A punto estuve de tirar el móvil al suelo y pisarlo, cuando
sonó a las siete de la mañana del martes 17 de mayo del 2016. Qué
pocas ganas de levantarme, de trabajar y de todo.
pañero,
me había mandado un amable mensaje de “Buenos días” eso me in-
formaba de que ya
estaba despierto y feliz.
¿Lo bueno? Que me recogió en la puerta de casa, por tanto,
no tuve que correr ni desplazarme.
A la hora en punto, siete y media de la mañana ahí estaba el
tío en mi puerta y por tanto llegamos puntuales a la cita con el bus.
Una vez más, gracias Diego por venir a recogernos y dejarnos
de nuevo en tan buen lugar.
Entramos al bus y como hasta San Pedro Alcántara, lugar de la actuación, había una
hora de viaje y llegaríamos justo para
actuar. Yo me cambié en cuanto subimos al bus y así evitar mareos innecesarios
durante el trayecto.
Pero ¿qué pasó? Pues que mientras Juan se cambiaba de ropa,
me senté cómodo, de ahí pasé a recostarme y estar más cómodo y acabé tumbado
con los ojos cerrados y dormido. Pero cuál fue mi sorpresa cuando al despertar
veo que Juan está igual.
Para espabilarnos, repasamos los textos y esperamos a los
niños. Estábamos muy cansados pero sabíamos que podíamos tirar de esto sin
problema.
Hasta que vimos llegar a los niños … cuando oímos los tonos
graves de sus voces, nos asomamos y descu-
brimos con estupor que eran “niños” de
16 y 17 años o sea, medios padres y madres.
A estos no se les dejaba satisfecho con la historia infantil
que llevábamos preparada, a estos había que darle más o se reían de nosotros.
Así que, Juan y un servidor nos amarramos los machos, nos
olvidamos del cansancio y lo dimos todo en una actuación difícil, accidentada
pero muy divertida.
monas, con lo que esto conlleva, móviles, chulerías, pasar de
todo y nosotros teniendo que llamar su atención. Se unía que la mitad del
bus, eran extranjeros, rusos para ser más exacto y no hablaban ni pizca de español, con lo cual algunos estaban
perdidos y otros literalmente dormidos.
¿Por qué accidentada?
Porque a mitad del camino los mandos a distancia no funcionaron y no
pudimos poner los videos, además lo hicimos evidente y tanto profesores como
alumnos no paraban de reír.
¿Pero por qué muy divertida? Porque contamos la historia tal cual,
incluyendo hasta un jueguecito que ha-
cemos con sonido de anima-
litos de granja,
pero todo ello adaptado a su edad, con mucha más picardía, mucha más poca vergüenza
y mucho más cachondeo y yo me lo pase bomba.
Puedes hablarle más de tu a tu.
Además literalmente, en la mitad del bus estaban los
extranjero, pero en la otra mitad había españoles con ganas de fiesta y nos
siguieron todo el rollo y todo el juego que le dábamos. Como los dos Diegos o el chico
chino que no se enteraba de nada, porque no sabía ni papa de español, que no
paraba de moverse y que a mí me dio mucho juego, porque sus compañeros y
profesores no paraban de reír cuando me liaba a hablar con él.
Lo dicho un Quijote diferente pero muy divertido. Y creo que
para el público que teníamos nos defendimos súper bien, como dos titanes.
Compra pilas.
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