Son las 00:19 de la madrugada del Viernes de Dolores, 23 de
marzo del 2018, estoy sentado en el escalón de una casa de calle Jara. Llevo,
oficialmente, una hora y cincuenta minutos de vacaciones.
En estas casi dos horas me he comido un campero, he andado casi
4 km y he visto una procesión. A todo eso, si Dios quiere, dedicaré los
próximos nueve días: a comer, andar y ver procesiones.
Estas vacaciones han comenzado en la puerta de La Cochera
Cabaret cuando me he despedido de Gloria y Alex, que han venido a ver el
estreno de la versión de adultos de Lluvia fina.
Hoy era un día grande, para los que formamos este grupo.
Estoy esperando a que se inicie el traslado de la cofradía
de la Soledad de San Pablo, que está retrasando su salida debido a los pronóstico
de lluvia, de hecho cuando he salido, de La Cochera Cabaret, llovía.
NOTA:Todo eso que acabáis de leer está escrito el 23 de marzo del
2018, pero, por tres razones, no me dio tiempo a escribir mucho más: primero
porque se sentó un señor mayor a mi lado que me contó que venía de un pueblo e
iba a pasar toda la noche en la puerta de San Pablo, para ver la Misa del Alba, en honor a su esposa fallecida, segundo porque salió el traslado de la Soledad
de San Pablo y deje de escribir y tercero porque durante la Semana Santa me fue
imposible hacerlo.
Así que hoy 13 días después vuelvo a escribir esta crónica,
que por cierto, me acabo de encontrar un borrador de una entrada donde cuento
como me fue ese estreno para adultos y que ahora os resumo. (Lo que viene a
continuación está escrito originalmente el 23 de marzo)
Esta noche ha sido como un nuevo estreno de Lluvia fina y
como en ese primer estreno en la sala María Cristina hace casi tres años no me
he sentido a gusto al 100%, pero creo que el resto de compañeros tampoco ( esto
último es algo totalmente personal, nadie me dijo nada.)
Mi Luisa, como ella bien dice, no es Concha Velasco, pero yo
sé que ella sabe mucho de teatro y ambos coincidimos en nuestra visión del
director.
Pensamos que por muy buen actor que seas siempre hace falta
un director. Este debe estar fuera para ver todo y que te diga que está bien y
que no y creo que hoy me ha hecho falta nuestro " amigo imaginario
peludo" llamado Nacho Albert. Lo he echado de menos.
Esta noche era la puesta de largo de su pieza y todos nos
hemos acordado mucho de él. Además, teníamos planeado un montaje de
escenografía y luces que luego, debido a las dimensiones del escenario, no
hemos podido llevarlo a cabo al cien por cien.
Por todo ello, había momentos en los que me sentía como
"incomodo", debía actuar buscando las luces, intentando no caer en lo
oscuro, intentando quitar atrezo que cortaba mis movimientos, de hecho una de
las veces al volverme tropecé con una silla. Todo eso me ha hecho no poder
disfrutar al cien por cien de la actuación y sentirme a veces un poco perdido.
Sabéis que en esta pieza, mientras no actúas, estas sentado
al borde de la escena. Esta vez se pidió estar sentado como estatua neutra,
pero yo no he podido hacerlo y alguna que otra vez mantuve el personaje, estático,
pero era el personaje y también me moví en alguna ocasión. Estar tan quieto me
hacía evadirme, llevar mi cabeza a otra parte y aunque estaba tranquilo, me
hacía ponerme muy nervioso en escena.
Para mí lo más importante, siempre lo digo, es la
retroalimentación y hoy ha sido un poco o un mucho, fría. Alex y Gloria son
mis fieles seguidores y hoy los noté fríos.
De hecho le hice una aclaración a Gloria, que ahora haré, y me asintió con la
cabeza. Eso sí antes de salir dos chicas me reconocieron: "¿Tú eres el
amigo hippie?, no, no eres, si, ¿eres tú?". Tras confirmarles que era yo, me
felicitaron, las noté sinceras y me dijeron que eran primas de Nacho.
Además había una persona muy importante, que me recibió muy
alegremente pero luego me despidió muy frio y pensé:" No le he gustado
nada".
Pero bueno lo hecho, hecho está, comienza la Semana Santa y
voy a disfrutarla y olvidarme de todo.
Ahora os cuento la aclaración que hice a Gloria. Sin hacer
spoiler os diré que mi personaje es el punto cómico de la pieza. Desde que le
pillé el punto, suele ser el protagonista en los colegios e institutos, es el vitoreado, el comentado, el aplaudido y en los debates siempre hay alguna pregunta de colegueo
para mí, pero creo que su humor es muy infantil, entonces en la versión para
adultos queda un poco perdido y fuera de lugar. Aunque yo intenté darlo todo,
no desperté nunca las risas del público, excepto la de dos niñas que había en
primera fila. Eso me hizo perderme, un poco, dar demasiado, luchar mucho, creo que a veces hasta exagerar y
no pude disfrutar, incluso no miré a Adriana, a penas, y todo eso porque estaba en mil cosas.
Me noté quizá un poco gritado, acelerado e infantil, pero
las tres cosas me la pidieron: "No te pongas serio", "Debes ir más rápido" y "Vamos a levantar un poco más la voz", pero creo que me pasé.
NOTA II: Hoy trece días después creo que mi actuación fue de un 6,
porque hice lo que se esperaba, pero no lo disfruté. Era un estreno y es
normal, en un estreno no se disfruta y se está inseguro, pero para ser una
noche tan especial debí sacar más nota.
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