Esta entrada la tengo que empezar y acabar de la misma forma. ¡¡¡Gracias Luismi!!!.
Gracias por muchos motivos. El primero de ellos por quedar y el segundo por adaptarte a mis mareos. Es que soy muy mareón.
Tras la resaca de la zarzuela, había que ponerse las pilas con Estampas del Tenorio, primero porque no quería ir a mi primer ensayo sin saberme el texto, segundo porque este era mucho más extenso de lo que pensaba, tercero porque había liado a Luismi para quedar un día esta semana para decir el texto, tomarle un poco el pulso, no ir muy frío y cuarto porque en su primera propuesta de quedada, el martes, le dije que no.Que no, porque aunque parezca muy dramático, la zarzuela me había dejado agotado física y mentalmente y porque cuando me dijo de quedar, aunque le prometí que sí, aún no me sabía el texto. Me quedaba el final.
Le pedí dejarlo para el jueves y este hizo mil encajes de bolillos con su agenda para quedar y cuando a primera hora de la mañana me llamó para confirmar la cita a las 11:45 (nada temprano), en la Plaza del Hospital Civil ( al lado de casa) y sólo una media hora ( con lo cual podría hacer el plan que tenía a las 13:00) le dije felizmente que sí.
Un desayuno rápido, vestirme y a mi cita con Luismi, llegué 3 minutos tarde. Me esperaba de pie con los brazos abiertos y cara de sorpresa, lo que quería decirme con esa pose era que estaba completamente solo y de pronto la plaza se había llenado de gente. Ahora dónde iríamos.
Como estábamos en mi barrio yo lo conduje a un callejón pequeño y sin salida, que hay frente a esa plaza, no sé ni siquiera si tiene nombre, y allí ensayamos.
Aunque es discreto nos cruzamos con algunas personas, pero nos dio igual.
Impactado me quedé porque empezamos, así sin calentar, sin recordar, fríamente y aquello salió de lujo. Parecía que llevábamos ensayando semanas.
Más me sorprendí cuando me dijo que ese texto también era nuevo para él y que lo había estudiado en estos días.
Yo pensando, que como el lleva mil años haciendo de Tenorio, controlaba el texto perfectamente y me dejé llevar en sus brazos e ir sobre seguro y resulta que estaba como yo. Pero no se nos notó nada. Es más, cuadré sus pies, cuando por falta de tiempo no los había ni leído.
Salió tan bien que en unos 8 minutos estábamos más que listos, pero como yo soy muy machacón lo repetimos unas 4 o 5 veces más y fin. Luismi siempre con buena disposición para repetir.
Todas salió igual de bien, una pequeña charla de como se habían desarrollado los ensayos en estos días que yo no fui y cuando vi en su reloj que eran las 12:25 y él se encontró a un amigo, me despedí.
Gracias Luismi.
Málaga, jueves 5 de octubre de 2023.
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