viernes, 22 de diciembre de 2023

PRECAUCIÓN AMIGO EMPERADOR.


Si ya habéis leído el título de la entrada, quiero que volváis a hacerlo de nuevo, pero ahora con el ritmo y la música de la canción de Perlita de Huelva, Precaución amigo conductor ( solo los más mayores la conocéis lo sé).

Tuve mucha precaución, porque después de pasar el día de la Esperanza ( 18 de diciembre) con fiebre, tumbado en el sofá, tapado y adormilado y  la mañana del sorteo de la lotería de Navidad, día de la actuación, tan malo, con una tos tan horrible, con tanto escalofríos y tan mal cuerpo, que hasta me hice la prueba del COVID, por tanto, decidí hablar con María José y Eduardo, cupula de Eventos con historia para proponerles una serie de cambios que posibilitaran mi trabajo sin necesidad de morir en el intento. 

Los cambios fueron, no esperar más de 40 minutos en la intemperie con solo una camiseta, unas medias y una capa de seda. 

Saldría del lugar donde nos cambiamos, Museo Revello de Toro, cuando el público se fuera de ese lugar, ya que en su puerta se  representaba  un cuento, y mientras ellos tiraban hacia la plaza de la higuera del Museo Picasso, por calle Pedro de Toledo, callejeando y haciendo paradas, yo iría por calle Alcazabilla de forma directa y rápida. 

Y también les propuse que debajo del vestuario llevaría unas mallas enterizas de color negro, unos guantes largos hasta los codos y un cuello de piel, de modo que poca carne quedará al aire. Ellos aceptaron y yo feliz. 

Nos habían citados hora y media antes de la función, porque Edu quería hacer unas fotos y tal, yo para poder aprovechar el máximo de tiempo acostado, salí de casa a hora y sin maquillarme. 

La verdad que cuando vi el ambiente navideño en la plaza de la Constitución me hizo ilusión ir camino a formar parte de las actuaciones previstas por el Ayto, para celebrar dichas fiestas, además mi extraño resfriado había desaparecido, por lo visto ahora me tocaba perfección. 

Llegué al museo y casi sin mediar palabra, saludé a los compañeros, solté parte del vestuario donde estaban ellos y con la otra parte, mi mochila y el maquillaje me subí a los baños de la planta de arriba del museo. Lo hice así por 3 razones:
 
1. Porque ese elenco no es con el que tengo más filin y prefería independencia. 

2. Porque tenía que empezar desde cero para preparar al emperador y prefería estar solo. 

3. Porque mi tos, cuando me daba era muy, muy desagradable y no quería hacer a los compis pasar el mal rato de tener alguien así a su lado o pegarles algo.

Por todo ello fui un poco anacoreta y ermitaño.

Puse música, organicé todo y comencé a echarme la base de maquillaje blanco que Edu me había regalado tiempo atrás, era muy chula y tenía ganas de usarla. 

¡¡¡ Qué desesperación, qué mal rato, qué pesadez!!!. No sé cuántas manos me tuve que dar, aquello no cubría nada de nada. Llegó un momento en el que temí que no saldría pálido. 

Maquillado, me vestí y para evitar el frío, en vez de la capa, me puse mi chaquetón e iba más abrigadito. 

Temía que de un momento a otro Edu empezara a convocarme para la sesión de fotos o me mandara a alguien para ello, hasta que me enteré que la función empezaba a las 19:00. ¡¡ Ay cuanta espera!!.

Pues nada, bajé, Edu nos reunió a todos nos hizo la sesión de fotos  y listo, a esperar.

Ya digo la espera fue un poco lenta, en un principio estaba María José con nosotros y estuve charlando con ella, pero al irse me quedé solo y volví a mi papel de ermitaño.

Mi cabeza estaba en otra parte, en la de si mi salud iba a aguantar la actuación o no, o si dicho trabajo tendría algunas consecuencias en el desarrollo de mi resfriado...

No recuerdo mucho más, dar vueltas solo, no hablar con nadie y esperar mucho, esperar.



Málaga, viernes 22 de diciembre de 2023.





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