Hoy os tengo que contar, sí o sí, y tengo que denominar las crónicas de este ensayo como la de las buenas noticias, una lo es en un nivel profesional y algo de ego de actor y la otra a un nivel personal, mental y de serenidad, por la que debo dar gracias a Dios y a Javier, el ayudante de dirección.
Empiezo, estábamos en el ensayo de la escena... yo que sé... del cuadro... no sé cuanto, perdonad que sea tan impreciso, pero es que no hay manera de que me entere, ni yo, ni ninguno de los compañeros de cuales son los cuadros de los que consta la zarzuela, ni mucho menos las escenas, así que el elenco de actores las hemos bautizado, como el principio, la boda, el ruiseñor, el carnaval, el interludio, la de después y el final o corrala. Estas son en las que salimos todos y así las tenemos denominadas para enterarnos, y que yo usaré también en el blog a partir de ahora.
Estábamos en la primera parte del ensayo, la que iba de 16:30 a 20:00, la parte en la que estábamos solos los solitas y nosotros. En un momento en el que se ensayaba la escena del "Carnaval", donde los solistas bailan en pareja, en el centro de la escena, un baile sencillo y acaban todos en el frente con una postura estática.
Pues antes de llegar a ese final, Milagros, la solista que hace de la madre de la protagonista, una mujer que me parece fascinante, dijo que no tenía pareja para ese baile final, yo estaba totalmente a lo mío, no me enteré de nada, pero en esas vino el ayudante de dirección, se me acercó, me cogió de la mano y me dijo: " He aquí el hombre, te ha tocado, tu vas a bailar con ella, cuando llegue el final lo coges de la mano y bailas con él".
Así que ese cuadro, lo cierro junto al elenco principal de los solistas. Es un fragmento muy corto, no lo llevamos muy ensayado, pero me hizo ilusión que me adelantaran. Me sentí como Lina Morgan y su compañera en Dos chicas de revista cuando por cuadrar un final, adelantaban a una chica del coro junto las vedettes principales, una tontería, pero me sentía así y me hizo ilusión.
Recuerdo también que cuando se ensayó, por primera vez, la solista me cogió antes de tiempo, me acercó con ella a la boca del escenario y el director comentó que yo estaba demasiado pronto adelantado. Parece que no quiere que los actores nos veamos mucho, je,je,je. Da igual pero me hizo ilusión.
Aquello que parecía muy fácil, no lo era tanto, pues como dijo una de las que hace de beata, cuando llegue el coro será complicado que se adelante entre tanta gente, tenía razón pero yo me cuelo.
Y ahora.... ¡¡¡ La gran noticia!!!. A las 20:30 tras volver del descanso de las 20:00, me dije que ya estaba bien de miedos, que iba a probar a subirme a la carra y ver como me sentía en las alturas, pero lo más curioso es que cuando estoy soltando mis cosas, en el palco donde el elenco de actores soltamos todo, miro y veo que se ha montado la corrala. Se iba a montar esa escena por primera vez y ahora sí o sí tenía que subirme.
Subí el primero para controlar, pero cuando subieron mis compañeras y la solista, aquello fue un infierno, porque estas se movían con libertad y la carra parecía realizada en palillos de dientes en medio de un huracán, se balanceaba lo más grande.
Esa escena dura solo 30 minutos y quizá con un gran esfuerzo mental y concentración lo podía conseguir, pero subirme a las 20:30 y estar allí hasta las 23:00, que acabara el ensayo. Sin hacer nada, esperando, mirando y asustado, era insoportable. El miedo se apoderó de mí. Me bajé hasta el segundo escalón de la escalera y me agarré fuerte a la barandilla, hice 2 amagos de bajarme. Doña Francisquita no era la prota de la zarzuela, sino mi vértigo. Me senté en la escalera y las 2 chicas de mi equipo estuvieron muy pendientes de mí. ¡¡¡ Qué tías más fantásticas!!!. Me incitaron a que lo dijera a dirección.
Fue en ese momento cuando Javier el ayte. se acercó para recolocarnos y darnos instrucciones y le hice saber lo que me pasaba, sin dudar ni un segundo, dijo que me pusiera en otro lado de la balconada, le dije que tampoco estaría bien, me dijo que eligiera yo el sitio y tras mi nueva negativa, sin problemas, sin malas caras y sin nada, totalmente cariñoso, me dijo que me fuera abajo y me apoyara en una columna.
Desde ahí disfruté cada segundo del ensayo de los solistas. Todo era nuevo y me estaba encantando.
Las vistas desde mi sitio en la corrala son estupendas. Qué bonito es ver cómo se genera todo.
La zona de trabajo, pegada a la boca del escenario, muchas sillas, el director, el ayudante, los regidores, el coreógrafo, el gran piano negro de cola, la maestra tocando sin parar un segundo, los solistas actuando y cantando, son sus pañuelos en el cuello, sus chaquetas, sin abanicarse o pedir aire acondicionado, los bailarines, esperando en su de zona de trabajo, estirando, con ropa de trabajo, calentando, los taconeos o las vueltas. Cada uno a lo suyo.
Es tan bonito ver tantas disciplinas y cada una con su proceso de trabajo y luego estábamos los actores, que como decía un profe de la ESAD, somos los menos disciplinados, de charla, a lo nuestro, sentados etc. Tampoco es que nuestra participación sea enorme pero...
Tras eso vino el descanso y Javier nos sacó al hall de la entrada de artista para analizar la interpretación, es verdad que nos ha regañado bastante, pero yo esta vez no me he sentido muy aludido, porque pienso que he cuadrado y lo he hecho bien. Creo. De hecho las veces que ha indicado algo directamente no ha sido conmigo.
También se han hecho por primera vez, las escenas del inicio con el director y los solistas y creo que todas han ido muy bien. La relación con las beatas muy bien y con mi compañero de escena David, también. Parecía que no había mucho filim entre los 2, pero se está generando uno muy chulo.
En la primera intervención si nos ha dicho el director, que hemos llegado un poco tarde a un primer parón que debemos realizar.
Antes de salir de casa, me dije: " Lolo pase lo que pase, hoy vas a salir a disfrutar, vas al teatro a pasarlo bien y nada de nervios" no sé si será por esa actitud, pero todo me salió perfecto y lo pasé tremendamente bien.
Aunque lo he pasado muy bien, como digo. Hoy también ha sido muy cansado, muy cansado, muy cansado. Iba a casa agotado, se hace muy pesado a veces, porque hay partes de la función donde hay personas que no atienden o no hacen lo que hay que hacer, y el resto tenemos que estar esperando y esperando y mil veces esperando a que se expliquen mil veces lo mismo, se pare otras mil. Esas esperas por falta de atención ya no tienen gracia, y como nuestra participación es mínima, nos podríamos ahorrar estar ahí e irnos, pero estamos y entonces esperamos.
Ha sido mucho esperar, al final, de verdad, que tenía dolor de cabeza y se me cerraban los ojos, pero es cierto también, que cuando decían os toca, era darlo todo porque es lo que hay que hacer y además me gusta aunque sea poco.
Hoy aunque ha habido muchos descansos, no nos hemos librado y nos hemos ido a las 23:00 horas tras 7 horas de ensayo.
Miércoles 20 de septiembre de 2023.
Ole tuuu!! Asi me gusta venciendo los miedos.
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