Lo que hicimos ayer, miércoles 8 de octubre de 2014, se puede llamar cualquier cosa, menos ensayo.

Ayer teníamos ensayo junto a Eduardo, para su nuevo proyecto, visitas teatralizadas en las murallas del Hotel La Posada de Málaga, ya lo hicimos el año pasado.
El ensayo fue insitu, pero yo no iba muy conforme.
Esta vez la representación es para un personal cualificado que nos pueden dar futuras representaciones y yo a mi texto no le veía la lógica necesaria.

Por ello fui al ensayo con la idea de no decir nada.
Cuando llegué algunos compañeros ya estaban ensayando en la muralla, aunque mi compañera Maricarmen aun estaba en la recepción del hotel.
Y cual fue mi sorpresa, cuando al entrar y tras el saludo, Maricarmen comienza ha hablarme del texto y descubro que tenía las mismas dudas que yo y también quería pedir una serie de cambios, eso me animó y bajamos a comentárselo a Eduardo.
Bajamos y estaba ensayando con Ángeles, le contamos nuestras dudas, nuestros problemas y nos dio vía libre para cambiar lo que quisiéramos y como quisiéramos el texto.

Tras eso, fuimos a enseñárselo a Edu, pero la cosa no estaba para mostrar, por tanto, fuimos marcando movimientos, creando la escena y la relación de los personajes.
Para concluir, aquello no fue un ensayo, pero fue lo que yo quería, crear la escena y organizarlo todo muy bien, así que salí del hotel muy contento de mis compañeros, de lo que vamos hacer y de mi director siempre abierto a todo, yo sabía que Edu no me iba a decir que no, pero me daba cosilla planteárselo, pero todo perfecto.
Ahora a reescribir el guión.
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