sábado, 2 de diciembre de 2023

AY CON LOS ENSAYOS QUE NO LLEGAMOS, BUENO SÍ.


¡¡¡ Venga vamos a ensayar!!!. Esa fue la frase más repetida del previo en el Hotel Urban Dreams de Granada. 

Fue poner todos el primer pie en la recepción del hotel, tras los besos, abrazos y achuchones iniciales que todo elenco llevamos a cabo en la calle y  Elena decir que necesitábamos ensayar.

Pero la recepción estaba decorada ya para Navidad, luces, arboles y  adornos. Todos como si fuéramos mosquitos, nos sentimos cegados y atraídos por la luz y nos fuimos  hacía ella para hacernos fotos. 

Con la sesión realizada, y seleccionando con qué móvil saldría mejor. Elena volvió a pedir repaso.

Dipi tumbado en el sofá de mitad de la recepción, Rosa, Silvana y Chiara cargadas con mochilas poniéndose al día sobre sus conquistas, Raúl dando vueltas y organizando, yo sin saber qué hacer y Elena con cara de "vamos a ensayar", fueron nuestros primeros minutos, acompañados de un poco de desconcierto, en Granada.

Esta vez, ni café de relajación y toma de contacto, ni descargar la furgo, ni hacer el check- in en el hotel, lo importante era ensayar.

No me importaba cambiar el orden de nada, me dejaba llevar, pero lo que si quería era tomar posición de mi zona personal, o sea, hacerme con mi habitación, soltar mis cosas y sobre todo sacar el vestuario de la actuación y dejarlo estirado y bien colocado para la noche y pillar primera planta, así que propuse hacer el check-in ya. 

La propuesta fue aceptada.

Una vez la llave en mi mano, me sentí más seguro, propuse subir, pero dijeron que no. Que había que ensayar. Se suspendía la descarga y el café y pasábamos a ensayar , vale pero antes fui a la furgo por mi porta trajes, al menos lo estiraría en el comedor para no arrugar el vestuario.

Elena quería ensayar, no le hacían mucho caso, pero como yo estaba deseando hacer cosas y meterme en la piel de Víctor aunque fuera para ensayar, la animé en su propuesta.

Pronto organizamos y nos dispusimos a entrar en la cafetería del hotel, para un café y el ensayo. Pero fue verla tan tranquila y tan ordenada, que le propuse a Elena, pasar al comedor donde se celebraría el espectáculo y allí ya en un sitio nuestro, privado y sin nadie poder ensayar más tranquilos e ir más a lo nuestro. 

Aceptó. Qué seguro me sentía allí, juntamos mesas, salimos a pedir, sacamos el arsenal de dulces que llevábamos y todos sentados comenzó el ensayo. 

Pues no, no comenzó, se pusieron a actualizar las vidas personales y Elena se involucró tanto, que fui yo el que tuve que tomar la voz cantante y ser el corta rollo, pues pese a que me estaba muriendo de risa con Elena, advertí que eran cerca de las 18 y había que ensayar. 

Y ensayamos, bueno repasamos los textos.

Fue fluyendo bien, tanto el texto, como los minutos que corrían a una velocidad de vértigo y no teníamos hecho absolutamente nada. 
Raúl, Silvana y Rosa estaban parados, y este propuso que entre los 3 fueran  descargando la furgo. Pues mira en esta ocasión me quité de eso.

Repasadas las escena 1 y 2. Yo salía poco así que me dio fatiga y salí ayudar, pero solo quedaba lo que más pesa y el actor de más edad, se niega siempre a eso y está vez también lo hice.
 
El ensayo se fue relentizando por repeticiones, olvidos de palabras, comprobaciones de textos y yo, ya me fui alejando hacia el montaje.

Y poco a poco todos hicimos igual y el ensayo desapareció para convertirse en montaje. 

La entrada la monté yo solito, sin problemas. No eché de menos la labor de mis compañeros pero sí y mucho la presencia de Dipi y Lila. Ese momento cumbre, climax y divertidísimo del montaje, se quedó en sistemático y repetitivo. 

También, recuerdo como mientras Elena y yo ensayábamos la escena 9, que es una discusión  sonó el móvil de esta, lo cogió sin querer, y era su madre que desde el otro lado gritaba: " Elena Lolo ¿por qué os estáis peleando?". Qué mal rato le dimos, pero que bien actuamos. 

Y ya todo pasó rápido sin darme cuenta le pedía a Dipi y Chiara que contaran las  mascaras, yo me puse a preparar la caja de atrezo de cada actor y cuando me di cuenta ya estaba todo listo había que descansar.

Comenzaba la soledad.


Granada, sábado 2 de diciembre 2023.










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