Más que saboreosa o sabrosa, debería llamarla insípida, fría, sorpresiva, brillante, nostálgica, breve e informativa reunión.
Aunque más que todo eso, lo que más recuerdo de esa tarde, fue el subidón con el que volvía a casa, por un camino oscuro y frío típico del triste y horrendo invierno, pero eufórico, hablando por WhatsApp con mi amigo José, contándole las novedades, querían que él participara en las cenas, viajaríamos y trabajaríamos juntos en dicho proyecto por toda Andalucía, y haciéndome castillos en el aire con la propuesta del un nuevo espectáculo que nos propuso Dipi.
Al final, no solo el proyecto, sino todo, fueron castillos en el aire porque ni una cosa, ni otra ocurrieron.
Pero vamos a lo que vamos, los jefes de Saborearte, Elena y Raúl venían a Málaga para ver el hotel donde celebraremos nuestra Cena de las emociones, reunirse con el gerente del local y ultimar cosas, pues bien, esa misma tarde nos citaron al elenco fijo de Málaga. ¿ Para qué? Ni idea, fue una reunión sorpresa.
La reunión tuvo lugar en el Bar Teatinos, al que yo he ido 1000 veces pero no sabía que se llamaba así, este es uno de los tantos que hay alrededor de la fuente de colores en Teatinos. Durante mis años de estudiante de la ESAD, fui varias veces, volver allí me reportó recuerdos poco gratos.
Podría haber pedido lo que quisiera, el cuerpo me pedía algo dulce y sustancioso, pero como días antes empecé mi dieta pro verano, me bebí una insípida botella de agua. Gracias Elena por tu consejo contra los zumos.
Cuando llegaron el resto de compañeras Dipi y Chiara, nos pusimos a hablar de negocios, pero antes y como somos una especie de familia, nos pusimos a hablar de la pasada Navidad y a recordar 1001 historias que nos hizo reír, comentar, debatir y llenarnos de nostalgia.
Bueno ¿ Y para qué era la reunión? Os preguntareis, cuéntalo ya. Pues os lo cuento, nos informaron que desde la dirección iban a implicarse mucho más en el proyecto de Saborearte, y nos pedían conocer nuestro grado de implicación. Comentamos todos sobre todo.
De pronto, nos dimos cuenta, que estaban recogiendo la terraza, el horario de la cafetería tocaba a su fin y nos levantamos, la reunión por tanto fue breve, pero tuvimos un anexo de esta, en la calle de pie.
Allí se habló de nuevas ciudades para las Cenas y de nuevos proyectos. Se hizo una especie de lluvia de ideas donde Dipi dio una llena de brillo, glamour y purpurina que a mí me enamoró.
Hablamos de algunas cositas más, pero el frio y la noche fue arreciando y optamos por disolver la reunión y tirar cada uno para casa.
Málaga, miércoles 10 de enero de 2024.
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