El martes 7 de julio del
2020 parece ser que fue el día elegido por todos los grupos de Málaga en los
cuales participo para convocar ensayos.
De 16:00 a 19:30 ensayé
en ese parque fresquito con el grupo nuevo y a su vez Eventos con historia
había convocado al elenco de actores a las 19:00 en su local para recoger vestuario
y a las 20:15 en el museo Revello de Toro para realizar un ensayo general.
Al no tener el don de la ubicuidad,
es evidente que no pude ir a recoger mi vestuario, pero mi amigo y compañero
Javi Zumaquero lo hizo por mí. A lo que si
pude ir y debía ir era al ensayo general y allí que me fui, empalmando un
ensayo con otro.
Como leísteis en la
entrada anterior, acabé el ensayo del grupo nuevo, lleno de planes, pero un
poco desganado porque había “descansado” demasiado.
Para poder llegar despejado
al ensayo de las rutas, me quedé un pequeño lapsus de tiempo hablando con mis
compis, Álvaro, Celia y Juan, con sus charlas y buen rollo, desconecté y me fui
renovado a mi nueva cita. Pero el cargarme de energía hizo que tuviera que
abandonar todos los planes. Uno era fotocopiar un guion, pero cuando llegué ya
habían cerrado y el otro comerme un helado de la heladería Casa Mira, que hay
justo al lado del lugar de mi cita el museo Revello de Toro. Cosa que tampoco pude
hacer puesto que cuando llegué, me encontré de bruces a todos mis compañeros
sentados en una terraza, charlando y esperando mi llegada.
Bueno es que este ensayo
general se puede definir como el de los encuentros, puesto que nada más llegar,
no solo me encontré, con Edu, el personal de apoyo, los actores y el guía, me
encontré a mi amigo Miguel, que se estaba comiendo un helado con unos amigos,
después cuando iba a mi lugar de actuación me lo volvía a encontrar, luego a
unos vecinos sentados en el poyete cercano de mi lugar de actuario,
vamos por encontrarme me encontré hasta
la policía. Justo cuando iba a empezar mi monologo de un minuto y pico, me quité
la mascarilla, empecé a meterme en el personaje y apareció un coche de policía,
que empezó a reducir su marcha a mi altura, le pregunté a Edu si paraba y me
ponía la mascarilla, me dijo que no, pero yo empecé a ponérmela y a reglón
seguido él me pidió que lo hiciera. Pasaron de largo, todo quedó en una anécdota.
Este espectáculo ya se
estrenó hace tiempo, así que, no fue un ensayo general en sí, fue como una excusa
para que el guía supiera donde estaba cada actor y qué decíamos. Esta vez el guía
no eran actores, sino una persona externa y debía saber bien que iba a pasar
para así adaptar su trabajo.
Pensé que el guía nos
explicaría el contenido integro de su charla, pero no fue así, simplemente iba
diciendo por encima la temática de la misma. Lo que si se hizo tal cual fueron nuestros
breves monólogos.
Durante el primero, aproveché para hacerme fotos con Javi Zumaquero y para echarme un poco de colonia. Había empalmado un ensayo de 16:00 a 19: 30 y bastante físico, con una caminata de 15 minutos así que, olía demasiado a “ensayo” y con la colonia como los “puercos” lo intenté disimular. Después vino el de Javi que aproveché para colgar las fotos anteriormente realizadas, en Instagram y a continuación vino el mío.
El monologo es tan breve,
lo tengo tan trillado, tan pillado y lo he hecho tantas veces, entre ensayos,
preparaciones y actuación, que me subí en mi improvisado escenario, puse la
pose del personaje y lo hice, pero tampoco me metí demasiado. Lo hice y punto,
sin darle más de lo que es, ni recudirlo en plan pasé técnico.
Acabé y me iba a marchar,
pero como iba la cosa rápida y estaba todo muy guay me quedé. Menos mal que me
quedé pues antes de irnos el guía comentó un poco que le había parecido todo y
empezó a lanzarme una cantidad de piropos, pero muchos y muy directos. Es más,
en ciertos momentos me dieron hasta vergüenza y disimulé, pero luego ya me puse
a oírlo. Me dijo que estaba muy metido, que lo vivía, que le impresioné un
montón, que parecía que veía a Calígula, que era muy histriónico. Vamos yo que
había salido desganado del otro ensayo, me fui por las calles que no cabía de
orgullo. Gracias a este señor que quizá no sabía todo lo que me ayudó.
Pues poco más que contar,
creo que para 1 minuto de monologo he contado bastante.
Os confieso que el
sentido real de esta entrada es mostrar las maravillosas de fotos que me hizo Javi
y comentar lo bien que me lo pasé. Fuimos deambulando con el grupo, por el
centro de Málaga, al anoche de una fresca jornada de verano, viendo esos colores
de Málaga, esa gente de Málaga, esa alegría del verano. Vamos algo que antes
era mi día a día pero que ahora se ha convertido en algo excepcional y digno de destacar.
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