En lugar de estar en mi paseo de las palmeras, hoy, miércoles 4 de julio del 2018, estoy
subiendo al mirador, porque en este lugar es dónde este año se inicia mi actuación en la pieza Un
paseo por el tiempo.
Quizás Steven y Celia estén nerviosos porque hoy se estrenan
en el Jardín Botánico, pero yo también lo hago. Nunca he recogido a mis
invitados en el mirador.
Tengo que recogerlos, hablarles, contarles mi texto, bajarlos
hasta el museo y todo esto debo acabarlo en 15 minutos, porque entre Steven y yo tenemos que
completar un total de 30 de actuación.
¿Lo haremos bien, no lo haremos bien? Ahm eso no se sabe.
¿Quién lo sabrá? Así que yo también estoy un poco nervioso porque también estoy
haciendo algo nuevo.
Además no tengo mucho control de las cosas. Mientras que al
señor Loring, lo repasé y lo hice mil veces a rajatabla, al señor Echevarría no
lo he repasado nada de nada. Sé la información y lo que debo contar, pero no sé
cómo dividirla según el tiempo o los lugares. Bueno ya veremos a ver cómo lo
hago. Lo que sí está claro es que lo quiero disfrutar.
Quizás lo más complicado de Rafael Echevarría sea su acento
y la verdad que en estos días lo he repasado mucho y durante todo el previo iba
con Steven y hablábamos cada uno en su acento. Lo llevo bastante bien pero a
ver cómo me sale.
Estoy muy tranquilo, quizás lo que más nervioso me ponga es
estar en el mirador, no me gustan las alturas y este es un lugar bastante alto,
además está muy desangelado, muy fuera del jardín, aquí entra alguien y ni me
entero, además hoy hace un viento horrible.
Ya he llegado al mirador y ahora comienza mi soledad
oficial, aunque si soy sincero la soledad la he iniciado comiéndome un sándwich
y medio, a una velocidad enorme, en el final del paseo de las palmeras, tenía
miedo que apareciera Steven con el público y me pillara.
Me lo he comido abajo porque en el mirador no tenía donde
tirar los desperdicios, pero resulta que al subir, acabo de ver que hay una
papelera, antes no la había, así que el próximo miércoles ceno aquí tranquilo.
Acabo de escuchar un ruido desagradable creo que puede ser
un animal. ¡Qué miedito!
A partir de la semana que viene todo irá mejor, puesto que
tendré más controlado el tiempo y los lugares.
Una vez aquí, dedicaré mi soledad a hacer fotos, a escribir
para el blog y como no sé a qué hora aparecerá Steven, me quedaré leyendo el
libro de Marisol, que traigo todos los años como parte del atrezo y que todos
los veranos comienzo a leer, y así esperaré que llegue mi compi con el público.
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