El pasado jueves 6 de junio de 2019 estábamos citados a las 19:00 horas en el cementerio de San Miguel. Nos citaron una hora antes del inicio de la presentación del libro Un invierno en el paraíso. Debíamos prepararnos, maquillarnos, vestirnos y demás. Nos dieron ese margen para hacer todo lo que he mencionado y yo la verdad, es que lo vi más que suficiente.
Cuando llegué ya estaban; Blas, su esposa, por cierto que esta vez en el previo a la actuación y tras la misma hablé mucho con ella y me pareció una mujer muy educada, muy culta y muy entretenida, Librada, María José y Juanjo. Los saludos y el buen rollo inundó el ambiente, no había nervios, sino ganas de actuar y de colaborar entre todos.
De hecho, las sillas para el público aun estaban apiladas en la pared de un panteón y cuando dijeron de ponerlas (María José) todos echaron una mano. Juanjo y yo que he de reconocer que en un principio fuimos más reticentes también lo hicimos y en esa llegó Luismi que se unió a nosotros.
Había 50 sillas que colocar y por tanto muchos paseos que dar, cortos, pero paseos, así que yo me nombre líder, como en Supervivientes, y decidí que íbamos a hacer una cadena. Yo me quedé junto a las sillas para entregarlas a los compis, otros se dedicaban a pasarlas a los últimos y estos a ponerlas. Es más, había tan buen rollo que entre todos decidimos que en vez de dos lugares con público, como Edu había ideado, habría solo uno, puesto que al poner dos, muchas partes de la actuación se hacían de espaldas a ellos y tenían una visión muy reducida. Por último colocamos, incluso, la mesa y las sillas para los presentadores del libro.
Tras eso nos pusimos a charlar y fue entonces cuando hice una foto y me di cuenta de que eran las 19:20, quedaban 40 minutos para actuar y decidí ir a cambiarme y maquillarme, mis compañeros decidieron acompañarme.
Llegamos a la “ sala de duelo-camerino” y mis compañeros empezaron a arreglarse, en cambio yo, a las 19:26, me fui a la capilla central y sobre la mesa de altar, apoyando el móvil como espejo en la cruz que allí ahí y justo en frente al panteón de los Heredia y de mi amado Loring, procedí a maquillarme y cual fue mi sorpresa cuando miré al vestuario de las chicas y me encuentré a la gran Anita peinándolas, la saludé con mucha alegría y seguí con mi maquillaje.
Por cierto me hice un maquillaje súper profesional con claros y oscuros, pero cuando acabé, me vi y parecía una mezcla entre mapache y oso panda así que me lo quité y me volví a maquillar a un nivel casero y ya no quedé tan mal. Cuando estaba acabando llegó Luismi para decirme que pensó que yo estaba rezando a los Loring porque estaba agachado y cerca de la Cruz...
A las 19:34 ya había acabado y para las 19:40 ya estaba vestido y listo para actuar, bueno aun me faltaba perfumarme, algo que encantó a Juanjo. Me llevé una botella pequeña de agua mineral, rellena de vino blanco, el cual me eché como si fuera perfume, incluso bebí algún buche quei luego escupí, con ello quería que alh kestarcerca de las personas oler a alcohol, según Juanjo al principio se notó pero luego ya no. Jo.
Lo siguiente que vivimos fueron las sesiones de fotos y sí habéis leído bien “las” porque fueron tres, la primera fue la oficial.
Recién vestido, maquillado y “perfumado” oímos desde fuera la voz de Edu que nos llamaba para las fotos, por separado fuimos llegando a la tumba de Muñoz Degrain, lugar de la actuación, donde Edu nos hizo varias fotos de grupo. Acabada, fui yo el que en las puertas de la “sala de duelo-camerino” pedí a todos mis compañeros que se hicieran, por separado, una foto conmigo, que son las que acompañan esta entrada y cuando ya todos se fueron a descansar, me fui solo, a hacerme mi propia sesión, como recuerdo y como fotos recursos para las entradas del blog.
Con una cantidad de fotos para dar y regalar, empezó el momento cumbre del previo, la tertulia cultural. Entre el lugar y el vestuario, parecíamos los artistas que se reunían en el Café Gijón de Madrid para hablar de la cultura actual. Juanjo sentado en un rincón, junto a él y tras la mesa yo y frente a mi Blas, estos dos son dos monstruos de la cultura, el primero del mundo de la pintura y el segundo de la cultura malagueña en general.
Mientras Luismi iba dando paseos y repasando el texto a nuestro alrededor, nosotros hacíamos nuestro propio debate cultural.
La verdad que fue un momento donde lo pasé muy bien, yo no tengo el nivel, en esos temas, que ellos, así que me pasé el rato, haciendo preguntas, oyendo y empapándome de todo como una esponja. Se habló de curiosidades, anécdotas, estilos, biografías, relaciones entre artistas y no solo de pintores malagueños del SXIX, por nuestra tertulia pasó Picasso, Dalí y hasta Frida. Además me encantaba la pasión que Juanjo ponía al hablar de sus artistas admirados.
Recién vestido, maquillado y “perfumado” oímos desde fuera la voz de Edu que nos llamaba para las fotos, por separado fuimos llegando a la tumba de Muñoz Degrain, lugar de la actuación, donde Edu nos hizo varias fotos de grupo. Acabada, fui yo el que en las puertas de la “sala de duelo-camerino” pedí a todos mis compañeros que se hicieran, por separado, una foto conmigo, que son las que acompañan esta entrada y cuando ya todos se fueron a descansar, me fui solo, a hacerme mi propia sesión, como recuerdo y como fotos recursos para las entradas del blog.
Con una cantidad de fotos para dar y regalar, empezó el momento cumbre del previo, la tertulia cultural. Entre el lugar y el vestuario, parecíamos los artistas que se reunían en el Café Gijón de Madrid para hablar de la cultura actual. Juanjo sentado en un rincón, junto a él y tras la mesa yo y frente a mi Blas, estos dos son dos monstruos de la cultura, el primero del mundo de la pintura y el segundo de la cultura malagueña en general.
Mientras Luismi iba dando paseos y repasando el texto a nuestro alrededor, nosotros hacíamos nuestro propio debate cultural.
La verdad que fue un momento donde lo pasé muy bien, yo no tengo el nivel, en esos temas, que ellos, así que me pasé el rato, haciendo preguntas, oyendo y empapándome de todo como una esponja. Se habló de curiosidades, anécdotas, estilos, biografías, relaciones entre artistas y no solo de pintores malagueños del SXIX, por nuestra tertulia pasó Picasso, Dalí y hasta Frida. Además me encantaba la pasión que Juanjo ponía al hablar de sus artistas admirados.
A las 20:00 en punto vino María José para decirnos que ya era la hora, pero no había venido nadie, el aforo estaba aún vacío. Minutos después vino para decirnos que ya estaba todo lleno que incluso ocupaba ya su asiento el mismísimo Alcalde de Málaga, nos pidió que esperáramos cinco minutos y saliéramos. Yo eso último no lo oí, menos mal que Luismi sí, sino por mi parte, estamos allí todavía esperando.
Por cierto a las 21:31, ya acabada la función y con todo recogido para irnos, hice entrega a Juanjo del cartón que dibujó con la imagen de una Dolorosa, para que yo la usara durante la actuación, como supuesto cuadro pintado por mí, y este me dijo que me lo regalaba, que si yo lo quería era mío, le pedí que me lo firmara y así lo hizo. Si soy sincero debo decir que me hizo mucha ilusión, siempre me gusta llevar algún recuerdo físico de mis personajes y si encima este era una obra de arte y hecha por un gran compañero, mejor que mejor. ¡¡ Gracias Juanjo!!
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