Hoy, miércoles 4 de julio del 2018, el previo ha sido un
poco novedoso en general.

Para empezar no he llegado al jardín con mis padres, hoy el viaje de
casa al Botánico lo he hecho con el polluelo, Steven. Habíamos quedado a las 19:50
y yo llegué un poco más tarde y cuando acabó la jornada me lo refirió:" Mañana a las 19:50 de verdad". Él es muy puntual y yo ahí fallo.
Bueno, fui un poco tonto, no recordaba que era el primer día de Rafael Echevarría y fui cargando, desde casa a la barriada de La Roca, lugar de mi cita con Steven, con todo el vestuario. Podrían haberme llevado mis padres al jardín o citarme con Steven en mi casa. Mi cabeza que no me sirve para nada.
En cuanto llegamos, nos encontramos al pingüino más veterano
y formado del grupo, Juanpe, juntos entramos en el jardín. Aun no habían llegado todos. ¡Ves Steven como no íbamos
tarde!
Nada más entrar a ocurrido algo totalmente nuevo. Hasta para mi fue un estreno y eso que yo soy pingüino viejo y es que Soraya nos puso a Juanpe
y a mí a mover un macetero, enorme, de hormigón y luego a decorar la entrada junto a Dani y Álvaro.

Soraya me dio carteles y cargado con todo mi
atrezo, vestuarios, cena, cajas y complementos, me fuí al museo, temía que
mi pie se resintiera pero... no quería volver a bajar donde los jefes... no
quería... continuar... mi carrera... como "decorador del jardín".


Tras eso llegó Steven y mientras yo montaba mi
"baño-camerino" particular, hablamos de nuestras cosas y fue a
vestirse, al ser nuevo deseaba hacerlo.

Y para relajarlo nos hemos sentado hasta las 21:10 aprox. a
hablar de nuestras cosas.
Ya a esa hora comencé a maquillarme y vestirme, en ese
momento el pingüino jefe,Samu, vino a desearle suerte. Me gustó ese detalle.
Por ultimo lo he llevado a familiarizarlo con los pingüinos
compañeros, primero fuimos a encender las velas al museo y charlar con Dani,
luego a la puerta de la Casa-palacio a desear suerte en su estreno a Celia y
acabamos entre arbustos, escondidos, porque venía el público, junto a Rebeca y Juanpe,
ultimando cosas.
Como el polluelo ya estaba preparado lo dejé solo en su
lugar de actuación y me fui.
Me retoqué, cogí mi cena y mis cosas y empecé mi soledad.
Steven Lance, es un actor sobradamente bueno y con
trayectoria y experiencia suficiente como para llamarlo polluelo, así que esta
entrada ha sido una broma. Pero sí es cierto que fui un poco su anfitrión,ya que, compartimos muchos minutos de actuación y necesitábamos cuadrar todo y que
conociera bien los espacios. De ahí que fuera su anfitrión.
En esta foto te parece el del Monopoly.
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