Dice Concha Velasco que le encanta levantarse sobre las cinco de la madrugada para estudiar guiones, la verdad que nunca lo entendí, pero el pasado jueves, 26 de julio del 2018, pude llegar a comprenderla pues sentí el placer que es estudiar de madrugada.
Venia del botánico, cansado de trabajar, pero traía tal subidón, debido a las buenas criticas y que al día siguiente lo tenía libre hasta las 21:00, que decidí ponerme a leer el guión de La cena de las emociones, y me animé y acabé estudiándome dos escenas completas y una parte de la tercera.
La verdad que es un placer estudiar de madrugada, te centras y te entra el texto con mucha facilidad. A las dos de la mañana me fui a la cama repasando dicho texto.
Pero ahi no quedo todo, el viernes 27 de julio del 2018, por la mañana, mientras estaba en el gimnasio repasé el texto, mientras iba a la playa, por la tarde, estudié nuevas escenas y a la vuelta del cementerio, de madrugada, volví a afianzar y repasar escenas.
De este trabajo no os he comentado nada, pues ahora lo hago. Esta pieza es autoría de Elena Molina, amiga y ex compañera de la ESAD, cuando empezó con su idea contó conmigo pero después a lo largo del proceso me tuve que desvincular de él, ella volvió a buscarme varias veces, pero me era imposible unirme. El pasado miércoles, 11 de julio, me pidió el favor de que actuara en su pieza el sábado 21 de julio. Después de muchas negociaciones, acepté.
El sábado 21 de julio actué con ellos y me gustó la idea, así que, he decidido unirme a su equipo y la próxima actuación será el próximo sábado 4 de agosto del 2018. En el pase anterior leí el texto, hice una especie de lectura dramatizada, pero para esta vez me lo estoy estudiando, así iré más seguro y libre para actuar.
La madrugada es un placer para crear, varios escritores y pintores ilustres utilizaban esas horas para hacer arte.
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