No lo he escrito mal, tampoco es que esté imitando al
cerdito Porkys ( e-e-e-esto es todo amigos), es que hoy el estreno de Las
archivadoras tendrá dos previos: uno que va: desde por la mañana hasta el momento de
dar mi clase en el cole de Portada Alta y el otro después de la clase.
Estoy, en estos momentos, sentado en un bar frente al
Hospital Carlos Haya, comiendo una
pasta, "¡riquííííísimaaaa!", vamos, ¡para chuparse los dedos! Me
inflo de comer y después no quiero engordar.
Voy contra reloj, en unos quince minutos tengo que acabar de comer e irme al colegio. La
camarera ha sido súper-amable y me ha dado preferencia. Por los buenos
camareros y la calidad, hoy si voy a
poner el nombre del bar, para que la gente venga, voy a recomendarlo:
"Al-nadalus".
Ha sido una gran mañana pero un poco agotadora; hemos llegado
a las 12:15 y hemos acabado a las 15:05. Casi tres horas de trabajo pero donde,
de nuevo, el tiempo ha pasado muy rápido pero esta vez nos ha dejado mella de cansancio.
Hemos tenido que montar, arreglar, pensar y reformar el
espacio de actuación. Ese trabajo lo ha hecho sobre todo Salva, ya que, una sala de
conferencias, fría, con luz blanca y sillas de palas, lo ha convertido en un
lugar acogedor, misterioso y hasta mágico. Lo ha pensado él y lo hemos convertido entre todos, ya que, hemos materializado su idea.
Creo que el espacio ha quedado muy chulo, todos hemos dicho
cosas, aunque como siempre, Salva ha pensado más, sobre todo con los temas de
las luces y sonido.
Insistí mucho, pero mucho, con el tema de la puntualidad,
pero hasta las 12:15 no he llegado yo y la cita era a las 12:00, pero es que en
estas fechas tan pre-cofrades, yo no puedo pensar en otra cosa y me ha costado
mucho ponerme en marcha y dejar de pensar en tronos, traslados y tambores.
Nada más llegar, ha sido saludarnos y ponernos en marcha.
Hemos cargado parte del atrezo a la tercera planta de la Biblioteca Municipal
de Málaga, lugar de la actuación y de
ahí hemos comenzado a imitar el programa, ya casi extinto de Tele5, Cámbiame,
porque nuestra primera labor ha sido tunear la sala de conferencia.
Para quitar el aspecto frío de sala de reunión y crear un
espacio teatral con encanto, hemos cambiado las luces, la fisonomía de la sala
y sobre todo, hemos buscado como colocar al público, para que nos envuelva y
forme parte de nosotros.
El cambiar la fisonomía de la sala, ha significado, mover
muebles, mesas, (algunas con poco peso y otras con demasiado) y apilar y mover
casi 60 sillas. Hoy me he ausentado del gym pero con tanto meneo creo que lo he
compensado.
Después de todo esto, Salva se ha quedado preparando la
música y nos hemos ido, Anai y un servidor, a descargar ambos coches.
Anai lo ha pasado peor que yo, pues ha subido y bajado, a pie, los
tres pisos por las escaleras varias veces.
Hemos hecho un repaso rápido, por cierto lo he sentido algo caótico y
hemos acabado la jornada.
Eran las 15:00 y yo debía irme al cole.
Ha sido una mañana muy divertida, Salva y yo hemos reído y
bromeado mucho. Creo que hacemos un buen
equipo. El stress, los nervios y mal rollo que se genera, siempre, debido a la
presión que de un estreno, aquí, hoy, no lo ha habido. Lo hemos pasado
genial y todo lo hemos celebrado y le hemos sacado alguna broma.
Lo peor ha sido, el calor insoportable de la sala, que nos ha hecho
estar en mangas cortas y todo el rato sudando. El trabajo físico a veces se ha
hecho más difícil por el calor. Repito ha sido un trabajo muy físico al cargar
y mover muebles y sillas.
Tras el cambio, creo que ha quedado todo muy coqueto, aunque en lo demás estamos un poco verdecillos, quizá nos falta un puntillo más de ensayos para
divertirnos, pero es normal, es un estreno, es la primera vez en ese lugar
totalmente nuevo, con todo el atrezo y con los nervios y la responsabilidad
propia de un estreno. Pienso que cuando lo veamos lleno de publico nos vamos a calentar y vamos a comernos la pieza.
Quedan 9 minutos para que empiece la clase y aun debo:
pagar, ir al baño y llegar al cole, así que, me voy ya.
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