Ayer lunes 9 de mayo del 2016, Lola, la versión extendida de
Lo que Lola quiera, pieza integra
escrita por Alba, vio la luz, por primera vez, en el Restaurante El
Zarcillo de Motril, en Granada.
culo consistía, en una cena, con cuatro platos, donde entre plato
y plato íbamos repre-
sentando las tres partes de Lola.
La espera previa a comenzar, se hizo bastante larga. Lógico
porque en ese tipo de eventos las personas suelen tardar en llegar,
charlan antes de ocupar sus asientos y había que esperar, para comenzar, que fueran terminando el
primer plato etc.
Todo eso hizo, que no saliéramos a escena hasta cerca de las
diez y algo de la noche. La verdad que estaba tranquilo, porque debido a mi
vestuario, podía salir y entrar del
lugar donde estábamos esperando y hablar con la familia de Alba.
Esperábamos en un pasillo estrecho, al aire libre donde Alba se
pasó, la pobre, todo el rato de pie.
Bien, Álvaro nos avisó para empezar y así lo hicimos.
En el primer acto, solo salía yo. Era mi presentación y la
presentación del conflicto.
La entrada me costó, porque el público ya se había acostumbrado a verme por allí y no se dio cuenta que el espectáculo había empezado. Esto me hizo alzar la voz y para que el publico no perdiera el hilo, repetir las tres primeras frases, tres veces de forma
distintas.
Estaba nervioso tenía muchas acciones,poco previstas, que hacer y
mientras decía el texto. Esto me hizo, en algún momento, improvisar. Luego
vino el momento más esperado, mi primera parte musical y la pasé en grande, pero en
grande de verdad y el público no paraba de decir cosas apoyándome.
Y tras esa primera parte vino lo que yo más temía, un cambio de vestuario que cuadró
a las mil maravillas.
A partir de ahí poco que
decir, pocos recuerdos y poco que mencionar.
Todo pasó en un plis plas. En un descanso le dije a Alba: “Tengo
la sensación de que aun no ha empezado y
ya se está acabando”.
Como habían faltado ensayos, al menos para mi opinión,
cuando estábamos en escena o dialogando estábamos tan al cien por cien, que el
texto fluía casi sin darnos cuenta.
Fue bonito, porque todo salió a la perfección, pero feo,
porque se fue en nada, se hizo muy corto, había momentos que estaba viviendo y
pensaba: “pero ya está pasando ya se acaba, que mierda”.
En otro número musical, falló la música, pero yo estaba tan
feliz y tan contento haciéndolo que el público no paraba de hablar y comentar
en todo momento.
Lo mejor la cercanía del publico. Este nos hacía una retroalimentación constante. Nos informaba de cómo iba la pieza, como la iban
entendiendo y disfrutando.
El local era mágico, con lo cual, cada vez que entrabas en la sala, todo se transformaba
en un sueño, con una escenografía y atrezo precioso.
Y por ultimo entre acto y acto, o entre plato y plato, como
me comentó Alba la gente no paraba de hablar animadamente y reír, eso al menos
es porque estábamos creando un buen ambiente.
Muy disfrutado pero muy corto. Enhorabuena Alba y entono el mea culpa, soy un " hombre de poca fe."
Que apañados...me alegro que tanto esfuerzo haya tenido sus frutos.
ResponderEliminarArtistas que sois unos artistas!!!