lunes, 29 de mayo de 2023

PRIMER TEASER DE "INTERLUDIO".

 

Pues seguía el plan de promoción de Alejandro sobre su cortometraje Interludio, concretamente el lunes 29 de mayo del 2023, salía a la luz su primer teaser.

Aquí os dejo un enlace, espero, primero que os guste y segundo que se pueda ver. 





domingo, 28 de mayo de 2023

PRIMICIA DEL CARTEL DE "INTERLUDIO".


Ahora si que sí, empezaba la súper promoción del cortometraje Interludio, y lo hacía con la publicación en redes sociales de su cartel, de su fecha de estreno y todo lo relacionado con esta ( lugar, forma de conseguir entradas, etc).

El cartel vio la luz por primera vez la tarde / noche del domingo 28 de mayo del 2023. Mismo día que se creaba un perfil en Instsgram, con todo lo referente al mismo.

Quiero dar las gracias desde aquí y sé que va a sonar un poco egocéntrico, a folclórica o a cómico antiguo, que era como me decía a veces un profesor de la ESAD, pero la colocación de mi nombre en el cartel, me pareció maravillosa, pues es casi el primero que se ve. 

Sé que no está bonito decir esas cosas en público, pero en este blog quiero ser siempre sincero y aunque quede de egocéntrico, me encantó verlo ahí, porque es como una forma de agradecer o evaluar positivamente tu trabajo. Le dí las gracias a Alex en privado y ahora lo hago por aquí. 

Muchos os preguntareis ¿ Y no es mejor una foto en el cartel? Pues os respondo que no, porque mi personaje no es protagonista, es secundario, y que destaque, dando visibilidad, el nombre de un secundario en el cartel es algo positivo. Gracias. 

No me enrollo más, espero que os guste a mi me encanta. 






jueves, 25 de mayo de 2023

SESIÓN "INTERLUDICA" DE FOTOS, CON BATALLA INCLUIDA.

 

Quedaban todavía unos....42 días para el estreno del cortometraje Interludio, ese del que no podía contar nada por la muy expresa indicación del director y del que tampoco os conté mucho porque he tenido el blog mil años atrasado, pues bien, por fin se estrenaba.

Y como si de la última entrega de Élite se tratara Alejandro, su director, y al que conozco desde que tenía unos 8 años, hizo toda una campaña promocional que ya la quisiera para ellos la mismísima Netflix, pues bien, para empezar dicha campaña el jueves 25 de mayo del 2023 nos reunía a Ana Mate, Adela y a un servidor para una sesión de fotos. 

¿ Dónde? Pues nada más y nada menos que por el parque de Huelin en el estudio de un muchacho amigo de Alex.

También es verdad que habíamos sido los mas complicados para quedar y esa tarde nos hizo como una especie apaño para nosotros, pues necesitaba esas fotos. 


Aunque a las 21:00 horas había un evento en el barrio al que quería asistir con mis padres, lo primero era la obligación y allá que me fui a la sesión de fotos. 

Llevaba por solicitud de Alex parte del vestuario de Antonio, mi personaje. 

Ya sabéis que como en Palacio, las cosas de audiovisual van despacio y seguro que todo se alargaría hasta las tantas, esa era la opinión de mi madre y la mía en mi interior, pero por lógica y horarios no debíamos tardar. 

Para hacernos unas cuantas fotos a los 3 no se necesita mucho tiempo. ¿ Lo malo? Lo de siempre: Se me ha olvidado el foco, no tengo el ángulo, espera que el de la luz viene tarde etc. Y una sesión que está prevista a las 20 comienza a las 21:30 y vivir eso no lo quería la verdad. 


De hecho cuando llegué al lugar de la sesión y me encontré a Ana Mate con su marido Miguel se los hice saber:" Yo no me voy hoy de aquí a las tantas, como la cosa se ponga rara, no creo que aguante". Venía de dar clase en el Puerto de la Torre desde las 15:00.

No llevábamos nada esperando cuando apareció Alex con Adela, comenzaba la sesión. 

Le pregunté donde era, en un principio, al comentar que era un estudio de un amigo, me imaginé un local, pero mientras iba de camino me dijo que era en la casa del chaval.

A ver los bloques donde quedamos no eran muy altos, 5 pisos y una de entreplanta, no iba a tener la mala suerte de que fuera en la última.

Alejandro no me hizo mucho caso cuando se lo pregunté, pero al marcar en el telefonillo pegó muy alto. ¡¡¡ Sí, la sospecha se cumplió!!! Íbamos al último piso, al 6.


Menudo elenco, pobre Alex, qué paciencia. Yo no quería estar en un 6º piso, las alturas me dan fobia y a Ana no le van los ascensores, así que entrábamos por el portal, Alex, Adela y Miguel súper felices y Ana y yo haciendo mil planes para no subir ( subimos andando, yo espero abajo y subo cuando me toque etc.).

Me planteé muy en seriamente no subir, pero cuando Ana se enfrentó a su miedo y se metió en el ascensor, yo lo hice también, nos vamos para arriba. Subí con ella  y su marido. ¡¡ Venga los 2 somos muy valientes!!. 

Charlando, para no pensar, llegamos a nuestro destino, la puerta de la casa estaba abierta y entramos sin tener que esperar y eso me hizo no ser consciente donde estaba.

Nos esperaba un chico muy amable y muy joven, que nos condujo rápidamente al interior y por unos pasillos, donde no se notaba la altura, nos pasó por un salón.  

El balcón estaba abierto, qué susto y qué fatiga, porque ahí se encontraba toda la familia sentada viendo la tele, un señor mayor, casi acostado. Con un nivel de amabilidad extremo, o sea, no podían ser más hospitalarios, nos dieron la bienvenida, pero realmente nos estábamos metiendo en su intimidad y me dio mucha vergüenza.


Llegamos al estudio. Una pequeña, muy pequeña, habitación. A la derecha el set donde íbamos a posar, una tela blanca que ocupaba toda la pared, hasta el suelo, cogida con unos hierros negros.

Todo muy profesional y a la izquierda, Alex, Adela y 2 chicos, uno más joven y otro más mayor, con sus cámaras, probando enfoques, ángulos, focos etc,  y unos cuantos muebles muy clásicos, amontonados en una esquina. Desde la puerta, entre las cortinas blancas, se veía la calle, visión que intenté evitar.

¿Cuantas veces me invitaron a entrar a la habitación ? Pues unas 500 veces, pero yo preferí quedarme en la puerta, apoyado en el quicio y con la mano sobre esta. Si entraba me iban a poner pegado a la ventana, ahí sería muy consciente de la altura y eso no  me molaba, así que me quedé en ese sitio. Allí controlaba mis movimientos.

Nos esperaban, la sesión sería llegar y topar, es más Alex nos comentó que con unas 5 o 6 fotos de cada uno tendría suficiente,  pero los chicos, que por cierto eran muy silenciosos, hacían pruebas, tras prueba, tras prueba... Aquello empezaba a ponerme un pelín nervioso.

Entonces les pedí que si podían adelantar un poco la sesión y me dijeron que estaban con las pruebas, que empezarían cuando pudieran...


Gracias a Alex por su paciencia, porque aunque yo gastaba bromas o guardaba silencio y tal, solo con ver mi cara y mi postura debí ponerlo un poco nervioso. ¡¡¡ Qué gran niño era, es y será!!!.

No me preguntéis el por qué pero en el tema audiovisual siempre suelo ser el último, el que más espera, para rodar, para grabar, para lo que sea. Esta vez no quise dejar las cosas en manos de la fortuna y le pedí a Alex que, con la autorización de mis compañeras, fuera el primero en hacerme las fotos y todos me dijeron que sí.

Llegó el momento, me cambié de camisa, me puse la del personaje. Debido a su personalidad y a qué quería fotografiar al personaje no me llevé maquillaje, hice las fotos al natural.

Alex tenía muy claro lo que deseaba ver. Una cualidad que ya trabajé con creces en la grabación del corto, así que, en pocos segundos conseguí lo que quería, me hizo unas 4 o 5 fotos y listo.

Antes de irme, me pidió que me hiciera unas cuantas con Ana Mate. Fueron también muy fáciles y sencillas, De nuevo con unas 4 o 5 estábamos listos.


Ya me podía marchar. 

No soy muy de hacerme fotos. Me cuesta mucho posar, pero como esta vez como era el personaje el que posaba no me costó nada, pero nada, era otro el que hacía esa sesión y lo tuve fácil.

Ana me pidió que la esperara, como ya me sentía libre de irme, estaba relajado, y la esperé sin problema, es más bromeamos, ya no había tanta aprensión.

Una vez Ana hubo acabado, nos despedimos del resto de los presentes y nos fuimos. De nuevo el chico amable nos acompañó. La verdad que hubo un trato muy correcto.

Esta vez bajamos las escaleras caminando. No me importaba, además era una muestra de agradecimiento a Ana que estuvo toda la sesión pendiente a mí, hablándome, bromeando y siempre muy cariñosa.

Ya en la calle, pensé irme andando, pero tanto Ana como su marido me dijeron de llevarme en coche. Viven como muy lejos a 5 calles de mi casa. Acepté.

El aire acondicionado del coche de Miguel me vino de maravilla y muy pronto llegué a mi casa.

Lo más deprisa posible, me fui a donde estaban mis padres y de forma improvisada disfrutamos de una maravillosa velada primaveral llena de recuerdos, sonrisas y amor. Un reencuentro de emociones en la nueva Peña Trinitaria.

Miedo no superado pero si vencido en esta batalla.








martes, 16 de mayo de 2023

UFF. BY THE HAIRS.

 

Fue tan emocionante el reto de hacer un personaje  en inglés, que en ningún momento desde que Edu me pidió participar en este proyecto caí en la cuenta de que dicha visita teatralizada se hacía en martes y empezaba a las 19:00 horas.

¿Llegaría a tiempo? Si yo salía del cole a las 18:00 desde el Puerto de la Torre y eso era en el centro. ¿ Podría llegar?. Tras hablar con él este me tranquilizó diciendo que yo no empezaría a actuar hasta las 20:00, y que estaría en el lugar de actuación  con tiempo más que suficiente. 

Como os digo me preocupaba el llegar o no a tiempo, me preocupaba ir cargado con la bolsa del vestuario al cole y que no se me olvidara, también el tema de que el texto era en inglés etc. 

Pero a mediodía del martes 16 de mayo de 2023, día de la actuación y mientras preparaba la ropa para la tarde, me llegaron algunas noticias no muy favorables sobre la salud de un familiar y ya todas las preocupaciones se me olvidaron. Lo único importante era pensar en ese tema y lo demás no me importaba nada, pasaron a un segundo plano. 

Pero había que trabajar, así que mientras caminaba al cole, miré en Google Maps, mi gran amigo. Sí pillaba el bus de las 18 y algo, para las 19:00, como muy tarde, estaba en el parque cerca del antiguo correos, o sea, a menos de 6 minutos del lugar de actuación, el Ateneo de Málaga.

Pues tal cual, Google nunca falla, y a las 18:50 bajaba del bus, un poco más tarde de lo esperado porque se me pasó la parada, pero iba muy bien. 

Tenía más de una hora para hacer lo que quisiera. Es más pasé por Casa Mira y pensé:" Lo bien que me vendría a mí ahora un buen blanco y negro" pero a reglón seguido me vino a la mente María José diciendo: " Hay que llegar prontito" y eso hice irme directo para el Ateneo, repito el Ateneo. A-T-E-N-E-O.

Iba realmente tranquilo, pues todo estaba más que controlado. Sabía dónde iba, es más, me había hecho todo un esquema mental de lo que iba a hacer y otro espacial de qué realizar en dicha hora.

Entraría al local, hablaría, como la otra vez, con el amigo de Edu, este me abriría la sala de arriba, allí me cambiaría solo y tranquilo, me maquillaría apoyándome en una mesa, dejaría mis cosas, descansaría entre pase y pase y siempre estaría escondido del público. También pensé en mi aparición por el patio, la forma de bajar las escalera y donde me ubicaría para delimitar mi espacio con respecto al público. 

Pues bien  llego a la plaza de la Constitución y me planto en la puerta del local y leo Asociación Económica de Amigos del País y me digo : " Pero si esto no es el Ateneo, el Ateneo está al lado. Adiós. ¿ Ahora dónde actúo?. ¿ Dónde me cambio? Y si Edu no ha avisado ¿ Qué hago?, además el personal de aquí no suele ser muy abierto".

Todo eso sucedía rozando las 19:00, pues a las 19:11, bajaba las escaleras para empezar a actuar. 

El primer pase se adelantó 49 minutos. Vamos una absoluta locura. Y si por algún casual hubiese ocurrido un pequeño percance, o hubiera habido caravana... El grupo hubiese llegado y yo estaría  aún en la calle. ¡¡¡ Qué follón!!!.

Os cuento qué sucedió en esos 11 minutos. 

Entré y el hall estaba completamente vació, doblé a la izquierda, pasé a la primera sala de exposición, donde no había nadie, subí una escalera enorme,  a la mitad había una puerta que daba a una oficina, pregunté y el chico no sabía absolutamente nada. 

Uff ahora a explicar y resolver todo el fregado, qué pocas ganas. Hasta que de pronto apareció él, Sergio Croma, mi salvador, lo conocía desde hacía años. En mis primeros trabajos audiovisuales siempre estaba, bien como técnico de sonido, cámara o actor. 

Nos saludamos y ayudó diciéndome que dejara mis pertenencias en dicha oficina sin problema, y para cambiarme solo podrían ofrecerme el baño.

Bueno, pues me fui al baño.

No era ni ventilado, ni grande, ni cómodo. En menos de un metro, solté todo lo que llevaba, preparé el maquillaje, mis pertenencias, me quité la ropa y mientras intentaba guardarla y oía un audio muy alentador, de mi amiga Inma, sobre lo que os comenté al principio de un familiar, sonó mi teléfono, era Edu.

Pensé no cogerlo, quedaban 49 minutos aún y él sabía que ya había llegado, pero lo hice. Me dijo que ya venía el grupo, le respondí que lo sabía pues el pase empezaba a las 19:00 y me aclaró que no iban de camino, sino que literalmente ya venían hacía mí. 

Pero si yo era el último personaje. ¿En 11 minutos se habían ventilado la visita? Edu me aclaró que no,  que es que había empezado antes ( digo yo que me podrían haber avisado, ¿ no?).

Estaban en la Iglesia del Sagrado Corazón, o sea, a 120 metros de mi actuación y yo en calzoncillos, sudado, con la ropa en la mano encerrado en un baño minúsculo y desordenado.

Pues nada a correr, saqué la ropa del personaje, me la puse como pude, me sequé el sudor, como pude, metí toda mi ropa liada en la mochila, corrí escaleras abajo, solté la mochila en la oficina mencionada anteriormente y corrí al hall del Ateneo donde me encontré a Edu, diciéndome que el grupo ya estaba llegando.

¡¡¡ Ufff por los pelos!!!.   ¡¡¡ Anda que si llego a tomarme el blanco y negro les hago el pase por video llamada !!!. Y si me llegan a avisar.... No hubiera habido sorpresa.




JOAQUIN HAD NO LONELINESS. THE PREVIOUS MINUTES.

 

Como ya os conté en la entrada anterior, mi cabeza no estaba para mucho rollo y encima tenía que hablar en inglés, así que cuando me encontré con Edu, el martes 16 de mayo de 2023, en el hall del Ateneo de  Málaga, estaba sinceramente estresado. 

Acababa de bajar la escalera, iba muy, muy tarde, no pude repasar ni el texto, ni la situación ebria del personaje, iba sin maquillar, yo no era el personaje ni mucho menos, era yo, Lolo, el que esperaba. 

No había tenido tiempo a nada, no me había hecho con el sitio y encima con el móvil en el bolsillo, nervioso junto a Edu, viendo que el público se acercaba y sin saber donde tenía que actuar y en esa espera, coge y me dice: " Por si sí o por si no" y me da el sobre con el dinero de la actuación para que lo guardara ya. ¿ Qué hago? Pues metérmelo también en el bolsillo. 

Edu me dijo que hiciera mi monologo en la puerta del Ateneo de Málaga, luego vio venir  al público y como no se paraban me dijo que lo hiciera en el hall, pero al ver que seguían sin detenerse, me indicó que me fuera, que ya venían. El monólogo lo haría en la primera sala, así que eché a correr. 

Al ser una visita privada Edu solo ponía a los actores y no tenía mucho control de nada, así que todo lo decidimos juntos a última hora, pero vamos en cuestión de segundos. 

La situación era muy surrealista y encima debía actuar en inglés no nos olvidemos, porque en español me da igual, salgo improvisando, engancho con el texto y fin, pero en inglés tenía que estar todo medido y más que medido, no podía pasarme en nada, pero la realidad fue todo lo contrario no pudo haber más descontrol. Estaba realmente asustado. 

Pues lo dicho, salgo corriendo escaleras arriba y a mitad de las mismas veo que hay un hueco muy pequeño con una ventana de cristal que da a un balcón, y allí me escondí.

Más que esconderme me pegué al cristal como una lagartija, pues era minúsculo pero también el único lugar donde podía estar fuera del ámbito de visión de ese grupo que literalmente ya estaba allí. 

Llegué a ese lugar,  me pegué al cristal, me volví y directamente bajé las escaleras, porque el público ya estaba esperando.


 

CHRONICLES OF "THE THEATRICAL VISIT IN ENGLISH".


Aunque no tuve mucho tiempo para escribir las crónicas de los 4 pases que realicé el martes 16 de mayo del 2023, de las visitas teatralizadas por el centro de Málaga de origen privado y particular, pude hacer pequeños bocetos que han dado lugar a estas crónicas:



1.- What happened ?:


"Lo he hecho, no puedo decir nada más. Estoy sudando como un cerdo y me tiembla el alma. Acabo de terminar de actuar y no sé ni lo que ha pasado. 

Pues si a los nervios de este mediodía
( que os dije en la entrada anterior), le sumas los de ahora, los de la prisa, los de no saber dónde actuar y los de hablar en inglés, dan como resultado, ser la primera vez que tenía un miedo enorme y he empezado asustado de verdad, pero me he tirado al barro, y en inglés. 

Una vez todos en la sala, bajé y empecé a hablar. 

Dije una sola palabra que me llevó a otra y a otra y así he soltado el texto completo, he empezado a hacer que estoy mareado, de ahí a un poco borracho y surgió todo solo, sin pensar, y creo que ha ido bien.

Estaba entonando. No sé si bien o mal, pero plano no estaba siendo y de eso estoy  seguro,  mi comportamiento y mis movimientos se adaptaban a lo que supuestamente estaba diciendo, aunque era todo en inglés y aprendido fonéticamente. 

Estaba trabajando como cuando se trabaja el subtexto, esto es, dices algo pero con tus gestos o la forma de decirlo o mirar le das un sentido a tus palabras distinto a lo que se oye y eso es lo que tiene que llegar al público para que sepa como te sientes. La palabra era el mero apoyo a lo que hacía. Trabajé un poco así. 

He acabado de subidón total, porque ha salido sin trabarme, de una vez, actuando y sintiendo el personaje.

Bueno, pensé que todo había sido un problema de inicio y me dije:"Ahora si tengo casi 10 minutos entre pase y pase tal como nos anunció Edu, podré escribir la crónica, descansar, hacerme con el sitio, repasar y asentar para coger seguridad".




2.- Silence please. I can't stop: 


Pues para nada, estaba empezando a escribir la crónica , pegado a la puerta de cristal, cuando Edu de pronto me dice: " Venga prepárate que viene el siguiente grupo" ¡¡¡ Pero si no había pasado ni un minuto y medio!!! 

Le pregunté si venían ya y me dijo: " ya, ya, ya", pero tan "ya" que lo único que acerté a hacer fue guardar el móvil en el bolsillo, volverme y verlos que ya ocupaban toda la sala. Algunos estaban hablando y otros intentando subir por las escaleras, así que ni corto ni perezoso empecé yo a bajarlas de forma rápida. Lo único que me hacía falta era que subieran y tener que actuar en ellas, sin poderme mover.

Mientras yo bajaba las escaleras, 3 personas que venían a algo al Ateneo, empezaron a subir. Eran ya mayores y una de ellas tropezó. Iban comentando, pero yo ya había empezado a hablar y no podía parar, o improvisar para que el público lo oyera todo, pues una vez que empezaba no podía parar. Estaba aprendido de memoria y no podía improvisar. La verdad, que al ser en ingles ellos tampoco me hicieron mucho caso.

Aquí tomé conciencia de que el primer pase lo había hecho quizá un poco bajo de volumen. Era la primera vez que lo soltaba y tenía miedo a decirlo mal, por eso quizá hablé bajito, como intentado que no se me oyera mucho, pero esta vez estaba más seguro y si lo dije bastante alto.

Había unas chicas hablando a las que mandaron a callar, pero yo, repito, no podía parar, no me podía dejar llevar mucho porque se me podía olvidar una palabra y no saber enganchar. 

De nuevo me salió entero, no olvidé ninguna palabra, ni ningún párrafo y me sentí mucho más seguro, pues me metí entre el público, la otra vez me quedé quieto frente a ellos, pero esta vez los miré a los ojos, los señalé, los toqué, me apoyé en alguno y me dejé llevar. Estaba más relajado y todo fue mucho más real que el pase anterior. Me he sentido súper bien.




3.- Everything is fine:


En el tercero no tuve aviso, nadie vino a avisarme. Fue a pelo directamente. 

Estaba pegado al cristal con el móvil, de nuevo no hacía ni 1 minuto como mucho 2 que había acabado el pase anterior, cuando escuché que estaban hablando, me volví, miré, pensando que ya venían, pero no  venían, ya estaban aquí. Bajé.

Supongo que me vieron, fuera del personaje y guardando el móvil. Bajé mientras iban subiendo unas mujeres, las saludé me ignoraron, pero ahí me metí mucho. 

Creo que ha sido en el que he estado más metido, aunque también creo que una frase la he dicho mal y otra, por inseguridad, muy bajito.

He visto al público esta vez, como un poco más serio, pero pese a eso también ha sido súper guay y cuando digo súper guay quiero decir que ha ido bien, pues el texto ha sido fluido, las ideas han quedado claras, los movimientos han sido más o menos los marcados y la aceptación de la gente ha sido buena, por tanto creo que ha estado bien.



4.- The end:


Antes del último pase,  si tuve un poco más de tiempo, unos 2 minutos, como para poder esbozar estas crónicas. 

Estaba en ello cuando Maricarmen me dicho: " Respira que ya están aquí". Y de nuevo no era un aviso de qué venían sino que ya estaban allí. Me volví y bajé.

Quizá sea en este donde los he visto más serios,  como más alejados o distantes pero no era una sensación real porque cuando me arrimaba a ellos y les hablaba, se sentían más cercanos, más guay. Era el grupo donde iban más jóvenes y estaban más atentos.  

Con el texto  no sé lo que  ha pasado, si yo iba demasiado motivado o quería acabarlo ya, pues me iba  diciendo, va todo perfecto no lo jodas, pero me he notado acelerado en algunas frases. 

Creo  que no, pero juraría que me comido algo porque ha sido súper rápido. 

Acabo ya, en resumen, ha estado muy bien."





THE FINAL PRIZE: BLACK AND WHITE

 

Según los datos fidedignos y justificados de los que dispongo, a las 19:11h, recibí la llamada de Edu donde me decía que el público ya estaba allí, pues bien las fotos que tengo hechas antes de cambiarme, una vez terminado todo, están datadas a las 19:41 h. Es decir en 30 minutos, me vestí, recogí, bajé, solté la mochila, esperé con Edu, hice los 4 pases, los minidescansos, volví a hablar con Edu, pedí que me abrieran la oficina y me fotografié.

Pero es que las fotos de esta entrada, son de las  19:54, o sea que en 12 minutos, me cambié, entregué el vestuario a él, me despedí de los que había en la entrada, llegué a la heladería, pedí, me lo dieron y me lo empecé a tomar. ¡¡¡ Qué rápido fue todo !!! Quizá excesivamente rápido. 

¿Lo bueno? Que no me dio tiempo a pensar o a dudar. 

Pues al salir del Ateneo, esa acelerada tarde de martes 16 de mayo del 2023, me encontré con Fernando, un guía que suele trabajar con Edu y con él que yo también lo he hecho en numerosas ocasiones,  y me dijo: " Hoy has estado para salirte, has estado ya de muerte, como nunca... es que vaya.".

Supongo que este señor al ser guía profesional sabrá inglés y si me dijo todo eso será porque el texto, mucho o poco, se entendía. Yo le aclaré que el personaje tenía que ir un poco ebrio pero que jugué mucho con esa condición, puesto que esta me servía de escudo por si me trababa, me perdía, me liaba y si repetía palabras o las decía mal, estuviera justificado por mi estado y no se notara el error.

Al final puedo decir que no me hizo falta, con ese recurso solo jugué. Acabó diciendo que lo del borracho le impresionó que jamás había visto esa faceta y la creyó.

Bueno como salí tan pronto y después de un día tan desconcertante, decidí ir a por ese blanco y negro. Me senté en la terracita de Casa Mira y observando el bullicio de la primavera malagueña, que es preciosa, me ensimismé y me llevaron a estas  conclusiones sobre mi estreno en inglés:

" He visto mucha atención por parte de los extranjeros, muy pendientes a todos y mucha sonrisa, muchos juegos. Había incluso un hombre mayor al que me acerqué,  me apoyé en su hombro e hizo el gesto divertido de que me apartara de él porque yo apestaba a alcohol. 

En otras condiciones hubiera alargado y seguido ese juego, improvisando un buen rato con él pero al estar hablando en inglés y sin haber repasado antes nada, no me quise arriesgar, reaccioné con un gesto y seguí. 

Pero si lo pienso bien, en esas condiciones tan encorsetado en las que estaba debido al idoma, he improvisado un montón, pues he parado el texto, he entonado distinto, he repetido palabras, haciendo como que no me salían,  los he mirado, he gesticulado, sonreído, cambiado los volúmenes etc.

Cualquier acercamiento  por mi parte era recibido con vergüenza, risas, gracia y mucha atención. Los he visto muy receptivo, muy abierto.

Siento que ha sido una experiencia muy bonita la verdad, pues he trabajado desprovisto de todas las armas aprendidas durante años que me dan 100 % de seguridad. Ha sido trabajar a pecho descubierto en un idioma que no sé.

Ya está, prueba superada, el inglés superado y en las peores condiciones posibles así que, ya puedo trabajar en inglés también."





lunes, 15 de mayo de 2023

WITHOUT REHEARSAL BUT WITH VESTUARY.


Sé que el blog no está muy actualizado, así que aún no os he hablado de mi primer papel en inglés. Mucho hablar de los ensayos y los preparativos, pero... ¿ Cómo fue la actuación?.

Ya os la contaré, porque aún tenéis más cosas pendientes por saber.

Por ejemplo, que tras dormir de maravilla en la casa de la hermana de Raúl en Carabanchel, como Manolito Gafotas, así me lo dijo ella misma,  junto a las fiestas de San Isidro, tranquilo en un dormitorio de un adolescente y viendo muchas fotos de Lola Flores, pues estaba durmiendo en su ciudad, me desperté muy temprano y muy, muy, muy amablemente el padre de Raúl me recogió cerca de las 7 de la mañana para llevarme a Atocha, pues sobre las 9 partía para Málaga.

No llegué muy cansado, pero sí con pocas ganas de ensayar esa tarde del domingo 15 de mayo del 2023, para Eventos con historia. 

A ver, la semana anterior, como ya os conté, mi monologo en ingles fue bastante bien y recibí la enhorabuena de todos los presentes, pero sinceramente, no creo que el texto estuviera lo suficientemente asentado como para no volver a ensayar. 

Debería ir,  pero ganas, ganas no tenía ninguna. Lo que me apetecía era pasear y  a merendar con mi madre por el centro y vivir una de nuestras aventuras, pues ya hacía mucho tiempo que por temas laborales, no íbamos.

Quedaban menos de 5 horas para ensayar, pero no tenía noticias de Eventos con historia, hasta que antes de ducharme, sobre las 13:30 h, me llegó un mensaje vía WhatsApp al grupo, donde nos indicaban que el ensayo de esa tarde estaba suspendido.

 ¡¡¡¡ Qué miedo, necesitaba un ensayo más, no estaba realmente seguro y actuación era en 2 días!!!, pero ¡¡¡¡ Qué alegría podía irme con mi madre esa tarde de paseo!!!.

Lo hice y pedazo de merienda y qué buena tarde de paseito.

Eso sí Edu dejaba claro que al día siguiente había que recoger el vestuario. Muy temprano por cierto. 

Así que después de toda la resaca del viaje a Madrid. No pude descansar, y antes de las 9:00 horas, el lunes 15 de mayo del 2023 me levanté para ir a calle Martínez de la Rosa, al local del vestuario de Eventos con historia para recoger el mío.

Fue todo muy rápido: Madrugón, caminata, comedero de cabeza bastante grande por temas de salud, charla con Edu, todo muy rápido y cariñoso, recogida de la ropa, fotos para el blog, entretenimiento un ratito con el móvil, vuelta a casa, soltar todo y de nuevo a la calle, a correr. 

La operación bikini estaba cerca y me lo iba a tomar muy en serio ( Os hago un poco de spoiler, ese día me lo tomé muy en serio, pero al siguiente se me olvidó, es más he engordado).

  


domingo, 14 de mayo de 2023

EL VIAJE DE LAS EMOCIONES O MEJOR DE LOS AGRADECIMIENTOS.

 

Rigoberta Bandini y su disco La Emperatriz fue de nuevo mi bálsamo relajante durante un viaje de larga distancia en tren, pues hizo que el sábado 13 de mayo del 2023, desconectara y me evadiera durante el  trayecto entre Málaga y Madrid.  

Aunque lo que realmente hizo que me tranquilizara y viera todo de otra forma fue el mensaje que recibí en cuanto colgué la primera foto que acompaña esta entrada, en Instagram y que decía: "A qué ya estas nervioso, pues que sepas que en unas horas todo habrá pasado, tranquilízate, disfruta, diviértete, porque nada malo va a pasar"

¿De quién era el mensaje? Pues de mi amigo José de mi alter ego, de mi otro yo. Él sabe todo sobre mí. Sabe lo yo le cuento y lo que no también, pues lo intuye o lo adivina y sabe donde tocar para darme seguridad, así que esa frase me hizo resetear, ver todo sin miedo, ni inseguridades y empezar el viaje de nuevo, aunque este había empezado a las 14:05 y ya eran las 15:00. ¡¡¡ No sabe él, la seguridad que me da y como me abre los ojos. Es un grandísimo apoyo. !!

Pues en mi asiento no pegado a la ventana, continué mi viaje. 

Cuando llegué mi compañero de butaca, tras saludarme amablemente, me explicó que no entendía el billete, por tanto, no sabía quien era de los 2 el que iba pegado a la ventana.

Yo le expliqué, de forma cordial, que el que tenía el cuadradito era el iba en la ventana, o sea, yo, pero siguió dándose por no enterado y yo me quedé sin ventana. 

No le dije nada porque su amabilidad extrema me hizo intuir que pasaríamos todo el viaje hablando, iría entretenido y desconectado, pero no. Me dejó sin ventana, no me dirigió más la palabra y se pasó todo el viaje viendo videos a todo volumen.

Eso sí era un asiento con mesa, o sea, compartido con 2 más. Los otros eran 2 niños que no pararon de hablar y pedir bocatas a una madre no muy agradable. Se montaron en Córdoba y eran de allí pues su acento muy cerrado lo demostraba. 

Antes de recibir ese mensaje de José, era un manojo de nervios.

Todos sabéis que no soy fans ni de los viajes, ni de las cosas desorganizadas y esa tarde se juntaban las 2 y en un breve espacio de tiempo. La información y el planing sobre horarios y llegada del elenco al hotel etc. Estaba súper organizado pero yo no tenía la información y eso me descontrola y me puso de los nervios. 

Nervios que volvieron a las 15:35. De pronto el grupo de WhatsApp del elenco empezó a petar (como dice mi sobrina) Dipi y Chiara decían que ya habían llegado y que se iban a tomar un café, Elena y Raúl que aun le quedaban 100 km para llegar a Madrid y Lila que ya iba de camino a recogerme.

¡¡¡ Pero qué estaba pasando!!!. En ese mismo momento descubrí que el viaje no estaba tan cuadrado como otras veces, que cada uno iba en un medio de transporte distinto, Lila andando pues vive allí, yo en tren, Dipi y Chiara en bus y los jefes en furgoneta.

Llegaríamos de forma escalonada y yo al ir en tren, sería el único puntual. Mientras que Raúl y Elena llegaban a Madrid, entraban al centro y aparcaban llegarían los últimos, y si los otros 2 compañeros estaban a su bola tampoco iban a correr. ¡¡¡ Al final me veía solo con Lila en el hall del hotel esperando que llegara alguien!!! o ¡¡¡ Lo que es peor yo solo en la zona de llegada de Atocha esperando a Lila puesto que se puede atrasar!!

Y ¿ Por qué a Lila?, pues porque amablemente se había ofrecido de forma voluntaria, tras una indirecta muy directa que le envié esa misma mañana, para recogerme en la estación e ir juntos al hotel Catalonia Gran Vía donde actuaríamos esa noche con La Cena de las emociones.

Al final el AVE, llegó antes de tiempo a Madrid, a las 17:00 en punto. ¿ Estaría ya Lila esperando?.

Pues sí, bajé del tren, crucé esa eterna cinta transportadora y la sonrisa de Lila, su abrazo fuerte y mi nombre en la pantalla de su móvil para que no me perdiera, fue mi recibimiento en Madrid, que chica más MARAVILLOSA.

Gracias Lila, porque con lo grande que es Madrid y lo liosa que es para moverse, no le importó lo más mínimo salir antes de su casa y recorrer más metros, con tal de que yo, con más años que un saco de gnomos, no llegara y estuviera solo en Madrid. 

No dudó ni un instante en decir, no te preocupes yo te recojo y te llevo, te entiendo Madrid asusta en un principio. Para tí quizá no fue nada pero para mí fue muy importante. ¡¡¡ GRACIAS!!.



 

LOS PREPARATIVOS DE LAS EMOCIONES, NERVIOS Y RELAJACIONES.


Hasta que no estuvimos todo el elenco con todo el material en el interior del comedor del hotel Catalonia Gran Vía de Madrid, lugar donde íbamos a actuar la tarde del sábado 13 de mayo de 2023, y empezamos el montaje, no me sentí seguro, ni se me quitaron los nervios. 

Ya tenía un lugar donde asentarme, además era un sitio que ya conocía, este lo tomaba como mío y con ese falso arraigo me sentía tranquilo. 

Eran las seis y algo de la tarde solo habían pasado desde que pisé Madrid unos 60 minutos, pero fueron de tal ajetreo que me mantuvieron intranquilo.

Estaba desando llegar al hotel y que nada me entretuviera, así que cuando caminando hacia el metro Lila hizo un cambio de recorrido diciendo:" Mejor tiramos por ahí", pensé que podríamos perdernos y pasar un rato dando vueltas. Nervios.

Después vino el momento de sacar el billete de metro, el de Lila no valía y ella con su amabilidad extrema, pues como dice la copla, no quería ni que el viento me tocara. ¡¡¡ Qué grande!!!. Me sacó el billete. 

Me aconsejó que lo conservara por si volvía y yo ojiplático no sabía ni que decir.  Por supuesto que guardaría ese billete, es más, en cuanto llegara a Málaga lo pensaba enmarcar. Soy el único español en poseer un billete de metro en oro, platino y brillantes. ¡¡¡ 6 EUROS un billete!!! Un  robo a mano armada.

Nos montamos en el metro, después de una breve espera, algo que agradecí, y en ese lugar viví tres cosas que quiero destacar.

Lo primero es algo que para un madrileño le tocará mucho la moral, pero que para un foráneo no deja de tener su gracia y es que va abarrotadísimo. Esta guay ver como se achuchan y como cuando oyen un andaluz hablar sobre el tema se generan conversaciones chulas y graciosas. Lo segundo fue que en una parada vi de lejos a una mujer vestida de chulapa, no me dio tiempo a fotografiarla. ¡¡ Qué pena!! después a lo largo del día parecía un búho buscando a otra  por todo Madrid. No la encontré.

¡¡¡ Qué ilusión me hizo!!!  Me puse a gritar en el metro como un niño chico. Siempre me gustó ese traje regional. Además, esa imagen me retrotrajo a mayo del 2015. Hacía justo 8 años estaba en dicha ciudad, pero esa vez no era para hacer teatro, sino para grabar para la serie Velvet de Antena3. Ese día tras el rodaje vi mi primera chulapa y hoy 8 años después estaba de nuevo en la capital, para trabajar como actor. Está bien. ¿ No?.

Y por último fue la confesión de Lila, mientras corríamos para colarnos en unas escaleras mecánicas y ahorrarnos una cola enorme me dijo: " Siempre que paso por aquí pienso que algún día mi cara estará en uno de esos anuncios". Me pareció tan bonito y de corazón sé que va a ocurrir.

Llegamos al hotel y no había nadie, bajamos al comedor y nada. Fue entonces cuando nos escribieron, estaban en la calle descargando. Lila corrió a saludar y ayudar, pero yo preferí quedarme dentro y esperar para trasladar la escenografía. No me apetecía estar por las calles. Ya sentí mucho vértigo cuando caminando por la Gran Vía Lila me dijo: " ¿ Qué sientes? Ya estas en Madrid".

Esta vez nos hicieron pasar toda la escenografía por la el backstage del hotel.

Un lugar que no era para nada cómodo, rincones, recovecos, escalones, pequeñas escaleras, puertas que no se quedan fijas y miles de estanterías con albornoces, toallas, mantas, sábanas, tablas de planchar etc. Andar por ese laberinto, con la distancia mínima para una  persona, cargado de cajas, bolsas, altavoces y etc, no fue muy alentador.

Es curioso, cuando los clientes lleguen a su habitación en ese hotel de lujo y vean esas sábanas blancas estiradas, perfumadas y esas toallas esponjosas, suaves y mudillitas, nunca pensarían que viven afinadas, sin luz natural, sin ventilación, rodeadas de humedad y amontonadas unas sobre otras. Las pobres estarán desando ser elegidas para subir arriba. Sí, me monté allí mi propio Toy Story.

Capítulo especial el que la camarera latina que apareció no sé para qué y al vernos se pasó dentro de esa minúscula habitación, haciendo nada, o sea, haciendo como que hacía algo, hasta que nos fuimos. No sé su intención, pero yo juraría que era la de vigilar por si los cómicos le robábamos una toalla. 

Con todo el material y el elenco allí, comenzó la seguridad y el montaje.

Además de las fiestas de San Isidro y el día de la Virgen de Fátima, esa tarde/ noche era el festival de Eurovisión. 

Recuerdo como decorábamos la entrada de la cena mientras Chiara nos ponía sus canciones favoritas para esa noche o cuando todos hacíamos un análisis pormenorizado, como si de expertos músicos nos tratáramos, de la cantante española.

Pero lo que más recuerdo es estar con Lila montando la entrada mientras hablábamos y cantábamos sus canciones de la infancia. Ella conocía alguna de las mías, pero lo que me sorprendió más fue comprobar lo viejo que soy, al ver a una tía hecha y derecha confesándome que era fans de María Isabel pues tenían la misma edad e imitaba su coreografía frente a espejo de su cuarto. En esa época yo ya estaba talludito.

Montamos rápido, cada vez tardamos menos. Ya solo quedaban algunos flecos. Elena, se fue casi de incognito a arreglarse, Raúl negociaba algo con los chefs del hotel y como los actores ya lo teníamos casi todo hecho, decidieron irse todos a comprar algo para picar y tomarse un café.

Raúl recomendó que primero se terminara todo y luego nos fuéramos juntos, pero como la reunión no acababa y la hora de empezar se acercaba, se fueron. No me hacía mucha ilusión pasear por Madrid, ni mucho menos quedarme solo en el hotel, así que la longitud de esa reunión me vino muy bien.

En conclusión, que esos últimos flecos que quedaban por terminar lo hicimos entre Raúl y yo. Él  un poco sensible y yo un poco torero.  Lo relajé comiendo cruasanes de chocolate.

De pronto apareció en el comedor una Elena radiante. ¿Dónde estabas? Le preguntamos y nos dijo que arreglándose.

Yo le eché una bronca, porque la otra vez que actuamos en dicho lugar, la acompañé a un baño del hotel y me lo pasé bomba hablando con ella y esta vez no lo pude hacer. Esta me dijo que aún no había acabado y me invitó a ir juntos.

Así lo hicimos, no paramos de hablar, de tú a tú, de jefa a empleado, de compañero a compañera, de amigo a amiga. Me lo pasé muy bien, pero muy breve, no fue igual.

Lo siguiente fue ir a mi rincón del comedor y preparar todo mi atrezo, mis cosas personales etc. En esa oí un ruido me volví y venía una chica del hotel con uno de los camareros. Miré bien y era...


 ( LEER ENTRADA SIGUIENTE).








LA SARITA DE LAS EMOCIONES.

 

Volví mi cabeza pensando : " Ufff, ahora viene algún cargo importante del hotel, pues nada a parar lo que estoy haciendo y ser cordial, amable , protocolario y luego a seguir".

Puse mi sonrisa de anuncio de dentífrico, pero me fijé bien y salí corriendo, gritando y con los brazos abiertos, lleno de emoción y alegría. 

¡¡¡ Era Sarita, mi Sarita!!!. Qué ilusión me hizo verla, qué felicidad. Qué detalle tuvo que ir hasta allí a visitarnos. Con lo que me costó ponerme de acuerdo con ella, apareció de pronto.

Es mi compañera de la ESAD. Esa niñata joven que un principio me caía mal por su silencio y su juventud, que luego se convirtió en compañera, para después pasar a ser confidente, amiga especial, más tarde amiga de palmeras de chocolate y ahora amiga de verdad. De las de siempre. Te quiero Sarita.

No paramos de hablar, de reír, de comentar. 

Fue muy curioso porque ella con su cuerpo tan menudillo estaba un poco encogida como saturada,  ante lo que estaba viviendo. Nos tenía a Elena y mí, a su alrededor, cada uno a un lado, gritando de felicidad, de admiración y haciéndole miles de preguntas. Éramos como 2 fans frikis ante su estrella favorita.

Por falta de tiempo  y porque Elena habla como un sacamuelas no pudimos tener una de esas conversaciones que a nosotros nos gusta. Fue una conversación breve y un poco trivial, pero yo con observarla tenía bastante.

La veía igual que siempre, delgada, pequeñita, con su pelo rizado y su misma cara, pero no era la misma, era otra. Ahora era una mujer, tenía como un pozo de madurez, una estabilidad en sus movimientos y en su forma de hablar que me dejó boquiabierto.

No se me iba de la cabeza esa frase que escribió en Facebook recién llegada allí : " Madrid es muy grande y yo muy pequeña. Espero que no me coma".

Y cuando la despedimos se fue andando por la Gran Vía entre la multitud como si se tratara de la calle más pequeña de Algodonales su pueblo. Ha conseguido una vida estable y un trabajo fijo ganado con su esfuerzo. Me sentí orgulloso de ella. 

De pronto aparecieron mis compañeros de elenco, nos pillaron hablando de la ESAD y me encantó ver como ella se enfrascó en una conversación sobre el tema con Lila, mis dos grandes diosas haciéndose amigas y teniendo puntos en común. Se me caía la baba.

Eran ya cerca de las 20:00 horas, en media hora debíamos estar listos, por tanto me vi obligado a decirle a Sarita que debía marcharme pero que en un momento volvería. Me fui al baño.

El baño público del hotel que hay junto al gimnasio, casi desierto. Allí procedí a maquillarme y vestirme, mientras a voces repasaba el textos con las chicas. Ellas desde su baño y yo en el mío, pero que al final acabamos Lila y yo en el mío ensayando más detalladamente.

Ya vestido, volví con la pequeña gran mujer, Sarita, esta ya debía marcharse y yo, ya vestido de Víctor Ferrara salí junto a Elena a despedirla.

Fue en ese momento cuando Elena me hizo unas fotos en la Gran Vía, luego se las hice yo. Fotos que han complementado todas estas entradas. 

Lo pasé muy guay posando para Elena en dicha calle cultural, ahora no estaba nervioso, me sentía el amo del mundo.

Elena se marchó porque ya estaban llegando los comensales, pero yo me escapé por unos minutos para vivir unos de los momentos más bonitos del viaje y fue el hacer una videollamada con mis padres y enseñarles en directo, la Gran Vía.

Fue especial porque ellos siempre fueron unos grandes amantes de Madrid y en segundo lugar porque estaban viendo a su hijo listo para actuar en ese lugar donde vieron tanto teatro.

Ya era la hora, así que bajé al comedor había que calentar y actuar.


 




" LA CENA DE LAS EMOCIONES" EN MADRID. PROLOGO


Antes de empezar a hablar de La Cena de las emociones en sí, celebrada el pasado sábado 13 de mayo del 2023 quiero aclarar algunas cositas: 

Como llevo el blog tan atrasado no sabéis que en noviembre de 2022 llevamos por primera vez La Cena de las emociones a Madrid, pues aunque esta vez hicimos lo mismo y en el mismo local, el hotel Catalonia Gran Vía de Madrid, nada fue igual y ahora os contaré algunas diferencias. 

Cuando aterrizamos en Madrid ya llevábamos casi 4 años visitando distintas ciudades. Todas  muy diferentes pero con algo en común y es que pertenecían a Andalucía y las ganas de los comensales de ser público y a la vez protagonistas los caracterizaba, en cambio los madrileños fueron perfectos y yo les achaqué su comportamiento a su esencia castellana. 

En todo momento fueron muy correctos. Que había que comer comían, que tenían de callarse, pues silencio, que tocaban reír, reían. Todo muy perfecto. Eso está muy guay, claro está, pues no incordian lo más mínimo, pero faltaba emoción. La perfecta perfección a veces cansa. ¿ No?.

En cambio en mayo fueron unos dulces, lo daban todo, pero todo. Esta vez parecían más andaluces que castellanos, pero eso sí sin afán de protagonismo, sino con cariño, con mimo, con ganas, con respeto e ilusión.

Especialmente la zona de la familia de la que os hablaré mil veces. 

Además fue todo muy cómodo. Es cierto que la sala no es muy grande, pero esta vez había menos comensales, menos mesas y teníamos la experiencia de la vez anterior. 

Todo fue mucho más fácil. Podías campar entre los comensales, a tus anchas, de un sitio a otro, sin el más mínimo problema, pese a que éramos 2 personas menos del equipo no sé notó.

Además los camareros fueron maravillosos en cuanto al trato, el buen rollo y el saber hacer, no habiendo ni la más mínima interferencia entre su trabajo y el nuestro. 

En la del año pasado, a penas podíamos andar entre las mesas, los comensales tenían casi espalda contra espalda, impidiendo movernos y los camareros se cruzaban por tu camino casi constantemente. 

Pero esta vez no fue así, fue especial y eso que hubo quien quiso enturbiarlo todo, pero no lo consiguió...




VICTOR FERRARA Y LA CAPITAL DEL REINO.


Una ovación impresionante, así ha sido la entrada de mi personaje, Víctor Ferrara, en La cena de las emociones celebrada el sábado 13 de mayo del 2023, en el Hotel Catalonia Gran Vía, en nada más y nada menos que en la Gran Vía de Madrid, sí de Madrid, de la capital de España, del centro neurálgico del mundo del espectáculo.

A ver, suena de maravilla, 28 personas que te reciben con palmas, gritos de "Viva", " Bravo", etc. pero también os puedo asegurar que aunque sonaba de lujo la emoción era nula, pues tal recepción forma parte del espectáculo y son incitados por mi compañera para ello. Fue demasiado, abrumador, pero pensé: " Este público va a ser duro de roer, porque están demasiado arriba y van a demandar mucho, además son madrileños, esos españoles que suponemos que están acostumbrados a ver de todo y que son más exigentes, pues nada Lolo a dar el máximo".

Antes de empezar os contaré que el espacio donde tuve que realizar la introducción era muy reducido. Por un lado me quitaba un poco de intimidad a nivel individual con los comensales, pero también hacía que todo fuera mucho más rápido, con lo cual se acortaban tiempos de espera. Todo era más ágil,  pero más visible, debía mantener el personaje en pie siempre y no podía tener descanso alguno. 

En la parte con Lila la noté más en un segundo plano, se apartó en una esquina y me dejó hacer. No sé si ella fue consciente o fue como yo lo vi, pero  eso solo lo hacen las que son muy grandes. Como siempre un honor.

Es cierto que confundí una "s", con una "z", con todo el lio que hay con el acento andaluz y yo voy y fallo en Madrid y luego improvisé una palabra que no me salía. Empezaba bien.

Lila se fue y empezó mi momento, y yo me dejé llevar.

Ahora debía dar el máximo, porque ellos ya lo habían dado. No podía defraudarles.

El espacio de actuación no era especialmente acogedor. Un cuadro frente a mí, a la derecha unos ascensores, a la izquierda una escalera, al fondo un gimnasio con una chica haciendo elíptica, y a mi espalda 4 escalones, un minúsculo pasillo, un burro plagado de perchas y la entrada a la cena. Todo blanco, mucha luz clara y una solería un pelín antigua.

Esos factores hacían que yo tuviera que poner todo el glamour y carácter festivo a un espacio que no lo era. Además, al ser tan reducido, tenía a los 28 comensales en semicírculo expectantes y encima mía pendientes a todo.

Era mi momento, había silencio absoluto,  yo dominaba, marcaba el ritmo y los tiempos, ese espacio era mío y yo mandaba, pero subiendo una escalera y andando menos de 10 metros estaba en la Gran Vía de Madrid. Allí donde la fiesta, la vida y la cultura bulle, ese lugar donde están los mejores teatros de España, los grandes musicales, donde todo es luz, sonidos y colores, porque esta cena era en ¡¡¡ Madrid!!.

Estaba en Madrid. La primera vez que fuimos me provocaba orgullo y satisfacción, esta vez me reportaba nervios e inseguridad. Esa vida de la Gran Vía me provocaba vértigo. ¡¡ Menos mal que conseguí no centrarme en dicho pensamiento y seguí. !!

El dejarse llevar y reaccionar de forma cómica  e improvisar ante cualquier cosa que ocurra, son los elementos esenciales que hacen que esta parte, más repetitiva, sea un éxito. 

Tengo muchas bromas ya aprendidas de otras veces que sé que siempre triunfan, pero prefiero dejarme llevar y solo usarlas en casos extremos.

Aunque era un grupo apañado,  no surgía nada, hasta que de pronto nombré a una comensal llamada Camila, ¡¡¡ Nada más y nada menos que CAMILA!!!.  Hacía 7 días de la coronación del Rey de Inglaterra y los medios nos martilleaban con el nombre de su esposa, Camila, casi a diario, puse caras, le dije que su nombre estaba de moda y ella me respondió que no sabía por qué.

Ese fue el hilo de donde tirar. Ya pude bromear, preguntar al público, meterme con ellos y para más INRI minutos después le tocó el turno a Letizia y a Carlos. 

Y ¿ Qué pasó? Pues que ya todo giró en torno a bromas monárquicas, preguntas de historia al público, juego con ese tema etc. 

Jamás hubiera imaginado que esa parte de la cena pudiera versar sobre reyes. Ahí esta la esencia de la improvisación y la naturalidad. Tirar de lo que de dan y de ahí montar todo. 

Me resultaba muy excitante y emocionante estar hablando de los Reyes de España y saber que su casa estaba solo a 12 km de allí, solo 22 minutos en coche, separaban su casa de mi actuación. 

¿ Quizá alguien trabajaba para ellos? o ¿ Quizá estaban de incognito en la Gran Vía? Y yo haciendo chascarrillos sobre ellos. Personas que siempre están tan lejos ahora estaban cerquita. Me sentía contento actuando en el meollo de todo.

La monarquía relajó el ambiente y como era un grupo impresionante, que se prestaban a todo, fueron surgiendo los temas.

Como cuando dije que la hermana de Raúl me caía mal, el juego con la familia que venía con 3 hijos adolescentes a cuyo padre llamé el "rey" durante toda la noche, pues respondía a todas las preguntas monárquicas, la muchacha que intenté buscar novio, la señora mayor  y elegante que venía con sus 2 hijos y dejé sola para que entrara la última y de mi brazo porque los grandes divos de la noche éramos ella y yo.

Creo que si ellos me dieron tanto al principio, yo se lo devolví con creces porque en palabras de Elena, la jefa, parece que triunfé: " Conquistas a todo el que entra, pues todos dicen que eres maravilloso, que lo haces super bien y que lo dejé a todos encantados. Todos entran hablando maravillas de Víctor y felicitándolo".

Ha sido maravilloso, porque he estado improvisando constantemente, el publico era realmente magnífico y entré a la cena con una satisfacción enorme. Todo el público es igual de importante, pero impresionar a los de Madrid, es como revalidar tu titulo como actor. 


 




 





LA SEÑORA DE LAS EMOCIONES I ( CRÓNICA DE MADRID).


Me voy a poner muy dramaturgo, muy ex alumno de la ESAD y os voy a hablar del hilo argumental que siguió La Cena de las Emociones celebraba el sábado 13 de mayo del 2023 en el hotel Catalonia Gran Vía en Madrid. 

¿ Pensaréis que fue un plato concreto? o ¿ el conflicto interno de alguno de los personajes?. Pues no, el hilo que guió la cena fue una mujer, una cordobesa. No, no Elena la jefa no, era otra, de la cual no sé su nombre, y si lo supiera tampoco lo diría.

Durante la introducción de la cena la vi feliz pero yo no me percaté de mucho más, solo de sus ganas de pasarlo bien. Esta señora entró, se sentó en su mesa ( dentro del sector de comensales a mi cargo) y comenzamos.

La primera escena salió como nunca, al menos yo lo creo así. 

Se ha creado una naturalidad exagerada. Me he sentido más natural que nunca.  Además estaba tranquilo, relajado y dejando el texto fluir, la conexión con las compis también ayudaba a ello.

Las partes del texto que adapto a cada lugar de actuación, han sido un éxito. La primera me hizo pensar antes de hablar, la segunda me encantó porque me salió muy de dentro, recuerdo ver a Dipi reír cuando la dije, y la otra quedó bien.  No se han reído mucho pero se ha notado el buen rollo generalizado y el buen ambiente.

La cordobesa, la señora feliz, empezó a demostrar durante el primer acting, exceso de ganas de fiesta, con comentarios muy positivos de la cena, yo me sentía orgulloso de recibirlos, pero quizá eran demasiados. Dicho acting se ha llevado a cabo a la perfección y con una total aceptación de todos. 

Esta vez estuve en un sector de la cena, que estaba al fondo de la sala en la esquina derecha, muy cerca de la mesa de sonido y de Elena y Raúl. Justo al lado de la silla donde descansaba durante las escenas que no salía, había un mueble, donde coloqué mi móvil, mi agua, mi abanico, mi caja con el atrezo y mi guion, era como estar en casa. 

Todo muy cómodo, pero justo enfrente a mi silla, tenía la de la señora feliz, así que desde  mi asiento, la estuve controlando. Con buen rollo, charlas silenciosa y trato muy de maris andaluzas, la fui toreando bien. 

Es verdad que no paraba de hablar, gritar e incitar a los comensales a hacer ciertas cosas, pero es cierto también que cuando empezaban las escenas se callaba así que muy bien.

En la segunda escena ya empezó a ser más cansina, pues en algunas frases entre Dipi y yo, respondía como si fueran para ella e incluso hacía bromas. Gracias a Dios, el resto del público no le seguía el rollo, sino se podría haber desmelenado todo, es más la mandaban callar.

Entré a la 2 con la intención de dejarme llevar y gozarla, pues es una escena muy agradecida, a la vez que larga, pues durante esta hay 3 actings, pero entre la señora y que hubo muchos fallos de textos, no la disfruté. En más de una ocasión tuve que reconducir el texto, pues se perdían datos importantes. Raúl nos dio la enhorabuena, pero no lo sentí así.

No quiero hacer spoiler, pero tras el primer acting de la escena 2, Víctor dice a sus compañeros : "¿ Creéis que se lo están pasando bien?".  Pues  el público respondió al unísono con un estruendoso "sí". Fue precioso la verdad.

Se lo estaban pasando bien y el ambiente festivo se podía respirar e incluso tocar.

Ese primer acting de la escena 2, es mi favorito, y como pasaba de desperdiciarlo con la señora feliz, rompí mi regla de oro, la de no salir de mi sector de comensales, ni que nadie se meta en  el mío y me fui a disfrutar a otros lugares. ¡¡¡ Lo pasé genial con el "rey" !!! 

Pues bien, después de dar tanto, tocaba la escena 3 y por fin descansar. 

Me senté, me puse a escribir en el móvil, a descansar, la señora feliz estaba tranquila y fue cuando de pronto oí un pequeño silencio. "¿Qué pasa?" , Me pregunté. Pues que me tocaba a mí. Como un muelle salté de la silla y dije las 4 o 5 frases de esta pequeña escena y bien. ¡¡¡ Uff no se notó!!! Pero recordé algo que ya sabía: En la actuación NUNCA se puede bajar la guardia. 

Si en la escena 4 no salgo, podría relajar ¿verdad?, pues no lo hice, porque me tuve que sentar al lado de la señora feliz, que a partir de ahora se le denominará señora ebria, para mantenerla callada. Me senté a su lado. Ya me empezaba a cansar, la verdad.

Ver a los padres de la familia, que ya he mencionado mil veces, durante el acting 4 fue como presenciar un cuento de hadas y yo lo pasé bomba con sus hijos pues hicimos una pequeña "pandilla". ¡¡¡ Qué grandes!!!.

De nuevo,  volví a escena y a luchar con un texto que iba y venía. Mi compañero se despistó alguna que otra vez,  y yo volví a reconducir para que no se perdiera el sentido, eso sí el final fue pletórico y a los comensales le encantó. Menos mal que la señora ebria estaba tranquila que si no...  

Ambiente no, ambientazo fue el que se creó en el acting de la escena 5. Creo que soy imparcial, pero estaba tan tremendamente feliz, tan relajado después de todos los nervios vividos en los días anteriores a este viaje, que casi sentí que flotaba en una nebulosa de autentica felicidad. Imaginad si el ambiente era bueno que hasta un camarero acabó bailando.

Dipi, intentó que este acting acabara con los gritos de los comensales repitiendo el nombre de uno de los personajes, como  de manera espontanea ocurrió en Granada. Esta vez no fue así, pero el "rey" sí empezó a corear el nombre de Víctor, mi personaje.

Y os preguntareis... ¿ Qué pasó con la señora ebria? ¿ Desapareció? No has hablado de ella, pues para saberlo hay que leer la segunda parte de esta entrada.....