El sábado 21 de agosto del 2021 en el Cementerio de San Miguel se estrenó la visita teatralizada dedicada a la Feria de Málaga llamada: La noche del recuerdo. Estas son las crónicas de los 4 pases que hicimos.
Debo aclarar que las 2 primeras son crónicas reales, con ideas escritas tras acabar el pase y las 2 últimas son recuerdos posteriores, puesto que al acabar de actuar no escribí las primeras sensaciones.
Aquí os las dejo:
1.- Buen comienzo:
"Qué bonito es cuando un compañero viene a verte para apoyar tu trabajo, y qué feo, como en este caso, cuando lo hace para demostrar lo gracioso que es y el arte que tiene, intentando estar por encima tuya y ser el protagonista de tu monólogo.
Varias veces metió su "bromita" y todas ellas lo ignoré. Hasta que su acompañante también quiso hacerlo y ahí sí, me salí del texto y como el personaje daba juego para eso, le respondí con una fresca. Ya no hablaron más y pude trabajar tranquilo.
Decir también que era de día y he estado muy pendiente en no dar la espalda al público en ningún momento. Algo que es difícil cuando están colocados en semicírculo, tenía que evitar que se me vieran las manchas de lejía en la espalda.
Lo que no me ha convencido ha sido la entrada en coche. Estaba todo marcado, se ha hecho como Eduardo nos dijo, pero creo que no ha habido ni sorpresa, ni emoción y no ha estado integrado, ni en la situación, ni en el personaje."
2.- El pase de " la farolo":
"En este pase había mucho menos público, yo pienso que menos incluso que el que exige el protocolo.
Esta vez la salida ha sido más espectacular. Al ver aparecer el coche se han quedado más pillado. No he parado de hablar mientras estaba dentro del coche, ni cuando me bajaba, ni al caminar. Esto ha hecho que el coche quedara integrado con el personaje y con la historia.
Por fin he cumplido el objetivo de ir más lento, meditando lo que decía y haciéndolo así más real. No mucho, pero si dejando un poco de aire entre idea e idea. Así he podido hacer distintas entonaciones, algunas incluso siniestras, para meter miedo y luego volver a la fiesta, la diversión y la chulería.
Eso ha hecho que pueda mirar a los ojos al público, creando algún tipo de relación con quien hablaba. Han estado muy pendientes y muy atentos. Hemos jugado mucho, les ha encantado corregir cada palabra o cada tiempo verbal que decía mal.
De hecho hay un párrafo en el que hablo de La Farola y estaba tan metido en la situación y tan relajado que al llevar al momento de decir: "La farola", paré el texto, hice como que pensaba y dejé de ir un: " Laaa ... ¡¡farolo!!". Todos saltaron como con un resorte a reír y corregir. Gustó tanto, que decidí repetirlo en todos los pases y se convirtió en el momento cumbre del monólogo.
Han sido muy buenos y muy divertidos, pues como no había nadie que quisiera destacar, ha sido todo más limpio, todos a una sin tanto ruido."
Este es el otro elemento material que fue esencial durante el estreno de La noche del recuerdo del sábado 21 de agosto de 2021.
Como hacía 5 años, Karpis entraría al cementerio en coche y armando jaleo. Esta vez al no tener actrices de acompañamiento, se haría usando un altavoz a todo volumen con la música de Las Grecas, ambientando así los años 70.Pensé que como en aquellas ocasiones, el coche, el conductor y un servidor sí esperaríamos en la calle y cuando nos avisaran, el coche irrumpiría por sorpresa en el interior del cementerio dejando a todos con la boca abierta.
Pero tampoco, esta vez Edu nos dijo que no, que lo haríamos desde el mismo cementerio... Pero... mientras esperábamos... ¿Dónde metíamos el coche?.
Mi compañero y yo gastamos uno cuantos minutos del previo dándole vueltas al asunto.
Si el público entraba por un extremo de la calle Santa Isabel y nosotros teníamos que actuar casi a la mitad de esa calle, lo lógico era que aparcáramos el coche en la transversal, o sea, en la calle Santa Ana.
Si lo poníamos en el lateral derecho de esta, estábamos justo donde Adri hacía el primer monólogo y allí no podíamos estar, pues no solo se perdería el factor sorpresa, sino que el público estaría más pendiente al coche que a mi compañero. Pero si lo hacíamos en su parte izquierda, molestaríamos a los grupos que se iban, pues para salir debían pasar por allí. Ya no se rompería ninguna sorpresa, pero si la magia, pues no está bonito irte de una visita y ver al actor a su bola descansando o hablando con el compañero.En resumen que la única solución y la más factible que vimos era quedarnos en un extremo de la calle Santa Isabel, el efecto sorpresa era nulo, porque en cuanto el público aparecía nos veía, pero no podíamos hacer nada más.
Además, tuvimos que poner mucho ahínco para encontrar el lugar concreto donde aparcar en dicha calle, porque según donde se pusiera el coche, podíamos ser vistos mientras los grupos hacían la visita, así que tuvimos que buscar un lugar muy concreto frente a las animas y donde quedábamos escondidos entre panteones.
La verdad es que tener un coche donde esperar sentado, donde, antes de actuar, puedes soltar tu móvil, cambiarte de mascarilla y dejarlo todo en el asiento trasero, seguro y sin problemas de perdida, es un lujo, pero esconder ese mamotreto para sorprender al público fue complicado y sinceramente no se consiguió. Además al recorrer tan pocos metros con la música puesta, no se creó el ambiente de fiesta del 2016.
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