LA SEÑORA DE LAS EMOCIONES II (CRÓNICA DE MADRID).

De las escenas anteriores de La cena de las emociones del sábado 13 de mayo del 2023 en Madrid, tenía unos pequeños apuntes escritos esa misma noche, por eso he podido escribir sobre ellas con tanto detalle,  pero de estas ya no pude apuntar, así que os cuento un poco lo que recuerdo. 

En esta segunda parte de la cena nuestra protagonista ya no se le va a denominar señora ebria, sino señora abusiva, puesto que cuando intenté acercarme a ella para calmarla, sus movimientos, sus tocamientos, sus comentarios a voces, pasaron de castaño a oscuro y de graciosos a soeces. Yo no estaba dispuesto a manchar una cena tan especial con eso. 

Recuerdo el nivel de seguridad absoluto de la escena 7, donde manejé el texto a mi antojo y el buen rollo con Chiara. 

Nuevo pequeño spoiler. Hay una parte musical en la escena, donde me puse a saltar y a brincar, mientras, y esto es literal, pensaba: "Aquí estoy saltando, prueba superada, estoy seguro, tengo seguridad, Madrid serás muy grande pero aquí estoy yo pisándote, saltando sobre ti. Ahora no te tengo respeto, te piso, yo mando. La Gran Vía sí vale, si, también será muy grande y tendrá muchos teatros y muchos actores profesionales,  pero aquí estoy yo también, saltando sobre ti y gobernando en estas 28 personas. El malagueño pequeño con el pequeño proyecto malagueño de Elena, triunfa en la Gran Vía".

Mención especial del acting 7,  Lila y una de las hijas de la familia perfecta. Fue puro disfrute de emociones. De hecho acabó con un aplauso que yo pedí para esta chica. 

Fue más o menos en ese momento donde la señora abusiva siguió siendo el hilo argumental de la cena  en general, pero el mío, ya no. A esa altura aproximadamente fue cuando me dije que no me pagaban para ser niñero de nadie, que no era mi misión y que ya no tenía gracia, pues ni iba a poner en juego mi integridad, ni iba bajar el nivel de interpretación, por estar detrás de ella. 

Informé a los jefes del comportamiento de la señora, les dije que ella necesitaba ya la autoridad de los directores y productores para pararla y que yo ya no hacía más. En ese punto esta señora se levantaba, gritaba, tiraba la comida, criticaba, rompía las normas e invitaba al resto de comensales a hacerlo. Desde ese momento Raúl y Elena se dedicaron a ella y yo pude seguir disfrutando. 

Un inciso, pensaréis que con esta señora la cena fue un infierno, es cierto que ella lo fue y mucho, pero lo bueno fue tan bueno, que lo malo que  pudiera montar quedó tan eclipsado y tan nublado por lo bueno que no se notó. La cena fue un regalo. Si lo malo fue de 10, lo bueno fue de 1000, así que... 

Cada palabra, cada gesto, cada emoción fue tan bien recibida, tan bien entendida y tan disfrutada que la señora  quedó en una anécdota o como la señora transparente.

Lo que sentí en la escena 9, fue realidad. Me sentía de verdad en la cocina de un gran restaurante, hablando con una compañera que conocía desde hacía años, había confianza, intimidad, cariño, enfrentamiento. Todo lo que la escena exige. Lila y yo pillamos un tono de intimidad y naturalidad que sentía que la situación era real. Esa chica es muy grande y tenemos un filin muy especial.

De la última escena, recuerdo, otro spoiler, que en un momento de la misma mando a callar al personaje de Lila con un: "Cállate ya",   frase que esta vez, a grito pelado y señalando directamente con la mano, dediqué a la señora transparente que no paraba de hablar, menos mal que tras esa escena su situación era tan extremadamente peligrosa, que muy mareada tuvo que salirse de la sala y no pudo volver más.

Una pena porque podría haber roto el clímax del final de la cena, así que, bye bye amiga. 

Adelantemos un poco la conclusión de la escena 10, porque me quedé en blanco, olvidé una frase y empecé a improvisar y repetir alguna que otra, menos mal que Chiara supo seguirme el rollo y no se notó nada. Esas ultimas frases siempre dan problemas.

Y llegamos al final, los cambios de este, creados por Raúl, fueron de nuevo un éxito.

Me produce un nudo en el estomago de emoción, cuando recuerdo la sensación de euforia, de alegría y las sonrisas y comentarios de los camareros, celebrando ya el triunfo de esa cena, aunque aún quedaba el final, ellos ya habían acabado y estaban realmente felices.

El aplauso final fue rotundo y estruendoso, por fin, pudimos saludar todos y ocurrió algo que jamás había ocurrido, no pudimos recoger, porque el público nos paraba  a los actores ( normalmente solo lo hacen con Raúl y Elena) para hablar con nosotros, besarnos, hacerse fotos y comentar la cena.

Creo que esto es un signo importante para concluir diciendo que fue un éxito.

Y por si fuera poco yo oí frases del tipo: " Eres un genio, no cambies sigue así", " Todo genial, pero lo tuyo es especial, llevas el peso de la pieza, eres el hilo argumental de todo y lo haces fenomenal, me has impresionado"... Y alguna que otra más que no recuerdo.

Grandes críticas para ser en Madrid ¿ No creéis?. Pues FELIDIDAD y la señora esta.... OLVIDADA.