Muerto, con 2 horas de sueño entre sábado y domingo, 2 ensayos el domingo y 1 cena en Granada, así empiezo a escribir la crónica de ayer.
Esta vez no fui escribiendo la crónica en los ratos libres, o en las escenas que no salgo ya que todo iba pasando normal y esta iba a sonar a las de otras veces, por tanto, no me animé a hacerlo.Lo hago ahora, a ver qué os cuento.
Lo primero es que el día siguiente a una cena, la resaca me la provoca el previo que es donde disfruto mucho y voy recordando cada segundo, cada broma, cada persona. De esto ya os hablaré en otra entrada. En esta os hablo de la cena en sí.
Como digo fue muy normal, todo pasó según lo establecido.
Es cierto que estrenamos un elenco extra, es decir, el elenco de actores fue el de siempre, pero no así los extras o colaboradores, que fueron un chico y una chica que servirán como cover y apoyo.
Pues bien, lección de matemáticas: Si éramos 6 personas haciendo los acting y los comensales 42, cabíamos a 7 personas por mesa.
Eso trajo dos consecuencias positivas: Una, que el trabajo era más relajado, y dos y la mejor, que creábamos una relación muy íntima con los mismos, al menos yo.
La pareja encantadora donde ella todo lo disfrutaba al máximo y su chico fantástico, la chica sonriente con su novio francés al que apodé como Machu, la pareja de chicos tímidos, que pasaron de una absoluta serenidad a risas y animación y la del guapo y Penélope Cruz, que eran geniales, hasta acabamos bailando.Tuve suerte. En el inicio Víctor tuvo mucho filim con estas parejas, que le dieron mucho juego y luego en la cena fueron los que me tocaron y, por tanto, supe desde el primer momento que lo íbamos a pasar genial y así fue.
Es más, intenté empezar con el máximo anonimato, pero en el tercer acting ya les hice ver que yo era Víctor, las referencias y bromas con sus nombres fueron ya habituales, con el constante buen ambiente que esto genera.
Además sé que me salté algunos acting pero generé una fiesta con bailes incluidos.
El equipo de camareros, como siempre, fue un placer.En Granada y en Hotel Urban Dreams, los actores nos convertimos en camareros y los camareros en actores. No son ellos y nosotros, sino que somos un todo, por ello, el Urban es nombrado como nuestro hogar.
Además, está vez estaba como camarero Óscar, que se dedicó a realizar mi gran y especial San Francisco, a estar atento todo el rato a mí, a hacernos bromas, a reír, y comentarios amables y cariñosos. Un placer, gracias tío.
Bueno, entro en materia. Os comentaréis, habla de la cena en sí de una vez, pues os dejo con la intriga eso lo haré en la próxima entrada.
Esta más bien ha sido un recordatorio de todo lo que rodeó a esa cena granaína.
Granada, sabado 18 de enero del 2025.
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