Hoy, miércoles 18 de julio del 2018, he tenido una soledad un pelín más larga de lo habitual. Si el titulo de la pieza es; Un paseo por el tiempo, mi soledad ha sido mil paseos por el paseo de las palmeras, valga la redundancia.
Cuando Steven se fue, me dejó en mi "baño- camerino-particular", maquillándome, por cierto, que no había forma humana de tapar la barba con el maquillaje, y como no me traje maquillaje negro para resaltar el bigote , me quedó muy raro y no tan chulo como la pasada semana.
Una vez maquillado y vestido, me fui con mi cena hasta a la mitad del paseo de las palmeras. Fue allí donde me acordé, que había dejado el útil de jardinería de Steven, no sé como se llama, en el "baño- camerino" y fui a por él. Como no estaba allí, volví a la mitad del paseo y pensando que estaba escondido tras unas macetas, fui al final del paseo, tampoco estaba, así que me volví otra vez a la mitad. Luego Steven me comentó que se lo había llevado sin querer.
Estando en la mitad del paseo, recordé que no llevaba la cartera y volví al "baño- camerino" a por ella y de allí volví a cruzar el paseo para ponerme a cenar, me comí mis dos mini bocatas secos y para el mirador. ¡Vamos otro paseito más!
Allí ya me senté, me hice fotos para el blog y esperé y esperé y esperé, leyendo a Marisol.
¿Por qué esperé tanto? En la próxima entrada lo podéis leer.
Mas vuelta que un trompo.
ResponderEliminar