Hoy, viernes 18 de octubre del 2019, he vuelto al barrio de la Victoria para trabajar en ese proyecto que lleva su nombre ( Como bien sabéis, en mi imaginación, porque el proyecto real lleva otro nombre más chulo, que es top secret). Después del último día donde hubo tanto piropo iba al ensayo relajadito, oyendo música y a un paso tan suave que llegué con dos minutos de retraso, cuando normalmente soy un reloj.
Así que entre los piropos y el trabajo en casa, que para mi es esencial, llegué al ensayo como el que llega a una fiesta, saludando en plan colegueo y muy relajado, pero tanto que hubo un momento, nada más empezar, que me tuve que decir a mi mismo: “ Listillo ponte las pilas, a ver si vamos a pasar de ser un principiante al que no le sale la voz del cuerpo a ir de diva que ya lo sabe todo y vas de sobrado, porque estas al 40 % y vas a cobrar y con razón” y menos mal que lo hice porque hoy el ensayo ha sido a muerte, pero más guay, más chulo. Me ha gustado tanto.
Se puede decir que las cuatro horas de trabajo se han dividido en cinco partes.
La primera fue un montaje duro, agotador y largo, lleno de miles, de detallitos y de gestos . Esa escena es sólo mía pero me sentí súper arropado por las indicaciones tan pacientes y claras de CHL, y el magnífico apoyo de Arantxa que me hizo de apuntadora, de mi secretaria, mi animadora y mi gran compañera.
Acabado el montaje hicimos dos pases, completo de lo que llevábamos.
En el primero me sentí encorsetado, acelerado y no lo disfruté lo más mínimo pues, mi único objetivo era demostrarle al director y a mi mismo que me lo sabía todo: texto, movimientos, gestos, entonaciones y emociones, pero claro eso me hizo no parar nunca, no respirar nunca y no disfrutar nada. Al texto le di patadas de todo tipo y mi compañera era una parte más del atrezo, que me daba los pies, y a la que no tenía en cuenta para nada. No lo vais a creer, pero para mí fue un gran pase, porque fue el de autoafianzarme y asegurarme que ya lo tengo todo en la cabeza, ahora solo falta hacerlo bien.
Después del pase hubo unas conclusiones donde los tres coincidimos.
En el segundo, CHL nos pidió disfrutar aunque todo fuera más lento. Esta vez sí he disfrutado, por primera vez me he dado cuenta de que trabajo con otra persona. Al ir los dos ya más seguros, nos hemos mirado más, imteractuado más y lo que es esencial, nos hemos oído más. Trabajar con Arantxa es un grandísimo placer y hoy por fin lo he disfrutado. Ese segundo pase aún estuvo muy verde pero lo pasamos genial.
El texto volvía a salir de mi boca y no me oía yo, ahora oía a al personaje y eso es maravilloso.
Al acabar, nuevas indicaciones, pero ya fueron mínimas; matices, detalles… por ejemplo me dijo que mis partes más largas, había que trabajarlas y asegurarlas pero ya estaban.
Además gracias a CHL, partes del texto que van muy picadas por fin las llenamos de sentido y me dio una premisa de mi personaje que es esencial y que me va a facilitar mucho en mi trabajo.
Ya por fin somos un equipo de tres en uno.
Que preciosa fotos de sombras chinescas, como se nota que ere un profesional.
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