Esta vez, no tengo mucho que contar de mi viaje a la finca.
Iba acompañado de Juanpe y de Úrsula, muy buena compañia, por cierto, pero se echaba de menos a los papas.
Hoy, jueves 3 de noviembre del 2016, tres días después de mi
último proyecto en el jardín, vuelvo al Botánico.
Y vuelvo como Rafael Echevarría. De nuevo voy a enseñar mi
finca, pero no tengo la ilusión o la emoción que esperaba tener, entre otras
cosas, porque el estreno de Lo que Lola quiera está ahí, vamos que es
mañana y eso me preocupa más, mucho más que esto, que lo considero un trámite más, dentro del enjambre de
cosas que tengo que hacer.
Además estoy un poco cansado, pero me motiva el saber que esta tarde puedo
descansar.
Salí de casa con el tiempo muy justo. De hecho he llegado a
la cita, con tres minutos de retraso. Pero al final ha sido pronto, porque
he tenido que esperar un buen rato en mi esquina del Mercadona a que me recogieran.
Desde aquí gracias a Juanpe. Tenía pensado venirme en
bus, me daba fatiga decirle que me recogiera, pero ha salido de él y me ha
recogido.
Y nada, el viaje bien, conducía Úrsula, hemos venido en el
coche de ella.
Este ha sido breve y ameno, oyendo los miedos y nervios
de la pobre Úrsula que se enfrenta hoy, solita, al reto de hacer de cover (sustituta) de Rebeca.
Ya que esta, está trabajando. Y sustituirla no es algo fácil.
Hemos llegado muy bien de tiempo, a las 9,45 y hasta las
11,30 no comenzaba el pase. Así que el previo ha sido largo.
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