domingo, 2 de junio de 2019

¡¡ AY DIOS QUE MAL ESTOY!!.


Esto es lo que escribí durante el descanso que tuvimos tras el primer ensayo de Un invierno en el paraíso.

Vengo caminando a casa, acaba de terminar otro ensayo más en el cementerio de San Miguel. Hoy, domingo 2 de junio del 2019, ha habido ensayo doble, de 11:00 a 12:00 se ha ensayado Un invierno en el paraíso y luego, de 12:00 a 13:00, la primera Noche de verano en el San  Miguel.

Pues bien, me fui mucho tiempo antes al ensayo, vamos una hora antes, y todo para asistir a una cosa cofrade en la Parroquia de la Divina Pastora y cuando llegué al lugar de la celebración mi información horaria no era buena y no vi nada de nada, por tanto, estuve casi una hora esperando en las inmediaciones del cementerio, así que hoy mi puntualidad ha sido extrema. Llegué el primero, bueno el primerísimo.

Luego descubrí que otros compañeros de Eventos con historia ya estaban dentro, ensayando otros espectáculos, si llego a saberlo entro y al menos me entretengo mirando su trabajo.

Lo dicho, entré puntual en el cementerio. En la puerta me encontré a Luismi, nos saludamos y entramos juntos , allí entre las tumbas y en el lugar de nuestra actuación, nos encontramos a Blas. Juntos los tres empezamos a charlar. Yo rápidamente me fui a la sombra porque el sol que hacía hoy en el cementerio era de justicia.

Al rato llegó Eduardo y el resto de compañeros que venían del ensayo anterior,  ellos eran Librada y Melisa que venían de ensayar, María José, codirectora junto a Edu y Juanjo que venía de verlas ensayar.

Hubo un pequeño saludo y empezamos.

Hicimos tres pases de la pieza.

No me he sentido bien durante el ensayo, no las tenía todas conmigo. Al salir del cementerio no estaba contento con mi trabajo, tenía una especie de nudo en el estómago, que es sinónimo de un personaje mal hecho.

Durante todos estos días he visto videos, he ensayado, he probado, he grabado mis propios videos, pero no he llegado a una conclusión clara, entonces hoy en el ensayo no estaba en el personaje, ni en la acción, ni en nada, estaba probando y eso hace siempre que hagas un mal papel. Es cierto, que si esto lo lee un actor o una actriz profesional se dirá. “ Pero Lolo eso es así, para eso están los ensayos, para probar, para indagar en el personaje, para aportar ideas, cambios, modificaciones, ir en cada ensayo variando al personaje, llevándolo de vida y siguiendo las pautas sobre eso que te da el director” Pues si tenéis razón, pero cuando tienes solo dos ensayos nada más, uno de presentación o preparación, el del domingo pasado, y otro, este, como último ensayo, pues te quedas un poco colgado, además en estos matices Edu se mete muy poco, por tanto, tampoco tienes una figura que te guie.

De hecho hay un desplazamiento del personaje que lo aporté la semana pasada y del que ahora estoy totalmente arrepentido, porque cada vez que me muevo, no sé cómo hacerlo y me queda fatal. Es más, en cada ensayo, cuando venía el momento del desplazamiento me ponía malo.

Mientras ensayábamos entró una visitante, observadora y oyente no era otra que María José Vizcaíno yo a esa mujer la adoro, la admiro, me parece muy buena mujer, muy buena actriz y además, desde el primer momento en que la conocí hubo una conexión especial y enorme entre los dos. Eso sí es muy rebelde, pero es mi rebelde. Pues ha venido a vernos ensayar, porque no puede venir el día de la función y al acabar el primer pase, vino a saludarme, con el cariño y las ganas de vernos que ambos teníamos, nos abrazamos, nos besamos, nos cogimos de las manos, pero no me dijo nada de mi personaje, ni mi trabajo y ella es muy fan.

Ese primer pase había sido, para mí, un poco de calentamiento, de poner en práctica por primera vez lo que trabajé en estos días y no quedé  muy contento, pero al ver su reacción, me preocupé aún más, ya sabéis lo que a mí me afecta mucho la retroalimentación. Así que, en los descanso entre pase y pase me puse a mejorar al personaje, a cambiarlo, a meter cosas nuevas, a perfilar las otras y al final lo que hice fue que saliera a los ensayos inseguro, no teniendo un personaje donde agarrarme y sin tener una base donde trabajar.


Mientras estaba en escena, estaba en todo menos en la escena, que si mejor me muevo así, que si pongo la mano allí, que si voy a hablar de esta forma, todo para intentar mejorar, pero claro no estaba ni en la escena, ni en los compañeros, ni en lo que pasaba. Estaba auto dirigiéndome mientras actuaba y eso es lo peor que se puede hacer. En resumen que no tenía el personaje pillado y estaba pegando tiros al aire.
Vuelvo a repetir, para eso están los ensayos, pero repito otra vez, cuando solo hay dos al último ya debes llevar algo hecho.

Lo mismo que dije la semana pasada que la pieza quedó, tras el ensayo, casi lista, hoy la vi muy verde, lenta, sin fuerza, sin ritmo, sin conexión entre nosotros. He de reconocer que Juanjo ha destacado por su sencillez en el papel, su limpieza y su trabajo muy correcto, es que ese papel lo borda, pero por ejemplo a Blas le ha faltado fuerza, Luismi estaba hoy muy perdido y yo directamente lo he hecho mal.

Al acabar el tercer pase,  la verdad que cada vez que decían de repetir me sentía peor porque no estaba en lo que estaba, me acerqué a mi rebelde, esta me abrazó y me dio la enhorabuena, pero yo como no estaba contento y ella también es enfermera y desde hace muchos años, le pedí consejo sobre el personaje. Me reconoció que más que un drogadicto  parecía un alcohólico. Y entonces me dio  unas pautas maravillosas para trabajar: el cuerpo hacia delante, el ritmo al andar seguro pero lento y sin tambaleos, la voz como más dormida y los ojos casi sin reconocer a los que ven. En cambio el alcohólico, que es lo que yo parece que represento, está más inestable, con la lengua más liosa al hablar y echado hacía atrás. La verdad, que la finalización del ensayo del primer espectáculo y el principio del siguiente me ha servido, gracias a esta charla con María José, mucho más para trabajar a Joaquín que el propio ensayo.

Y ya el remate ha sido en la puerta del cementerio a las 13:30 cuando ya me iba, que he tenido una charla con María José y con Juanjo y entre los dos me han definido el personaje a la perfección.

Yo andaba, afianzando las características de las personas cocainómanas, cuando se nos acercó Juanjo, nos dijo que le gustaba mi personaje, por eso porque era verdad que parecía más alcohólico que drogadicto, pero que a él le encantaba porque, este artista abusaba más del alcohol que de las drogas y que la causa de su muerte fue el exceso del alcohol, así que, ese enfoque era el bueno, además muchas de las indicaciones de María José eran de heroinómanos y no de cocainómanos. Por tanto, me fui con unas señas claras y con material para montar el personaje, pero en opinión de ellos dos y sus opiniones me valen mucho, iba bien por donde iba.

GRACIAS A LOS DOS Y GRACIAS MARÍA JOSÉ POR LAS PEDAZOS DE FOTOS, UN PLACER VOLVER A VERTE Y ERES MI OJITO DERECHO.



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