jueves, 21 de abril de 2016

UN " VIAJE CON EL QUIJOTE" CARGADO DE SORPRESA.



De la actuación, entre  Juanito y un servidor del pasado martes 19 de abril del 2016, no os voy a hacer una crónica, solo os voy a decir que fue una jornada cargada de sorpresas.

Según la RAE, sorpresa es la acción de sorpren-
der y sorpren-
der es,  pillar despre-
venido.

O sea, no se aclara si sorpresa es algo bueno o malo. Aclarado esto, os dejo a vuestra elección que decidáis si las sorpresas fueron buenas o malas, eso ya es cosa vuestra. Y solo voy a numerarlas.

1.- El martes, 19 de abril quedamos a las 7:45, o sea, un cuarto de hora más tarde que el día anterior y sorpresa, llegamos a las 8,30 o sea, superbien de tiempo.

2.- Al llegar no estaba el autobús, al igual que  el día anterior, pero si el dueño de la empresa y nos dejó,  sorpresa, descansar en un salón especial para nosotros.
 
3.- Cuando llegó el conductor, Diego, nos informó que ese día, sorpresa, no era un pase sino dos  lo que teníamos que hacer.


4.- Empezamos el pase, con poca energía después de las novedades, pero resulta que el pase fue, sorpresa, el MEJOR DE LA HISTORIA DE TEATRO BUS, qué niños, qué profesoras, que trato con ellos, qué interés, qué energía, que atención,  qué de juegos, hasta amigos nos hicimos de algunos niños.

5.- Cuando el primer pase acabó, veo que el bus sigue en marcha y va por la carretera y es por qué, sorpresa, los niños no se quedaban donde creíamos y tuvimos que alargar el espectáculo 10 minutos más, menos mal que como eran un encanto, se pusieron a cantar.

6.- En esos diez minutos, tuvimos la sorpresa, de oír a todo un “flamenquito”  que me puso los vellos de punta.

7.- En nuestra HORA, de espera entre un pase y otro, Diego el buen conductor, nos llevó a desayunar y sorpresa nos invitó él.
 
8.- El resto del tiempo de espera, lo pasamos Juan y yo tumbados en el bus, hablando, donde sorpresa, nos hicimos muchas confesiones personales, vamos que desconectamos totalmente del lugar y de lo que hacíamos allí.

9.- El segundo pase,  recogimos a los niños en Málaga capital y los llevamos a Campanillas, eran pequeños y sorpresa, estaban ya muy excitado de todo el día de excursión y no pararon de gritar, hablar y moverse en toda la pieza, por tanto, sorpresa actuamos para nosotros solos.

10.- Acabado todo llegué a mi casa a las 14,00 de la tarde sin almorzar y sorpresa a las 15,15 tenía que salir de casa para ir a mis clases.

Eso fue todo, ahora ya sabes fue ¿bueno o malo?, eso ya es cosa vuestra.

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