No hacía ni 7 horas que había llegado de Granada de concluir La cena de las emociones y ya estaba de nuevo sobre un escenario y metido en otro personaje. Este era el emperador del traje del susodicho perteneciente a la visita infantil teatralizada de Los Cuentos de Andersen para Eventos con historia.
Alguien muy allegado a mí, no me gusta dar datos muy personales, necesitaba un medicamento y eso hizo que me vistiera a toda prisa y me fuera en busca de él.
No me importó nada, pero sí cierta pasividad y el hecho de que se me trastocaron los planes.
Pero como dice el refrán: " Cuando Dios cierra una puerta abre una ventana".
Aprendí que a veces hay que dejarse llevar y recibir lo que te llega, pues es mucho más atractivo que hacer lo planeado y esta tarde fue un ejemplo de ello.
Ese domingo se inauguraba el adviento y quería celebrarlo yendo a alguna iglesia, al ir a buscar el medicamento se me solapaban los horarios y esto se convertía en misión imposible.
Pues bien, compré el medicamento, fui caminando al ensayo, al barrio de Nueva Málaga y casi ya en el lugar de destino, justo al lado del local de ensayo, hay una iglesia donde estaba a punto de comenzar el culto.
Así que entré, y pude disfrutarlo, puesto que era tal y como deseaba, con música, palmas y fiesta. Fue precioso.
Acabó sobre las 20:08 h. El ensayo empezaba a las 20:00 h.
Pues cuando llegué, 2 o 3 minutos después, habían faltado muchos miembros del elenco y estaba mi compañera María José acabando de contar mi cuento.
La esperé que acabara, me subí al escenario e hice mi monólogo.
No hubo problema ninguno, claro está como siempre.
Aunque con todo el trasiego, la tarde tan ajetreada y tanto vaivén de emociones, faltas de sueño y cansancio. El texto estuvo más inseguro que nunca, lo hice un poco rápido sin pararme tanto.
Además mi garganta andaba regularcilla y tampoco era plan de estropearla más.
Lo hice, acabé y para casa. La tarde había sido mucho más interesante e impresionante de lo que inicialmente habia planeado. Además como colofón al llegar a casa todo marchaba de lujo.
Aprendizaje del día: " No pienses tanto y déjate llevar que pasan cosas mejores".
Málaga, domingo 3 de diciembre de 2023.
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