jueves, 21 de abril de 2016

OFERTA DE "LLUVIA FINA" DOS POR UNA.



Esta entrada es una oferta, dos en una. Sí os voy a hablar  de dos ensayos de Lluvia fina y de cuál fue mi impresión. Os hablo de los celebrados  los días,  domingo 17 de abril y lunes 18 de abril de 2016.
 
Si el sábado tras la comu-
nión iba  sin fuerzas, ni energías al ensayo, el domingo que tuve que madrugar iba aun con menos ganas.

Pese a ello, durante el camino fui ensayando o preparando un poco el personaje y lo  que iba a ofrecer, como  novedad,  a Nacho  ese día. Iba buscando la tan esperada energía, comicidad y ritmo.

Cuando llegué venían todos en conjunto. Venían de una cafetería cercana, que estaba cerrada y comenzamos el ensayo directamente.

Lo primero que hicimos fue montar  el último cuadro, que aun no estaba montado.  Y la verdad, que el poder interactuar con todos mis compañeros, me sirvió para mucho, porque pude sacar la esencia divertida, gamberra y cómica de Simón, que tantas veces me demanda Nacho, haciendo ese cuadro estaba en mi salsa.

 Los otros cuadros, especialmente el primero, los hago solo, porque mi compañera a penas interactúa conmigo. Entonces no estoy gracioso, voy  “ de gracioso” y eso nunca queda bien.

El domingo 17, tras un pase,  nos volvimos a preguntar, todos,  por qué   el primer cuadro no   funciona.  Yo,  de nuevo,  les di mi razón,  porque no me sentía a gusto en ninguno de los pases  porque tenía muchas cosas que hacer y coger y soltar. El poner en marcha cada cosa, diábolo, cariocas, malabares, era un tiempo y un corte constante  del ritmo del personaje.
 
Al final vimos que esa podía ser la solución, acortar todas las cosas que hago, a lo que Fernando, sabia-
mente, pensó que lo mejor era quitarlas todas, hacer referencias a ellas, pero no hacerlas. Y así se hizo y  a mí me pareció una idea genial.

Durante todo el domingo y parte del lunes, ensayé mi texto, ya sin tantas cosas que hacer y  ganó en ritmo, fuerza y energía.

El lunes 18 de abril del 2016, pude poner todo lo nuevo en marcha y quedó muy bien, por primera vez, me sentí a gusto en  el  primer cuadro y lo pasé genial.

Al estar más tranquilo, aproveché,  por primera vez, el hecho de estar mamando de grandes actores y un gran director.  Sus indicaciones, cómo las seguían, como parábamos para seguir lo que Nacho nos decía, la espera del actor, el cambio de registro si así lo dice el director, sus opiniones, no sé, fue como una clase de teatro pero con buenos  profesionales y yo allí desde mi silla, desde mi lugar, contento por fin,  tampoco mucho, por mi trabajo realizado, mirando y empapándome cual esponja de esos profesionales.

Me sentía afortunado de estar allí, en ese momento y en ese lugar.

1 comentario: