El viernes, 10 de julio
del 2020, el divino actor del Imperio Romano, o sea yo, llevaba algo nuevo en su vestuario, algo nuevo y a la vez prestado, como las novias y esa pieza era... un anillo. Os cuento, antes de empezar la función, yo llevaba uno súper cutre, de
disfraz de todo a 100, y Javi Zumaquero el suyo, pues mientras nos preparábamos, este me dijo que si los intercambiamos para la actuación y yo acepté.
Una cosa es que te
haga falta una pieza de atrezo o vestuario, le preguntes si tiene, él te diga que sí y te la preste y otra que él te pida que lo lleves. Quizá sea una tonteria, pero para mí fue muy importante llevar ese anillo. Fue todo un honor llevar el anillo que con el que Javi recorrió las
tablas del Teatro Alameda, del Teatro Cervantes y seguro que las calles de
Málaga haciendo de su príncipe gitano y más porque él me lo pidió.
Gracias tio.
Gracias tio.
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