MIS ES-CENAS DE LAS EMOCIONES.

Unos íbamos cargados de risas, abrazos, o sea , alegres y con muchas ganas de reventar ese saloncito y otros, creo que todos menos yo, nerviosos, inseguros, estresados, etc.

Yo estaba segurísimo, de hecho tras la introducción, en esta ocasión, en vez de entrar en el salón y prepararme, me subí a la habitación a coger mis gafas y bajar. Había decidido dejarlas allí y no bajarlas al comedor, antes de empezar, porque luego no sé donde andan. 

Para que veáis si iba seguro que en la primera escena estaba en Víctor y a la vez pensando en el problema del móvil y la llave, que me los había dejado en la habitación. Recogí las gafas, pero con las prisas estos no, es más, durante la presentación me asomé varias veces fuera, por si veía a mi amigo y le pedía el móvil.

Bueno, sonó la primera canción, me fui solo a un rincón, muy lejano del comedor, mucho más de lo que hago habitualmente y en el segundo exacto de dicha canción, entré,  comenzaba la escena 1 de La cena de las emociones y yo no podía tener más ganas.

Me sentí  pleno, vivo, Víctor estaba vivo, natural, de verdad, el texto salía sin pensar. 

Él era el dueño de todo lo que había alrededor, era su dominio y yo dominada, jugaba, hacía disfrutar y disfrutaba. Metí no sé cuantas morcillas, todo fluía solo hasta que en una entrada de Chiara, dijo algo que no tenía que decir, se adelantó como 4 frases, dejando el texto que aclaraba la frase que dijo, sin sentido.

Entré en shock, miré a mi alrededor con los ojos abiertos como platos buscando apoyo, pero como todo transcurría como si fuera normal, enganché la respuesta a lo que ella dijo y la pieza siguió, sin más, no pasó nada, ni se notó, pero a mí se me cortó el rollito que llevaba.

La siguiente, la 2 siempre es éxito seguro, se descubren cosas de la trama que al público le hace reaccionar jocosa y alegremente, pero esta vez no fue así, no se notó conexión, creo que no la hubo entre mi compañero y yo, ni por supuesto entre nosotros y el público. 

Había mucho ruido ambiente, platos que sonaban en demasía y creo que se perdieron los detalles claves que hacen siempre que esta escena sea un triunfo. Además, noté como un ritmo ralentizado que quería solucionar, pero no conseguí.

De nuevo Dipi y un servidor nos volvimos a reunir en la escena 5, otra escena que genera gran jubilo en el público, pero que esta vez la noté de nuevo más floja. No la escena en sí, que estuvo muy bien y llena de conexión, sino en cuanto a reacciones de los comensales, pero es cierto que el final sí gustó y bastante. 

Es que palpaba un ritmo lento y unas voces apagadas y creo que yo al intentar levantar, creaba una relación rara.

En cuanto a las escenas 3, 6 y 4 poco que decir, en la primera solo tengo 3 frases y por primera vez, en mucho tiempo, entré bien, justo en el momento exacto. 

Desde hace mucho tiempo, este texto esta viciado, pero lo sacamos adelante y esta vez entre Elena y yo fue  más de lo mismo, la 6 es muy similar, pocas frases y salieron bien y en la ultima, descansé.

Aunque  me sentí un poco solo, echaba mucho de menos a mi móvil, puesto que en estos tiempos muertos, escribo las crónicas casi en directo de las escenas. Estaba desubicado pero esa fue una sensación que viví a lo largo de toda la noche.

La 7 siempre es una fiesta y esta vez no fue menos, me sentí maravilloso, respecto a la conexión con Chiara, como al ritmo de la misma, la disfruté un montón. 

De nuevo, ambos,  nos volvimos a reunir en la 10, esta siempre es jodida, es el final, estamos más cansado, los comensales, sobre todo, también lo están y a veces es complicada, pero esta vez, creo que fue junto a la 9 el momento álgido de la noche.

No nos faltó ni una coma, los estados emocionales fueron todos perfectamente claros, la conexión fue absoluta, la naturalidad ni os cuento y los comensales estuvieron excesivamente atentos, reaccionando a cada palabra.

De la 9 y ese disfrute absoluto con Elena  ya hablé en la entrada anterior y en la 8 no salgo.

Si debo decir, que la cena se me  hizo excesivamente corta. Es cierto, que acabamos muy pronto, pero a mí que tenía tantas ganas de disfrutarla se me pasó como una exhalación.

De nuevo hubo San Francisco especial, como no, pero debido a que no tenía el móvil conmigo no pude poner la entrada en Instagram que tanto me gusta. :-(

Ahm y en el final de nuevo me desubiqué, reconozco, que no hice mucho, pero las informaciones desde distintos frentes, diferentes y algo confusas me agobian un montón. 

El aplauso final fue maravilloso y como dije en mis reflexiones, así lo viví yo, no quiere decir que sea real.

Granada, sábado 2 de diciembre del 2023.