Hoy he vivido un macro ensayo de 5 horas, divido en 3 partes.
1.- Espera, calor e ilusión. ( De 17:00 a 19:00 horas):
De nuevo he llegado puntal. El ayudante de dirección ha entrado justo después que yo. Esa pequeña calle que conduce a la entrada de artistas del Teatro Echegaray, hoy era un hervidero de gente, de pronto una cara conocida, la de una señora del coro, que estuvo con nosotros en algunos ensayos de la pieza Laberinto. Tras saludarnos, la chica de regiduría nos invitó a entrar y allí que fuimos todos.
Me hacía mucha ilusión entrar por primera vez en ese teatro, para trabajar y no para ver. Tras una pequeña cuesta, un pasillo, una habitación, todas blancas, con luces blancas pero repletas de cables, elementos técnicos y de escenografía, todos de color negro, cruzamos una puerta y de pronto entramos a un lugar de suelo negro y pareces negras, parecía un local de ensayo. ¿ Dónde estábamos? Pensé. De pronto vi que frente a mí, había una pared de algo con distintos tonos de rojos, marrones, amarillos y naranja. Hasta que descubrí que eso era el patio de butacas recogido. ¡¡¡¡ Donde estaba era el propio escenario adaptado como local de ensayo!!!. Me sentía como un niño visitando el castillo de la Bella Durmiente en París.Al fondo los compañeros, directamente me dirigí a ellos. Es curioso pero hoy al haber más gente, el equipo de actores se veía como más pequeñito y más unido. Estuve un rato hablando con Norberto, hasta que el ayudante de dirección nos invitó a empezar, eran las 17:00 horas.
Ya todos en el escenario, actores, solistas, cantantes, etc. Javier ( ayte. de dirección) Nos fue presentando uno a uno al director Francisco López.Yo soy muy malo para las caras, pero en cuanto entré, y vi a este hombre, recordé que fue el que dirigió la opera Carmen hace 13 años, pero lo más sorprendente y que más ilusión me hizo fue que él también me recordaba. Cuando Javier fue a presentarme dijo: " No sé si lo conoces" y él respondió : " Sí, no sé si de hace 2 años o 10 pero lo conozco de Carmen". Suena tonto pero me hizo mucha ilusión.
Las presentaciones, fueron las mínimas y necesarias, tras ellas comenzamos a trabajar. Fue en ese momento cuando vi que había un piano y que por tanto, los solitas y protagonistas iban a ensayar cantando de verdad. ¡¡ Qué lujazo!!.
Se ha iniciado el ensayo, por el principio, escena 1 del cuadro I. Donde ha habido parones casi constantemente. Era normal, era la primera vez que el director veía el montaje, que se ensayaba en un sitio más amplio, a tiempo real y donde nos mezclábamos cantantes y actores. Nosotros teníamos cuadrado nuestros movimientos y nuestros tiempos y ellos los suyos, ahora había que unirnos, con todo los problemas que eso conlleva.
En un parón pidió que todos entráramos a escena con mucha alegría, pero esa fue general, quitando esa, a mí no me ha indicado ni una sola vez, es más, han cambiado de posición a un muchacho para que no tuviera la misma que yo. No me han cambiado a mí sino a él.Por cierto aunque los actores, somos como el último escalón del montaje, el director también se ha fijado mucho en nuestras interpretaciones, de hecho un compañero, parecía no saber interpretar las indicaciones de este, pues lo tuvo que parar e indicar como unas 4 o 5 veces....
Me he sentido seguro y tranquilo. Tras muchos, pero muchos parones, hemos llegado a buen puerto, la escena 1 se ha acabado y se ha ensayado la 2 y la 3.
Se paraba mucho pero todo era para matizar y mejorar posiciones tanto actores, como solista pillaban fácilmente las indicaciones.
Por cierto, debía salir cuando oyera "medicina" y las dos cantantes no lo sabían, el chico de regiduría no estaba, así que yo era como un suricato, alerta en todo momento, pues la medicina no se me podía escapar y no lo hizo. ¡¡¡ ÓLÉ!!!.
El equipo "patito feo" de nuevo ha estado unido, hablando y comentando pero poco. Como ha dicho una de las chicas : " Vaya 3 patas para un banco".
Pero el gran protagonista sin lugar a duda de la jornada ha sido de nuevo el calor, era dejar un momento el abanico y el sofoco te subía, y de nuevo más abanico, parecía que te podías poner malo.
Llegó un momento en el que me noté nervioso, alerta, en tensión, no podía fallar, no podía llegar tarde, no podía pararlo todo, entonces estaba concentrado en mí, mi personaje, mis acciones y nada más, no veía otra cosa que no fuera yo. Entonces me dije: " Párate y disfruta del momento".
Y disfruté, empecé a ver a los tenores cantando, el piano tocando, el director musical marcando, el ayudante de dirección matizando, los regidores diciéndote lo que tienes que hacer, todos con ropa de calle, el teatro desde dentro, el teatro visto desde el otro lado, todo desarmado.
Estaban ahí cantando un zarzuela para unos pocos y eso es precioso. Me sorprendió que no descansan y tras cada parón retoman siempre cantando.
Pasadas 2 horas yo pensé que nos íbamos, pero no, nos dieron un descanso en hora y media y había que volver.
Viernes 15 de septiembre del 2023.
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