Fue una jornada rara, como lo está
siendo todo últimamente, gracias al tiempo, en Málaga.
Con el cielo tan negro, el viento tan grande y esa lluvia tan
horrible, la jornada inaugural fue realmente un "algo“ extraño y
desagradable, pisabas la alfombra roja y el agua se te subía por las piernas
para arriba, vamos horroroso.
Pero pese a todo ello, tuve suerte, porque llegué al
festival, con la ropa de toda la mañana
de trabajo, empapada y seca como en tres ocasiones, con la mochila cargada, que
pasaba como un mulo ahogado, llena de papeles y con los regalos que me dio Salva, tras el ensayo en Benalmádena, el paraguas enorme y la barriga llena a
reventar, después de comerme un macro flamenquín en Las Merchanas, pues con
todo esas malas pintas llegué al festival, a la zona de acreditaciones y una guarda de
seguridad, de esas que parecía sacada de las primeras ediciones del festival, donde parece que todos los trabajadores van
a heredar el festival, me informó muy "amablemente" que las acreditaciones como
las mías, no las daban hasta las 17:00 horas.
Eran las 16:20 , en diez minutos empezaba una peli, sin
acreditación no podía entrar, así que me quedé en la puerta esperando, pero la
mirada vigilante y algo asesina de esta señora que pensaba, digo yo, que iba a colarme a la oficina para contrastar la información que ella me había dado, me hizo desistir de estar
allí y me fui al cine Albeniz.
No llevaba acreditación pero si le contaba a la chica de la
puerta mi problema, lo mismo me dejaba entrar a la proyección de la peli. Eso
hice y milagrosamente la chica, muy amable, me dejó entrar y vi el pase de prensa
de Ana de día.
La película, empieza muy bien, después pega un giro de 180
grados, muy inesperado, que hace que te olvides de la idea principal y te metas
en otra historia muy sórdida pero realmente no lo es.
Lo mejor: conocer el trabajo de MONA MARTINEZ, malagueña y
pedazo de actriz. A mí me volvió loco.
De ahí fui a por la acreditación y me llamó Alex, quería
venir a ver la alfombra roja. Yo hace años que no hago eso y por no
volverme a casa tan pronto lo hice con él. Pero entre que llegó muy tarde, que
estaba lloviendo y los actores pasaban directamente al teatro y que aquello
parecía más la entrada al congreso, por la cantidad de políticos, que la
entrada a una jornada inaugural a un festival de cine, me pareció todo horroroso y no vimos nada.
Menos mal que la compañía, Alex, era buena que si no. Pues
tras acompañar a Alex a su parada de bus, me vine a mi casa. Eran las 20:30. Mi
primera jornada de festival había durado solamente cuatro horas, pero para no tener acreditación y ser la jornada inaugural, no me puedo quejar porque vi hasta una peli.
Le recuerdo a todos los que les guste el cine, que luego inventaron el televisor.
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