¿ Soy un afortunado por currar en el Cervantes? SI. ¿ Soy feliz por trabajar de lo que trabajo, actor? SI por supuestísimo. ¿ Tengo mucha suerte de estar en este proyecto y ser uno de los 11 seleccionados para este trabajo? SI, SI, SI y SI, por supuesto que sí.
Doy gracias a Dios a diario por esto, pero es un trabajo y los trabajos ¿ Cómo son? Pues lo normal unas veces maravillosos y deseas ir y otras pues no te apetece tanto.
Y si ayer os hablaba de la rutina maravillosa de ir cada día al Cervantes, hoy sentía la otra, la rutina "pesadilla", la de pereza por volver a vestirte, ir al teatro, comerme el dulce, esperar, etc.
No tenía ningunas ganas de ensayar, de repetir, de estar allí encerrado, haciendo lo mismo. Lo siento, no es justo sentir eso, pero lo sentí.
He salido pronto, he merendado en Aparicio, he caminado hacia el teatro, he llegado a tiempo, me he sentado en los sofás de la entrada junto a los compis, hemos esperado que nos llamen, ya digo, todo muy rutinario. Solo faltaba David que es raro pues suele ser muy puntual.
Antes de que nos convocaran al escenario para empezar, decidí irme sólito a nuestro palco/ camerino y soltar mis cosas y ¡¡¡ SORPRESA!!! Ahí estaba ya David viendo el ensayo de los solistas a piano.
Así que, decidí sentarme junto a él y de colegueo hemos aprovechado ese lugar privilegiado para ver el ensayo. Me encanta el filim y el buen rollo generado entre David y yo. Al principio parecía que era todo lo contrario pero ahora no paramos de hablar tanto dentro como fuera de escena, de reír, de ayudarnos y de acompañarnos.
Después de un rato observando y ya junto al resto de compañeros, nos han llamado al escenario.
Hemos ensayado el final, todo el final. Solo nosotros y los solistas. La verdad, es que no hemos hecho absolutamente nada.
Era un repaso, o diría yo el primer repaso de ese fragmento en el escenario, y han ido matizando textos, posiciones, entonaciones, movimientos etc.¿ y nosotros mientras? Pues haciendo nada. Esperando y esperando de pie en nuestras posiciones.
A David lo han cambiado de posición, como a casi todos los compañeros, nos han dicho que no podemos destacar demasiado con respecto a las escenas, que pasemos desapercibidos y lo han puesto en la corrala conmigo, quietecito.
Para él supongo que habrá sido un poco rollo, pues a todos nos gusta actuar. Pero para mí ha sido un placer. Pues como digo, hemos hablado, improvisado y jugado mucho. Hemos cogido más confianza y buen rollo.Por cierto, que no hemos hecho nada pero de nuevo hemos sido testigo de excepción de todo lo que ocurría en escena. Lo bueno, ver como se trabaja de verdad con un director de verdad y también que en todos lados cuecen habas, ya que hemos sido testigo de los piquecillos entre las estrellas y como también se generan dudas y miedos entre los grandes. Vamos como sucede a nuestro nivel.
Acabado el final, nos han dado 10 minutos de descanso para cambiar las carras. Me pasé todo el rato hablando con Norberto, otro, con el que hecho buenas migas.
Nos convocan urgentemente a posiciones y como serios y responsables que somos nos dirigimos a nuestras posiciones para la escena de la boda.
Juanje nos dijo que no, que la que se ensayaba era una donde solo salía David que los demás podíamos seguir descansando. Pues nada a descansar.
Esta vez decidí ver el ensayo en condiciones y si el ballet se sentaba en el patio de butacas yo también y ahí nos fuimos, Norberto, Gonzalo, Asun y yo.
Por cierto, con ella se creó esa tarde un vínculo muy bonito, se interesó por mi vida personal y profesional y yo por la suya, hizo fotos expresamente para mí, me buscó para sentarse conmigo. Vamos que al final he caído muy bien en el grupo.
Nuevo cambio de carra y nuevo descanso, 10 minutos, pero a reglón seguido Juanje nos dijo que los actores teníamos una hora de descanso.
Tiempo que he aprovechado para ir a despejarme y pasear un ratito por el centro.
Salí directo de capilleo y pum, me encontré a Dani mi amigo y compañero del Botánico. Pues nada, como no hay mejor compañía que la suya, lo atraqué y lo acompañé hasta el Perchel a su ensayo. Como siempre un placer hablar con él de todo.
Llegué al teatro, para convertirme de nuevo en espectador. Hoy por lo visto, me pagaban por esperar, observar y descansar. Un pipí rápido y para dentro. Nos dicen que hay que volver a esperar y nada, al patio de butacas a ver, junto a los compañeros, el ensayo del coro.
Un enorme placer y los vellos de punta viendo El coro de los románticos.
Esta vez nos convocaron pronto al escenario, cambio de carras y ensayo del final.
El coro debía recordar lo ensayado el último día y unirlo a los solista. Parones, parones y más parones y mientras nosotros hacíamos nuestras pequeñas intervenciones, reacciones y poco más. Espera, espera y espera. Menos mal que tenía a David al lado y no paramos, junto a Juan el chico del coro, de hablar, reír e improvisar.
Ahora toca ensayar el saludo final, nos dijeron. Establecer orden, salir, saludar y punto, pensé yo, pues no. Había que cuadrar el saludo de todos, con una música. Ocho tiempos teníamos para salir, primero los tenores, los sopranos, luego las chicas del coro, los bailarines, nosotros y los solistas. Todo milimétricamente cuadrado con una música, aquello fue infumable.
No pasaba el tiempo, el coro no cuadraba, se hacía, se repetía, se paraba y volvíamos a empezar. Ya digo horroroso.
Saludo acabado, son las 22:00 de la noche, estamos agotados...pero... despiden a los solistas y nos dicen que tras un pequeño descanso para cambio de carras, los bailarines, el coro y los actores volvemos.
Aquello ya era totalmente agotador, nos recuerdo a casi todos, sentados, en las escaleras de artistas, en silencio, agotados, hablando unos con otros por hablar, sin fuerzas y energías algunas.
Da un poco de coraje, pues nos citan muy temprano, trabajamos poco, descansamos mucho y a en las últimas horas, cuando más cansados estamos, nos dan el atracón.
Ya tengo todo claro y fijo. Controlo todo lo que debo hacer y ya me dejo llevar, jugando y dando vida al personaje. Creo que lo haré todo con mucha seguridad.
Volvimos para dentro. Hicimos el interludio y sin parar, lo unimos a la escena de la bulla. Acabadas nos dieron indicaciones, ninguna a figuración, repetimos todo y a casa.
Lo pasé bien, lo di todo porque estas 2 escenas me encanta, pero estaba realmente agotado.
A las 23:00 tras 8 horas de ensayo, cogí mis cosas y a casa. Mañana más....
Viernes 22 de septiembre de 2023.
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