Ha habido reencuentro, pero también novedades, algunas muy
agradables y en cambio con otras apenas ha habido contacto, no por nada, sino
porque ha sido un ensayo muy intenso y no he podido hablar con muchos de los nuevos.
Hoy, domingo 3 de abril de 2016, ha sido el primer día que
nos hemos reunido el elenco del Auto de la fe, para poner el proyeto en marcha.
Todo apuntaba que era solo una presentación light, pero la
cosa se ha ido animando y hemos acabado haciendo una lectura integra de la
pieza y luego nos hemos subido al escenario a realizar algunos movimientos.
Eramos muchos opinando y como no sabemos nada, porque aun no conocemos como es el sitio de la
representación, Eduardo ha decidido dejarlo para la próxima semana cuando ya se
sepa como es el sitio.
Eso si, el próximo domingo, hay que llevar el texto
comple-
tamente aprendido. A mí me faltan cuatro páginas y en ellas solo digo
frases sueltas por lo tanto, controlado.
Me ha encantado encontrarme de nuevo con esa loca, llamada
Luisa, que graciosa es y que me hace reír.
Volver a ver Gertru, aunque esta
Semana Santa la he visto muchas veces, pero verla de nuevo trabajando también
me ha gustado mucho. Ángel y Luis y sus problemillas. Pobre Luis, que ha
dejado su bici, aparcada en el camino, para venirse conmigo y yo no me había enterado y lo he dejado un
buen rato esperando en la parada de bicis, Juanjo con su cojera, sus cosas y
estas fotos que son suyas, gracias.
El reencuentro con Edu, también ha sido muy bueno, porque
después de seis meses lo hemos comenzado donde estábamos.
No nos ha hecho falta
nada, ha vuelto a darme confianza y pedirme los consejos de siempre, así
como, miles de abrazos y besos.
Al principio estaba
un poco cortado, no serio, pero si raro, extraño, como había nuevas
personas y todos se conocían, yo me sentía el nuevo y un poco perdido.
Cuando
Edu me ha pedido subir al escenario me ha dado un poco de corte, luego al
unirse todos, he comenzado a crear y a pensar cosas, movimientos, ideas, pero
no me atrevía a decirlo. No quería ir de enterado.
Solo he dado un consejo,
Edu lo ha aceptado muy bien y ya me he puesto a dar ideas.
Este descanso de seis meses me ha venido muy bien, porque al
trabajar con Eduardo ya no tenía ni la ilusión, ni las ganas de siempre. Cuando trabajaba con él,
desarro-
llaba mucho mi creatividad y hoy al subirme al escenario he comenzado a
verme como entonces y a estar a gusto y comenzar a crear y a crear.
Me ha gustado mucha esa sensación, cuando he llegado a casa
con Luisa, anocheciendo y oliendo a primavera, me he dado una vuelta por el
barrio, para desarrollar y meditar ideas que me iban llegando sobre el
proyecto.
Estoy ilusionado y tengo ganas de hacerlo y de trabajarlo y
de volver a este grupo de “locos”y a la
Noche en Blanco.
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