Sé perfectamente que el no conocimiento de la ley no te exime de la culpa y especialmente en este blog, donde mi más fiel lector, es la persona más puntual del mundo.
Cuando llegué ya estaban todos allí y no sé si Edu se ahorró la charla introductoria o es que ya la había hecho, pero fue llegar yo, y empezar.
La verdad es que a lo largo de la jornada, breve jornada y luego os diré por qué, pasé más tiempo fuera del local que dentro y casi todo el tiempo acompañado por Javi Domínguez.
Este fue el primer ensayo al que Edu nos llevaba las espadas y como Javi ha hecho cursos de esgrima. Le propuse que creará, él, la lucha entre don Juan y don Luis, así que, salimos al pasillo a montarla y a ensayarla. En el siguente tiempo libre, nos fuimos a la calle, donde con un sol reinante de agosto, nos pusimos a repasar los fragmentos de textos que tenemos en común, para con ello poder afianzarlos, también me pasé tiempo solo bajo ese sol, pues me hice una foto para el blog, donde me vi muy delgado y por eso luego, todo motivado, me hice mil fotos más.
Sabéis que este montaje consta de 7 escenas, de las cuales solo salgo en dos. Una está casi al principio y otra al final, pues todo el tiempo entre una y otra es el que pasé fuera con Javi ¿ Y cuando él ensayaba? Pues me quedaba dentro con mi móvil y mis cosas.
¿Cómo me sentí durante el ensayo de esas dos escenas? Eso os lo contaré más adelante, porque ahora quiero hablaros de la coreografía de esgrima.
La coreografía se montó pronto, es muy fácil, la aprendí rápidamente y a la perfección. Quedó bonita y sobre todo muy efectista. La repetimos unas cuatro veces y muy bien, pero cuando la repasamos en la calle y después en escena, no me acordaba de nada, pero de absolutamente nada. Vamos quedé fatal.
Para los trabajos de cuerpo siempre fui “malillo” y esta afirmacion quedó clara y patente en la escena de la lucha. Espero que el sábado la ensayemos 1000 veces, antes de empezar, y quede decente, pues yo no soy muy amigo de coordinar manos, pies y piernas.
Y ahora ya sí. En cuanto a las escenas, tenía cierto morbillo por ir a este ensayo. El domingo pasado cuando salí del centro de ciudadanos Antonio Sánchez, en la barriada de Nueva Málaga, el montaje era un prado verde, repleto de frondosos árboles verdes, con montañas plagadas de flores y follaje verde, quería ver como en una semana aquello había avanzado y la verdad, es que parece que la cosa va un poco mejor. Si en los siete días que faltan todos ponemos de nuestra parte, saldrá muy bien, pues se vieron ramalazos de cosas muy buenas, pero pese a ello se respiraba, con respecto al texto, cierto aire de inseguridad, del cual en mi primera escena me vi afectado, no me sonaban las rimas y me liaba. Espero que no pase el sábado, en cambio mi segunda escena si quedó muy bien. Eso sí, de nuevo no trabajé al 100%, pues sé que lo controlo y el sábado ya lo estaré.
Lo que sí me dejó un poco sorprendido fue que tras el pase completo del montaje, el ensayo se acabó. Yo pensé que por ser el último se haría otro más.
El día anterior fue el programado para ir a recoger el vestuario, pero como yo no pude ir, acabé la jornada en el almacén de Eventos con historia, junto a Edu, Mª José y Olga recogiendo el mío.
La verdad que me lo pasé muy bien, pues me reí mucho, pero eso sí, debo decir que mi traje rojo de don Luis me gusta mucho más que el de esta vez.
Que chula la espada, espero me la enseñes algún dia...y la espada tambien.
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