Bueno ya estoy solo, es jueves 31 de octubre del 2019, son las 19:20 de la tarde, pero es completamente de noche y espero a que empiece el primer pase de Halloween en el jardín botánico de Málaga.
Es curioso porque estoy sentado justo en el mismo bordillo de cemento, donde solía esperar para realizar las fantásticas visitas teatralizadas de hace dos veranos, en las que prestaba mi cuerpo a don Rafael Echevarria y digo prestar mi cuerpo, porque a veces el personaje estaba tan vivo que tenía expresiones, movimientos y acciones tan suyas, tan improvisadas, tan espontáneas que parecía que yo no actuaba, sino que Rafael estaba vivo, pero bueno eso es el pasado y ahora estamos en el presente que es pasar miedo. ¡¡Ofú‼.Ya os contaré, en las crónicas post_pase como va evolucionando esto, pero por ahora estoy raro porque en este lugar siempre he estado tan señorito vestido, tan elegante y con tantas ganas de salir. He sido tan feliz porque sabía que iba a pasarlo realmente bien, ya que Rafael era un éxito seguro y ahora estoy aquí en chándal, con una calor horrible, de hecho estoy sudando mucho más que en verano, pues no hace nada de frio y llevo una bufanda.
Al hacer de dos personajes debo ir revestido con las ropas de ambos. Ahora estoy vestido de 520 y en un rato me pondré el mono de trabajo de Matías que es con el que empiezo.
No sé como irán mis compis porque han llegado muy justos de tiempo, pero yo ya estoy listo, listísimo.
Aunque Halloween a mí no me gusta nada, es el primero en el que soy feliz, porque no debo hablar con el público. Solo haré diferentes apariciones durante la actuación de David, dando miedo a los visitantes y eso mola pues es lo que ellos buscan. Este año no voy a calentarles la cabeza, sino que voy a asustarlos y siempre me gustó hacer esa función que hacían otros compañeros, pero eso sí, debo correr mucho y eso ahora mismo es mi reto.
Mis personajes son totalmente físicos y llevo dos semanas sin hacer nada de deporte y con mucho trabajo, por lo cual, estoy muy cansado, a ver como reacciona mi cuerpecito. También me preocupa el correr a oscuras por aquí, sin gafas y sin haberlo ensayado bien….
Hace fresco, parece que el calor horrible se está marchando, quedan cinco minutos, voy a dejar el móvil, a ponerme el mono, apretarme bien los tenis y a prepararme.
Ya os contaré pues son ocho pases.
Económicamente vienen muy bien, pero físicamente no lo sé. Ya lo veremos.
Miedo das.
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