jueves, 12 de abril de 2018

EN BUSCA DE UN BESO EN UN CEMENTERIO.


Volví al Cementerio de San Miguel para ensayar mi participación en Los Clásicos en San Miguel, empecé a prepararme para ir al ensayo con muchísima antelación y a entretenerme de tal modo que al final llegué con cinco minutos de retraso y para más "INRI" me encontré que había obra en la puerta principal y no se podía entrar. Edu ya me lo había dicho pero yo... lo había olvidado. Así que, llegué aun más tarde. Pero lo peor no fue eso sino que... cuando entré... ya estaban ensayando... ¡QUÉ VERGUENZA!

Llegué al panteón de la Cofradía del Rico, que eran donde estaban ensayando, y muy calladito me puse en un rincón, para no molestar, pero todos mis compañeros empezaron a saludarme y yo me quedé un poco cortado, creo que interrumpí y mucho a Mari Ángeles que estaba ensayando su difícil monologo.

Mi compañera, Gertru, no fue ese día al ensayo, por tanto, yo no tenía nada que hacer y Eduardo me llevó de gira, para ver a los otros compañeros, algo que me encanta pero me da mucha fatiga. En esta ocasión yo no soy director y no quiero meterme en tareas o labores que no son mías. No quiero saltarme la jerarquía o el enfoque que se le quiere dar a la pieza, pero mis compis me piden consejos. 
Vi el monologo de Mari Ángeles, la escena de Thalía y Javi donde Javi está muy divertido, la de Toni y la hija de Cunti, me encantó su  naturalidad y eso que no se sabían bien aún el texto y después vimos un enfoque muy original de Hamlet-Juanjo.

Después vino mi parte y como Gertru no estaba, la hice con una sustituta, que no fue otra que Ana Luz. Por cierto, me dio mucho, me dio una ternura y un cariño en la escena que me puso los vellos de punta y eso que el texto es difícil. A la pobre le temblaba las manos.

Al acabar, el director nos dijo que el texto era demasiado largo y algo denso. Gertru y  yo ya lo habíamos notado pero no dijimos ni "mu". Esa misma noche, Edu nos mandó el texto recortado, aunque tampoco mucho.

Como dije antes Gertru no vino y me dediqué a dar vuelta con el equipo de dirección viendo a los compañeros. La verdad que se puede resumir en cuatro puntos:

1.- El reencuentro: Fue muy bonito volver a ver a ciertos compañeros, bueno me dio alegría verlos a todos, pero a algunos los veo muy a menudos y a otros no y reencontrarme con los que veo menos me encantó. La rebelde de Amalia, o sea, María José, fue un placer de dioses, esos besos, esos abrazos, esa sonrisa sincera, esas ganas de verme actuar, esas palabras de cariño. Me encantó y luego encontrarme con Ana Luz y con Julia. Qué pecha de reír me di con Ana Luz. ¡Hija que grande eres y que arte tienes! Toda la tarde riendo con sus locuras.

2.- En busca de un beso en un cementerio: Como el título de la entrada. Este nombre me lo dijo Eduardo: " Hoy la entrada en tu blog puede llamarse en busca de un beso en un cementerio". Porque tras un beso de dos de los compañeros, Ana Luz buscaba a toda costa que otros dos compañeros se besaran también.

3.- Cuarto Milenio: Tuve una rara experiencia (no creo en estas cosas ¿ok?). Vimos un panteón que está en obra y del que habían sacado unos candelabros de madera antiquísimos. A mí me encantaron, los toqué, los fotografié y les pedí a Edu que los usara. Este  antes de ensayar me obligó a lavarme las manos, después de haberlos  tocado. Yo no le di importancia, es más le pregunté a Edu si estaba hablando en serio. Pues bien, por la noche tuve un sueño totalmente paranormal, con espíritus y animales que cambiaban de forma en mi propia casa.

4.- Debate cofrade: Después de ver todos los debates, políticamente correctos, de todos los canales de tv local, el mejor lo tuve con Ana Luz en la oscuridad del cementerio. Vamos se fueron todos y yo no dejaba a Ana Luz irse porque no deseaba acabar ese momento sublime.

Bueno esa fue mi vuelta, con esa loca familia. Lo pasé muy bien, la verdad, pero esta semana espero trabajar más.










1 comentario:

  1. Como mola lo de los candelabros y lo de la impuntualidad todo un clásico ya.

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