue la vuelta al botánico
de la familia Echevarría y el reestreno de la pieza Un paseo por el tiempo. Este
año es su cuarta edición. Yo llevo
haciendo esta pieza tres años. Aún tenemos público
numeroso, pero es que todos los años hay alguna novedad y este verano son: Antón, el amigo gallego que
le echa una mano a don Rafael y una nueva doña Amalia Heredia que dará su toque al personaje.
Pues como digo El
paseo por el tiempo, fue un paseo por el tiempo, porque el tiempo lo cuadré
a la perfección. De hecho el primer pase que empezó a las 21:30 debía acabar a
las 23:00, pues cuando yo llegué al mirador para esperar al público del segundo
pase eran las 23:09, o sea, el tiempo
estuvo cuadrado al máximo y en el segundo me pasó igual.
Este año con la incorporación del personaje de Antón, mi
recorrido se ha recortado mucho y de veinte minutos que duraba el año pasado, que siempre eran más, he pasado a quince. Antes andaba mucho pero ahora solamente los bajo del
mirador al museo y fin, por ello fue un paseíto, relajado y tranquilo con mis
visitantes.
Y ahora os cuento como fue cada pase:
“Acaba de terminar el primer pase de esta noche y el primero
del verano 2018 de Un paseo por el tiempo y puedo resumirlo en que ha vuelto don
Rafael, este ha vuelto a su finca.
No puedo decir otra cosa y con esta sola frase, el pase
estaría más que resumido,de nuevo me he metido en él, me he sentido él,
Lolo ha dejado de existir para que exista él, ha estado vivo en mí y casi sin calentamiento previo.
Además este año el pase ha sido más real y vivo que nunca,
porque veréis, todos los años este espectáculo estaba perfectamente marcado, sabía que decía en cada parte
y donde lo decía, cuando paraba y cuando no, pero como dije antes, este año, debido a la entrada de nuevos compañeros, nada estaba marcado, mi única función es bajar al público
desde el mirador y no establecí nada, lo más preparado era la historia creada entre Steven y
yo, el texto del año pasado, documentación en general y bromas como recursos de
otros años, por ello, durante el camino
y según veía el ánimo del público, he ido diciendo unas cosas u otras, por
tanto, este año el texto y el personaje está más vivo que nunca, porque el año
pasado había partes marcadas y otras improvisadas, pero este año todo es
improvisación, pero claro con una base.
La broma, inicial con Steven, quedó muy bien, yo
estaba tranquilamente sentado en el mirador, leyendo, cuando de pronto el público fue llegado, yo empecé a saludarlos y de pronto
entró Steven, Antón, y hemos hecho nuestro acting tal cual lo habíamos pactado antes
de comenzar. Esperábamos que el público lo apoyara y así ha sido y después todas mis bromas han sido reídas por
el público.
De hecho, antes de irse Steven, he tenido mi primera “discusión-broma”
con una señora y al irse, el público me fue comentando cosas de
él, la verdad que ha sido un público no muy numeroso pero encantador, porque en
todo momento estaban metidos en la historia.
En el mirador conté como me hice con la finca y durante la
bajada fui dando a conocer los cambios que surgió el jardín con mi llegada,
tanto interna como físicamente.
Llevé parte de la bajada, a una señora de mi brazo y
luego fuimos hablando con su marido, otro señor, que me llamó Rafa, le regañé y luego nos hicimos amigos, porque me
daba la razón en todo. Casi al principio escuché a una señora decir: “Está sembrado”.
Este año hay un pequeño problema. Antes de llegar al museo, hay unos vinilos enormes con fotos de los personajes ilustres que visitaron la finca, todos sus propietarios y una
breve historia. Eso me da mucho juego. Juego con el que la gente suele reír,
pero también se quedan mucho tiempo ahí parados y cuando explico el museo Loringiano no me oyen . La gente no me prestaba atención, porque aún seguían con las fotos, de
hecho les dije que si querían antes de irse yo les regalaría una foto mía.
Me dio pena irme, de hecho la gente expresó su deseo de
seguir conmigo cuando me tuve que despedir puesto que se oyó algún que otro; “oh”.
Dejé a la gente con cara de felicidad y eso es lo que a mí
me gusta, que lo pasen bien. Ha sido un
calentamiento perfecto, en el segundo más y mejor. Esto muy satisfecho.”
"El segundo pase se realizó con el mismo buen rollo que el
primero, aunque en este noté que el acento se me iba a ratos, acabé igual de
contento, pero menos satisfecho.
Lo que me pasó fue lo siguiente, estaba de pie, con el móvil
preparando mi anterior entrada en el blog cuando de pronto escuché ruido, era
Steven, en un segundo silencié el móvil, lo apagué, lo guardé y me puse en
posición, en ello llegó el público.
Con Steven todo fue maravilloso, de nuevo conexión, buen
rollo y la gente muy integrada, pero de pronto cuando Steven se había ido, fui consciente de que llevaba un rato hablando raro y me dije: "¿Qué haces? Estas gritando y
simulando el acento, pero no está vivo ni el acento, ni Don Rafael".
Desde entonces me daba corte seguir, porque no sonaba a
vasco. De hecho en el grupo había tres vascas, una de Bilbao y otras dos
mujeres, madre e hija, que me comentaron que sus abuelos eran vascos y eso me
cortó aún más porque no me dijeron que lo hacía bien.
Entonces me corté un poco e intenté hablar menos, pero
tampoco me concentré mucho para llevarlo a buen puerto o retomarlo. Había un
personaje chulesco, llano, buena gente, pero mandón, o sea, la esencia de don
Rafael estaba, pero el personaje real no.
Para mi no fue un buen trabajo pero el fondo sé que si lo fue , porque
el público no paraba de reir y lo han pasado en grande, sobre todo al final con
el juego en el banco de los enamorados o el chico que decía que había marihuana sembrada en el jardín o la familia con la que bromeé al decirme que habían visto a un duende.
De nuevo vi caras de pena al irme porque el público seguía
con ganas de más."
En resumen que durante la noche me lo pasé muy bien, que fue un paseo con amigos,
pero eso sí me quedé con ganas de más Rafael, antes era muy cansado, ahora gracias a
mi compi ando menos, me canso menos, pero tengo ganas de que Rafael
viva más.
Pues a centrarte mas en el acento y en los trabajos y a dejarte de chuminadas nuevas que no te van aportar nada. Si acaso estres y dolor de tobillo. Hazle caso a tu medico de cabecera y luego no vengas lloriqueando.
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