Acabé mi clase en Portada Alta, di las notas a mis niñas, me
despedí de ellas hasta después de las vacaciones, hoy, jueves 22 de marzo del 2018, han trabajado mucho y me
fui a coger el Metro, que está a cien metros del colegio, para irme a vivir mi
segundo previo de Las archivadoras.
Llegué a muy buena hora y me fui a un bazar de alimentación
a comprar un Nestea para la función, compra que aproveché para adquirir una
tableta de chocolate para vivir mejor el previo.
Cuando llegué a la Biblioteca, me lo encontré todo
perfectamente organizado y mis compañeros ya a medio vestir, tranquilos,
ultimando todo, venían de su almuerzo y pequeño descanso y estaban como nuevos.
Al entrar en esa sala me invadí de su paz, su tranquilidad
y su buen rollo. Me pusieron a hacer más aviones de papel, mientras me echaban
en cara que ya habían repasado el texto y pasaban de hacerlo conmigo. Todo era
broma porque volvimos a hacer un repaso completo de textos y movimientos, sobre
todo para controlar bien todo el atrezo y quedó claro que todo estaba más que
aprendido, controlado y listo.
Las bromas y los piques entre los tres fueron constantes y también la ayuda y
el apoyo de unos a otros.
Este segundo previo no fue muy largo. Salí de
clase a las 17:00 llegué sobre las 17:40, repasamos, hice mis aviones y ya
empezamos a vestirnos y prepárarnos, porque en menos de una hora comenzaba la
función.
Yo había llevado mi neceser para maquillarme, pero Salva me
aconsejó que no lo hiciera, puesto que él no lo iba a hacer. Al final decidí no
hacerlo, seguí su consejo. Este personaje es muy yo, en la pieza se busca mucha naturalidad y pensé que el hecho de maquillarme, me haría sentirme más actor, más personaje
y menos persona real. Si buscamos una naturalidad extrema dejé que mi piel también
fuera natural y llena de sus imperfecciones.
Ya digo, repasamos, nos vestimos, dimos un último repaso de
atrezo que en esta pieza es mucho y muy diverso y nos concentramos un ratito.
Tuve que hacer algo que odio, pero lo hice y fue el salir de
la sala de actuación y bajar hasta la salida de la Biblioteca, vestido de
personaje, para pedir una cosa a los bedeles... Me vio parte del público y
demás, no me gusta... pero bueno...
Luego llegó una amiga de Salva, Carmen, que nos hizo las
fotos que mostraré después. ¡Fantásticas! Gracias Carmen. Y llegó el momento de
actuar.
Por cierto, antes de abrir las puertas, teníamos música en
la sala y fuimos relajando y creando buen ambiente.
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